Gran Bretaña evalúa recurrir al ejército para transportar combustibles a las estaciones de servicio luego de un insólito frenesí comprador desatado durante el viernes y fin de semana. Las familias británicas acudieron en masa a las estaciones de servicio ante el rumor de una escasez inminente de combustibles debido a la falta de camioneros en la industria británica del transporte.
El primer ministro británico, Boris Johnson, evaluará hoy (lunes) junto a su gabinete de ministros la activación de un plan de contingencia para el despliegue de cientos de tropas del ejército. Bautizado “Operación Escalin”, el plan será considerado luego de constatar la gravedad del faltante de combustibles en las estaciones de servicio británicas.
La petrolera BP informó el domingo que un tercio de sus estaciones de servicio agotaron sus dos principales combustibles. Por otro lado, la Asociación de Retailers de Combustibles, que representa a casi 5.500 puntos de venta independientes, dijo que entre el 50% y el 90% de sus miembros habían informado que se quedaron sin combustibles.
Falta de camioneros
La insólita crisis comenzó el viernes ante el rumor de un faltante inminente de combustibles en las estaciones de servicio debido a la falta de camioneros en la industria logística británica. La salida de Gran Bretaña de la Unión Europea esta generando un faltante de trabajadores en diversos rubros de la economía.
La Oficina Nacional de Estadísticas indica que en la industria del transporte y almacenamiento solo esta trabajando el 80% de las empresas debido a la falta de transportistas. La Asociación de Transporte por Carretera estima que faltan alrededor de 100.000 conductores de vehículos pesados y que se necesitarán al menos 18 meses para capacitar a suficientes trabajadores calificados.
La industria perdió a miles de trabajadores luego del Brexit. “Entre 15.000 y 20.000 conductores provenientes del extranjero, de ciudadanos de la Unión Europea que trabajan aquí, han regresado a sus países», señaló el vocero de la asociación, Paul Mummery. Las restricciones impuestas para enfrentar la pandemia del Covid 19 también afectaron a la industria. Miles de pruebas para sumar nuevos conductores quedaron sin completar debido a las restricciones de circulación.
Sorpresa y respuesta
La crisis en el sector del downstream tomó por sorpresa al gobierno. Gran Bretaña no tiene un problema puntual con el stock de combustibles, pero los rumores esparcidos en las redes sociales y magnificados por algunas coberturas periodísticas desataron el pánico y un frenesí comprador imparable.
La gravedad de la situación lleva al gobierno a evaluar la activación de la “Operación Escalin”, un plan de contingencia concebido años atrás para situaciones disruptivas en la logística de los combustibles. El plan consiste en desplegar cientos de tropas para operar una flota de 80 camiones cisterna. Pero se necesitarían hasta tres semanas para agrupar a las tropas e implementarlo por completo.
En la noche del domingo, el secretario de Negocios, Energía y Estrategia Industrial, Kwasi Kwarteng, anunció la activación de un protocolo especial en el sector de downstream para enfrentar la crisis. “Esta noche activé el Downstream Oil Protocol que exime temporalmente a la industria de combustibles de las leyes de competencia para que podamos optimizar el suministro. Ahora será más fácil para las empresas compartir información y priorizar la entrega de combustible a las áreas más necesitadas”, comunicó el secretario de Negocios. También anunció que otorgarán visas temporales para traer transportistas del extranjero.
Continúa la presión alcista global
Mientras tanto, los precios de la energía se mantienen al alza en Europa y Asia. El barril Brent tocó los US$ 78, un precio máximo de tres años. En Asia la tonelada de carbón alcanzó los US$ 185, un máximo de 13 años. La competencia de precios entre los dos continentes por los cargamentos de gas natural licuado sigue su curso. Los contratos de gas natural en el JKM, hub de referencia para Asia, tocaron US$ 27.5 por millón de BTU.
Goldman Sachs elevó sus previsiones del Brent a 90 dólares el barril para fin de año y consideró que el déficit global en la oferta y demanda de petróleo “es mayor de lo esperado”. Trafigura también ve un déficit en la oferta global y considera que el mercado no lo esta proyectando adecuadamente en los contratos de futuro. “Me cuesta ver algo que no sean precios más altos en los próximos dos años”, dijo Ben Luckock, co director de uno de los mayores traders de petróleo independientes del mundo. Tampoco ve precios más bajos del gas natural para este invierno. «Si es un invierno frío en Europa o Asia, tenemos un gran problema», advirtió.
Los altos precios del carbón están afectando particularmente a China. La industria eléctrica de Beijing esta solicitando al gobierno aumentar los precios de la energía para absorber la disparada de precios del carbón. Compañías del sector señalaron que los precios del carbón subieron un 65,3% interanual en julio, mientras que el precio de referencia de la electricidad en la región establecido por las autoridades cayó en lo que va del año. Las restricciones ambientales impuestas por el gobierno de cara a la Juegos Olímpicos de Invierno también afectan la operatoria habitual. La industria ya esta viendo recortada la provisión de energía y desde el fin de semana que se registran algunos apagones en ciudades del noreste del país.