Miembros de la Confederación Mapuche bloqueron este martes los ingresos a las empresas que tratan los lodos de perforación y residuos peligrosos que generan las petroleras en Vaca Muerta. El corte también alcanzó un barrio exclusivo de verano en el lago Mari Menuco. El reclamo formal de las comunidades a la gobernación de Neuquén y al Instituto Nacional de Asuntos Indígenas -INAI- es que aceleren el relevamiento territorial que se lleva adelante desde hace años.
En los hechos, lo que está en juego es qué cantidad de territorio sobre Vaca Muerta le reconocerá el Estado a las comunidades. Gabriel Cherqui y Jorge Nahuel, los principales referentes de la Confederación, saben que el momento de presionar a la gobernación de Omar Gutiérrez es ahora, en plena campaña electoral, cuando el MPN tiene un margen acotado para enfrentar una protesta que terminará replicando en un aumento de la conflictividad social en la provincia. La ventana de oportunidad para aumentar la presión sobre la política expira el 16 de abril, cuando se elegirá al nuevo gobernador de Neuquén.
Palanca novedosa
El bloqueo realizado ayer visibiliza un cambio metodológico relevante: a diferencia de un corte de ruta tradicional, esta vez las comunidades interrumpieron el acceso a cinco plantas de tratamiento de lodos empetrolados y residuos. Es decir, resignaron visibilidad pública, porque buena parte de la sociedad neuquina no se enteró del reclamo porque las arterias viales no se vieron afectadas, pero ganaron en precisión porque cortaron quirúrgicamente plantas que tratan sub-productos generados por YPF, Tecpetrol, Vista, Shell, PAE, Chevron y Pluspetrol, entre otras de las principales petroleras del país. Si esas instalaciones se mantienen bloqueadas por un par de días, las petroleras se verán forzadas a frenar sus perforaciones en Vaca Muerta. Esa es la palanca novedosa que identificaron los líderes de las comunidades.
El bloqueo del miércoles, que se extendió por más de 12 horas, finalizó a última hora del día, después que una comisión de funcionarios de la gobernación —encabezados por el ministro de Turismo, Sandro Badilla y el fiscal Raúl Gaitán— prometiera seguir discutiendo este jueves con los referentes mapuche. En rigor, el bloqueo impidió el acceso a las cinco tratadoras de la zona: Indarsa, Treater, Comarsa, San y Ecopolo, también al club residencial del lago Mari Menuco.
Los manifestantes denuncian un atraso injustificable en el avance de las carpetas administrativas que cuentan con documentación técnica del relevamiento de tres comunidades del trabajo realizado el año pasado.
Cuestión de fondo
Fuentes del Colegio de Profesionales del Ambiente aseguraron a EconoJournal que al cortar el ingreso de residuos a las tratadoras, estos se acumulan en repositorios y lugares de acopio de resto de cortes de fractura tipo “cuttineras” que tienen todos los yacimientos. La situación se agravará si la medida se repite en las próximas semanas, como temen en las empresas productoras.
Lorena Maripe, werken del Lof Campo Maripe, dijo desde la puerta de acceso a Comarsa que “sienten un manoseo” por parte del gobierno en relación con el relevamiento y denunció que no hay respuesta al reclamo de irregularidades en el control ambiental en Vaca Muerta.
El bloqueo impedió el ingreso de camiones y de personal y sólo se permitió la salida de operarios, pero no el reingreso de sus relevos. En tanto, el ingreso al club de residencias de verano a orillas del lago Mari Menuco está bloqueado por miembros de otra de las comunidades de la zonal XawvnKo.
Mediante un comunicado, la Confederación mapuche adelantó que continuarán con los bloqueos: “Es claro que en este momento se están manipulando los límites relevados por el Equipo Técnico Operativo (ETO) que demuestra la ocupación actual, tradicional y pública de nuestras tierras. Por eso no podemos esperar más. A la fecha ninguna comunidad del área de Vaca Muerta cuenta con el resultado del relevamiento. De no recibir respuesta adecuada profundizaremos las medidas hasta que terminen con este manoseo”.
No será sencillo encontrar una síntesis que genere consenso entre las partes involucradas en el conflicto. Al contrario, parece casi imposible que las comunidades mapuche acepten como ciertos y veraces los datos relevados por el Estado. Lo más probable es que exijan una mayor cantidad de hectáreas que las reconocidas por los especialistas que trabajan en el estudio. De ahí la intención de instalar la idea de ‘manipulación’ de los límites relevados por el ETO.
En ese plano, la coyuntura electoral genera un escenario conveniente para aumentar el nivel de presión. Más cuando el 14 de enero pasado, el gobernador Gutiérrez firmó el decreto que aprueba el Procedimiento de Consulta Previa, Libre e Informada para las Comunidades Indígenas de Neuquén. Es decir, la necesidad de encauzar la agenda mapuche está legitimada por la política. Mientras tanto, las empresas petroleras y de servicio esperan. Saben que la tarifa o canon superficiario para tender ductos e instalaciones en territorio indígena puede encarecerse en forma abrupta.