«El desarrollo de la economía del hidrógeno es un tema con amplio potencial económico y ambiental para nuestro país. Acá se está defiendo una auténtica política de mediano y largo plazo en la cual la Argentina una vez más tiene que estar unida. Por eso es tan importante que a partir de ahora y en el marco del Consejo Económico y Social se desarrollen los estudios, las propuestas, las opiniones y también las iniciativas nacionales e internacionales para que en el próximo semestre nuestro país pueda presentar de modo consensuado una estrategia nacional de hidrógeno 2030». Con estas palabras, el presidente Alberto Fernández cerró el foro «Hacia una Estrategia Nacional Hidrógeno 2030», organizado por el Consejo Económico y Social, que contó con numerosos especialistas del sector público y privado quienes pusieron el foco en la hoja de ruta que debe seguir el país para potenciar sus recursos, producir hidrógeno verde y asumir una posición de liderazgo de cara al proceso global de transición energética.
El presidente del Consejo, Gustavo Béliz, sostuvo que el plan consiste en poner en marcha la estrategia oficial lo antes posible: «El desarrollo no es producto de una mano mágica, un algoritmo o una mecánica espontánea, sino que tiene que ver con la voluntad de una nación para entablar un esfuerzo con miradas compartidas». Béliz integró durante 13 años el staff del Banco Interamericano de Desarrollo donde, entre otras cuestiones, se dedicó a trabajar en una agenda operativa y de conocimiento de frontera que vincula las tecnologías de cambio exponencial con los desafíos de innovación social, integración física y productiva de la región.
Durante el evento en la Casa Rosada, la discusión giró en torno a la importancia de analizar el marco regulatorio, fomentar la demanda inicial, reducir los riesgos de inversión para obtener financiamiento y robustecer la investigación tecnológica y científica.
El subsecretario de Planeamiento Energético del Ministerio de Economía, Javier Papa, determinó que los estudios que se están realizando permitirán recabar evidencia empírica sólida para confeccionar las primeras estadísticas oficiales del hidrógeno en el país. «Vaca Muerta es la segunda reserva más grande del mundo de gas natural no convencional y se encuentra en un 4% de fase de desarrollo masivo, es decir que hay un potencial enorme de recursos», resaltó el funcionario y agregó: «Por otro lado, Argentina cuenta con una vasta red de transporte y distribución de gas de más de 16.000 kilómetros, y el hidrógeno, en concentraciones bajas de entre un 10% y 15%, mezclado con el gas natural, puede ser transportado por las mismas redes. Ya estamos produciendo 400.000 toneladas por año de hidrógeno gris que no cuenta con tecnologías de captura de carbono. Es decir que tenemos las capacidades productivas con lo cual el desafío es incorporar tecnologías de captura y almacenamiento de carbono apuntando a energías limpias».
Demanda y precios
Si bien Argentina se reconoce típicamente como un país con gran potencial en materia de energías renovables, la diferencia entre este momento y los anteriores es que existe una demanda concreta de grandes volúmenes de hidrógeno a precios de economía de escala. En este sentido, el ingeniero del Instituto Fraunhofer, Alejandro Gesino, sostuvo que «los precios del hidrógeno deben respetar la economía de escala de los países. Nadie va a adquirir hidrógeno verde a precios desmesurados. Nuestra región es la única que tiene grandes extensiones de tierra con viento y agua, y esto permite a los países del mundo abastecerse con nuestro hidrógeno. Pero para llegar a la exportación hay que desarrollar el mercado interno».
Por su parte, el gerente general de Y-TEC, Santiago Sacerdote, destacó la necesidad de visualizar cómo satisfacen los productos el proceso de descarbonización, entendiendo que algunos productos a precios menores pueden resultar igualmente eficientes. «Hay una demanda segmentada y una multiplicidad de productos a distintos precios con distinta capacidad de descarbonizar. Nuestro país tiene la oportunidad de ofrecer esa paleta de opciones. El desarrollo del hidrógeno azul a u$s 2 y del hidrógeno verde a u$s 3 resulta competitivo. A partir de este enfoque emerge una estrategia de producción multimodal buscando inteligentemente la sinergia entre las opciones. Por ejemplo, una planta de amoníaco podría tener un abastecimiento dual y hacer un mix de hidrógeno de distintos tipos».
Avanzar en la frontera del conocimiento
«Hay grupos de físicos, químicos e ingenieros de procesos, entre otros, dedicados al estudio del hidrógeno desde hace años. Actualmente, se está desarrollando un perfil de proyecto y va a haber una convocatoria de fondos sectoriales en los próximos meses, con el objetivo de conseguir financiación para los trabajos de investigación», dijo Carolina Vera, jefa de Gabinete del Ministerio de Ciencia y Tecnología.
En la misma sintonía, Daniel Pasquevich, director del Instituto de Energía y Desarrollo Sustentable de la Comisión Nacional de Energía Atómica, indicó que «para el sector científico el tema del hidrógeno no es nuevo y hay mucha gente capacitada. Además, contamos con laboratorios que tienen capacidad de diseñar y generar prototipos. Para ser competitivos tiene que haber una sinergia entre el sector público, el privado y el científico. Hoy se está avanzando en la frontera del conocimiento, pero no todo está resuelto; por ende, la ciencia debe ocupar un lugar protagónico para articular la estrategia nacional», concluyó el investigador. ×
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