El gas como combustible de transición supone una oportunidad de desarrollo y pone en el centro de la escena las características y el diseño que debe asumir el programa de mitigación del cambio climático en Argentina. Daniel Ridelener, director de Transportadora Gas del Norte (TGN); Gabriela Aguilar, gerenta de Excelerate Energy para Argentina y Andrés Scarone, gerente general de la Compañía Mega, participaron del Energy Day y discutieron los puntos más salientes de la agenda verde en relación al gas, con especial foco en la expansión de la infraestructura de transporte.
La transición en Argentina
“Argentina aporta el 0,6% de las emisiones totales a nivel mundial. Con lo cual tenemos una responsabilidad global, pero hay que armar un esquema que esté en línea con lo que somos, lo que tenemos y lo que necesitamos”, expresó Ridelener y acentuó: “Nuestro país contamina poco, posee vastos recursos hidrocarburíferos de los menos corrosivos y tiene necesidades de apuntalar la economía y generar trabajo. Vaca Muerta permite articular todo eso y hay que empezar por ahí. Transición debería ser sinónimo de planificación, porque si no vamos a planificar, esta transición no va a llegar a ningún lado”.
Al respecto, la ejecutiva de Excelerate, la firma estadounidense líder en soluciones de combustible, manifestó que “es preocupante el consumo creciente de combustibles líquidos para la generación eléctrica porque que no se condice con la tendencia a desarrollar energías renovables”. En línea con la idea de planificación, Aguilar agregó que el Gas Natural Licuado (GNL) no va a competir con el gas local y que Vaca Muerta tiene un rol muy importante que cumplir en materia de integración regional: “Hay que hacer un gasoducto para la exportación de GNL, aunque sea inicialmente estacional”.
Desde mediados del siglo XIX la sociedad vive distintas transiciones energéticas: de la leña al carbón, del carbón al petróleo, del petróleo al gas y hoy se avanza hacia las renovables. Así lo consigno el director de TGN y explicó que “en el pasado un combustible no sustituía al anterior y el crecimiento económico iba demandando más energía. Lo que se está planteando ahora es una transición acelerada hacia las energías renovables tratando de eliminar todo lo vinculado a los hidrocarburos. Entonces me pregunto: ¿con la tecnología que tenemos hoy podemos dar este salto hacia una transición acelerada? Personalmente creo que no, que debemos ser muy cuidadosos. Si sos un país importador de energía neto es muy fácil subirse a la ola verde, si tenés una matriz productiva instalada y un sector industrial fuerte, el análisis debe adquirir mayor profundidad”.
El sistema de transporte
–Respecto de la infraestructura de transporte la discusión está presente hace años en la agenda, pero no hay avances concretos. ¿Cómo podría rearmarse esa ecuación? -consultó Nicolás Gandini durante el desarrollo del panel.
Daniel Ridelener: -No cabe ninguna duda de que tenemos que construir un nuevo gasoducto porque las demandas inmediatas alcanzan para construir una nueva vía de evacuación desde Neuquén. El gasoducto que se vincula en primera instancia con el sistema de TGS y en segunda instancia con el de TGN en Rosario permitirá resolver el problema con Bolivia (el incumplimiento del despacho de los volúmenes de gas que YPFB debía enviar a la Argentina por contrato) y disminuir la cuenta de importación de GNL por Bahía Blanca. El enfoque del gobierno es el adecuado. Esto debe ser una obra pública y se repaga en un plazo de dos años al sustituir la importación de combustibles.
–Bolivia tendría que exportar hacia la Argentina 12 millones de metros cúbicos de gas por día (Mm3/d) y está enviando menos de lo pautado. ¿Hay un problema estructural en torno a ese suministro?
Daniel Ridelener: -Sí, totalmente. Hoy estamos ante un problema serio que puede derivar en un riesgo de abastecimiento interno. Con Bolivia se firmó un originalmente un contrato por el que iba a suministrar 27 Mm3/d. Eso se fue modificando a lo largo de los años. Lo concreto es que el gasoducto norte permite inyectar 25 Mm3/d y los yacimientos que están del lado argentino hoy introducen 3 Mm3/d mientras que Bolivia aportó alrededor de 7 Mm3/d. En resumen, se están inyectando entre 11 y 12 Mm3/d cuando hay posibilidad de inyectar el doble. Esto, en invierno, se traduce en más consumo de gasoil.
Brasil: la nueva Ley del Gas y el gasoducto desde Argentina
La nueva Ley del Gas N°14.134 estableció diversas regulaciones al mercado del fluido en Brasil y puso fin al monopolio de Petrobras. “Ahora, los actores deberán comprar el gas y contratar la capacidad de transporte. Con la nueva Ley dejó de existir el sistema que concentraba el financiamiento, la distribución y el transporte en una sola empresa”, sostuvo Gabriela Aguilar.
“Desde Excelerate vamos a suministrar entre 17 y 20 Mm3/d de gas a Brasil en los próximos días. Vamos a venderle gas natural a los distintos actores. Por eso, estamos llevando a cabo negociaciones con las distribuidoras, con el sector petroquímico y con las generadoras eléctricas”, indicó la directiva.
Respecto del muy mencionado —aunque no materializado— gasoducto Argentina/Brasil, Aguilar expresó que “cuando uno mira las posibilidades de que un gasoducto desde Argentina se concrete en función de las capacidades de Vaca Muerta, es viable. Pero cuando se lleva a la práctica es difícil conciliar con los diversos actores. El sector de generación térmica y eléctrica debería comprar capacidad de transporte a 15 años para un contrato de exportación de gas desde Argentina. Y para concretar ese esquema considero que hay un largo camino por recorrer.
El escenario en la industria petroquímica
Andrés Scarone se refirió a la evolución de la cromatografía (un conjunto de técnicas para separar mezclas) en la cuenca neuquina. “En 20 años la cromatografía creció un 100% en etano, y un 70% y un 40% en propano y butano respectivamente. Es decir que, si bien no aplica para todos los pozos, el gas es mucho más rico y debemos ponerlo en valor: quitar los líquidos, monetizarlo y transportarlo. MEGA es el principal transformador de esa riqueza. Procesamos el 50% del gas de la cuenca, lo enviamos por un ducto de 600 kilómetros a Bahía Blanca y allí fraccionamos”, señaló el gerente de la empresa fraccionadora.
Asimismo, Scarone agregó: “nos venimos preparando para este cambio de cromatografía. Tenemos un ducto colector en Loma la Lata e hicimos un nuevo tramo de 9 kilómetros que va a Tratayén y nos permite captar el gas de Vaca Muerta. También estamos preparando las instalaciones y adecuando la planta para separar transportar y fraccionar más líquidos”.
–¿Cómo discute la industria petroquímica en Argentina, con un polo muy grande en Bahía Blanca, lo que está pasando a nivel internacional en términos de transición y precios?
Andrés Scarone: –El mundo está presentando oportunidades extraordinarias en materia de precios. Tenemos la oportunidad de exportar propano, butano y materias primas. Hoy exportamos el 50% de nuestra producción y el otro 50% se vuelca al mercado interno. Otro dato alentador: Estados Unidos, el gran aportador de estos componentes, no terminó de reordenar la producción luego de la pandemia. El objetivo es captar ese mercado y agregarle valor al gas de Vaca Muerta.