Distintos informes demuestran que la perforación de pozos aumenta mes a mes desde la inactividad total que se registró en abril del año pasado, cuando se decretó el Aislamiento Obligatorio como consecuencia de la irrupción de la Covid-19. Sin embargo, la actividad es menos de la mitad de la que había en agosto de 2019, cuando el gobierno del ex presidente Mauricio Macri congeló el precio del crudo y de los combustibles. A su vez, el último informe de YPF revela que la recuperación de la producción en la petrolera estatal está motorizada por la actividad en el shale, en tanto que la de los pozos convencionales continúa retrocediendo.
De acuerdo a la información brindada a EconoJournal por una empresa de equipos torre, en enero de este año había 34 equipos de perforación activos en todo el país. Se trata de 5 equipos más que los registrados en diciembre, cuando llegaban a 29. Incluso, representa más del doble que en el mes de septiembre del año pasado, cuando apenas eran 16. Sin embargo, todavía no alcanzó los niveles pre pandemia, si se tiene en cuenta que en febrero del año pasado había 49 equipos activos.
Si se lo compara con los niveles de actividad registrados antes del Decreto 566/19 que congeló los precios de crudo y combustible, publicado en agosto de 2019, la actividad sigue muy por debajo de aquellos tiempos. En ese mes, se registraron 71 equipos de perforación activos y a partir de ahí la caída no se detuvo hasta enero de 2020, cuando había 47 equipos en acción.
Convencional y shale
En el caso específico de YPF, un reciente informe elaborado por la compañía acerca de la evolución de su producción muestra que la actividad global todavía no alcanzó los niveles previos a la pandemia. En el último trimestre del 2020, la producción fue un 17% inferior a la del primer trimestre de aquel año. Y con respecto a 2019, la caída global del año pasado fue de un 9%.
Al poner el poner el foco en la disquisición entre producción convencional y no convencional, se observa un comportamiento bien disímil. En el caso del shale, la producción del año pasado fue un 9% superior a la de 2020. En tanto que en la producción de los pozos convencionales se observó un desplome interanual del 12% en 2020.
Esa tendencia a la baja continúa durante el corriente año, ya que en enero la producción promedio diaria fue un 17% menor a la media de todo el 2019. En el shale, en cambio, la producción del primer promedio del primer mes de este año fue 2% superior a la media de 2019.
Al tomar la producción de la petrolera bajo control estatal desde 2017, se observa que la tendencia a la baja del convencional es cada vez más marcada. En aquel año, producía 424.000 barriles diarios contra los 306.000 del 2020. Del mismo modo, se observa un aumento notable en los no convencionales: de los 37.000 barriles diarios de 2017 a los 101.000 registrados durante el año pasado.