El aumento de las tarifas de gas y electricidad en la región metropolitana de Buenos Aires se convirtió en un problema para el gobierno. Puertas adentro, la disputa interna dejó heridos evidentes. Y en el plano político, la administración de Alberto Fernández paga un costo por no haber podido zanjar el tema en más de tres meses de discusión pública. Con márgenes cada vez más apretados, Federico Bernal, interventor del Enargas, y Federico Basualdo, subsecretario de Energía Eléctrica, mantienen viva la agenda tarifaria. Sin embargo, el riesgo de quedar fuera de tiempo, frente a una segunda ola que obligó al gobierno a aplicar restricciones que no estaban proyectadas a principios de año, es cada vez más nítido.
¿En qué instancia está la discusión por las tarifas de gas?
El Enargas confeccionó el borrador del acta acuerdo que pretende firmar con las empresas distribuidoras —Metrogas, Naturgy, Camuzzi y EcoGas, entre otras— antes de habilitar los cuadros tarifarios de transición, que llegarán con una suba promedio para los hogares del 7% en la factura final. El aumento para las industrias y grandes usuarios será bastante más alto. Los privados propusieron algunas modificaciones al texto que envió Bernal, que hace 10 días giró el documento definitivo a la Procuración del Tesoro, que dirige Carlos Zannini, para conseguir el aval final de los abogados del Ejecutivo.
¿Qué es lo más importante que dice el acta acuerdo? Que los privados se comprometen a suspender (y no a renunciar) los reclamos administrativos y en la Justicia por la no aplicación de la RTI 2017-2021 (que está interrumpida desde 2019 por el congelamiento de tarifas) hasta tanto el ente regulador del gas no realice una nueva revisión tarifaria integral. En este punto, el criterio aplicado por el Enargas difiere con el Basualdo en el área de energía eléctrica. El subsecretario quiere que Edenor y Edesur, las dos mayores distribuidoras del país y las únicas que dependen de Nación, directamente renuncien a su reclamo por el incumplimiento de la RTI aprobada durante la gestión de Cambiemos. Frente a la falta de acuerdo, lo concreto es que la negociación con las empresas eléctricas está estancada. Y si aplica la foto de hoy, Basualdo deberá tomar una decisión sin acuerdo con los privados.
Tarifas de gas
En el caso del gas, la negociación avanzó técnicamente. Si la Procuración da el visto bueno al acta acuerdo que envió Bernal, sólo restará el aval final del Ministerio de Economía, que tiene que ratificar lo actuado por el ente regulador. Fuentes gubernamentales indicaron que colaboradores de Martín Guzmán ya tienen en su poder el expediente elaborado por el Enargas. Desde el Ministerio, no obstante, evitaron confirmar esa información.
Lo cierto es que para que el Enargas pueda pasar el acta acuerdo a la firma de las empresas distribuidoras, Guzmán deberá rubricar el expediente. Habrá que ver si el ministro, que en reiteradas ocasiones declaró públicamente que buscaba un aumento mayor de las tarifas, acepta la propuesta de Bernal, lo más probable a esta altura, o si, en cambio, vuelve a insistir con aplicar un aumento más elevado, como era su idea original.
«Un aumento de tarifas del 7% no te cambia el escenario en materia de subsidios, pero sí permite evitar el resquebrajamiento total de la cadena de pagos del sector. Si las distribuidoras no reciben una mejora de sus ingresos en mayo o junio, dejarán de pagar el gas que le compran a los productores«, analizó un consultor que sigue de cerca la cuestión. «Te diría que la discusión técnica por tarifas ya es secundaria. El tema es qué quiere hacer el gobierno con la cadena de pagos del sector. Las distribuidoras tienen ingresos congelados desde hace dos años. Si no se incrementan el VAD, dejarán de pagarle en breve a las petroleras. Y eso va a terminar frenando aún más el nivel de inversión«, agregó.
En tiempo de descuento
En definitiva, si la dependencia que lidera Zannini y el Ministerio de Economía validan lo actuado por Bernal, el expediente volverá al Enargas para que las distribuidoras firmen el acta acuerdo, que es condición sine qua non para que las empresas empiecen a cobrar los nuevos cuadros tarifarios de transición. En el mejor de los escenarios, ese proceso demandará 15 o 30 días más. Con lo cual, bajo ningún concepto los nuevos cuadros podrán estar vigentes el 1º de mayo, como había adelantado el interventor del Enargas a El Cronista.
En esa oportunidad, el funcionario había asegurado que la suba de la factura final del gas sería del 7% para los hogares y del 4% para grandes usuarios y PyMEs. En rigor, la suba para las industrias será mucho más elevada. El 4% de aumento al que se refirió el interventor está calculado en base a un precio del gas de 3 dólares por millón de BTU. Como el precio del gas que pagan las industrias en abril es, en realidad, mucho más barato (en algunos casos ronda la mitad de ese valor), la suba de la factura a partir de mayo para los grandes usuarios superará en algunos casos el 130%. En el caso de las industrias, el aumento del Valor Agregado de Distribución (VAD) superará el 50%, prácticamente el doble que el que regirá para los hogares.