Se trata de otro paso importante en su camino hacia la sostenibilidad y refuerza el compromiso de la marca de reducir las emisiones de CO2 de sus vehículos en un 50% para 2030 y en un 100% para 2040. En 2019, Volvo fue el primero entre los fabricantes tradicionales en ofrecer camiones 100% eléctricos y, actualmente, la marca produce los modelos semipesados y pesados en serie en Suecia, con una oferta completa para Europa (donde es líder en eléctricos) y Estados Unidos.
«La electrificación de los camiones pesados ya es una solución viable en Europa y pronto lo será también en Brasil», dijo Wilson Lirmann, presidente del Grupo Volvo América Latina, durante la conferencia de prensa en Fenatran.
Con cero emisiones, el FM Eléctrico es un vehículo para la distribución urbana y regional, con una autonomía de hasta 300 kilómetros. El presidente de Volvo Brasil también destacó que aún no hay fecha para iniciar la comercialización en el vecino país, pero que pronto, el modelo participará de pruebas con clientes brasileños en diferentes segmentos ya que hay un gran interés por parte de transportistas en la búsqueda de soluciones cada vez más eficientes y respetuosas con el medio ambiente.
100% eléctrico
El camión eléctrico de Volvo puede estar equipado paquetes desde 2 a 6 baterías (180-540 kWh), dependiendo de la aplicación. Al final de la jornada de trabajo, el vehículo puede cargarse por la noche con corriente alterna. Alternativamente, las recargas rápidas pueden realizarse en corriente continua, con puntos de recarga definidos conjuntamente con los transportistas, según el perfil de la ruta, la distancia y el peso de la carga.
Con una potencia de hasta 490 kW, el FM Eléctrico puede utilizarse en diferentes operaciones: desde el transporte de productos industrializados, carga refrigerada, alimentos y bebidas, hasta bienes de consumo y productos hortícolas.
Otra ventaja que causa admiración es el bajísimo nivel de ruido. Además de proporcionar cero emisiones de gases, el FM Eléctrico puede realizar tareas urbanas y nocturnas sin causar contaminación acústica ni molestias en zonas residenciales.
Y, como ocurre con todos los productos Volvo, el índice de reciclabilidad es muy alto. Con una vida media estimada de ocho años, las baterías pueden tener una segunda vida de más de 20 años, sirviendo como unidades de almacenamiento de energía para hogares, edificios y otras instalaciones alimentadas por generación fotovoltaica o eólica.