Iberdrola ha decidido apretar el acelerador de la inversión para duplicar su tamaño y su beneficio al final de esta década. La compañía energética ampliará el plan inversor actual de 75.000 millones hasta 2025 para alcanzar los 150.000 millones de aquí a 2030. De esta forma, espera alcanzar una potencia instalada de 95 GW al final de la década, el triple de la actual, y prevé llegar a 60 GW en 2025. Asimismo, contará al final del periodo con una base de activos regulados de 60.000 millones (47.000 millones en 2025). Al cierre de 2020, el valor de estos activos ascendía a 31.100 millones y en 2021 crecerá hasta los 36.000 millones (un 16% más) con las aportaciones de las operaciones en fase de integración (PNM Resources, en Estados Unidos, y la distribuidora CEB-D, en Brasil).
El año pasado, la empresa aceleró sus inversiones para dar respuesta a los retos de la transición energética hasta alcanzar un récord de 9.246 millones, un 13% superiores a las del ejercicio anterior. El 91% de este volumen se destinó al desarrollo de proyectos renovables y redes eléctricas.
El esfuerzo inversor y la evolución operativa impulsaron el beneficio neto del ejercicio hasta los 3.610,7 millones, un 4,2% más. El crecimiento habría sido del 10% si se excluye el impacto de la covid-19, que fue de 238 millones durante el ejercicio. Las inversiones previstas y la evolución de los negocios a 2030 permitirían a Iberdrola alcanzar un beneficio neto de 5.000 millones de euros a 2025 y de alrededor de 7.000 millones a 2030. En 2021, la compañía estima alcanzar un beneficio neto de entre 3.700 y 3.800 millones.
El crecimiento en los resultados permite a Iberdrola proponer una retribución al accionista con cargo a 2020 de 0,42 euros por acción, un 5% más que en 2019. El consejo de administración propondrá a la junta de accionistas la aprobación de un reparto de dividendo complementario, de 0,252 euros, que se sumarán a los 0,168 euros abonados en concepto de dividendo a cuenta. Para 2021, prevé la distribución de un dividendo de 0,44 euros, que aumentará a 0,56 euros por acción en 2025 y a alrededor de 0,75 euros por título en 2030. Esta política de dividendo representa un incremento de la remuneración al accionista del 40% en el período 2019-2025 y de aproximadamente el 90% entre 2019-2030.
El beneficio bruto de explotación (ebitda) fue de de 10.715 millones (un 8% más), si se excluye el impacto de 218 millones de la covid-19 y el efecto del tipo de cambio, que ha sido de 487 millones. Por negocios, el 75% del importe total procede de áreas reguladas (redes) y renovables, mientras que, por geografías, un 76% proviene de países con rating A. La eólica marina aporta 585 millones en este capítulo, tras crecer un 72%.
Hidrógeno verde
Para Iberdrola, otro gran vector de crecimiento será el hidrógeno verde. Ya desarrolla varios proyectos que permitirán la descarbonización de la industria y el transporte o la movilidad pesada en España y el Reino Unido. La compañía ha presentado, además, 53 proyectos al programa Next Generation EU, que activarían inversiones de 2.500 millones para alcanzar una producción anual de 60.000 toneladas al año de hidrógeno verde.
Estos proyectos permitirán acelerar inversiones y la reactivación económica y el empleo a corto plazo y, a medio plazo, la transformación del tejido industrial. La compañía lidera 150 propuestas, que movilizarían 21.000 millones de inversión en España en proyectos de generación verde, redes inteligentes, almacenamiento y eficiencia energética a través de la electrificación. Con ellos, prevé generar 45.000 empleos, movilizarían a 350 empresas y contribuiría al crecimiento del PIB nacional en un 1,5%. Además, la balanza de pagos mejoraría en unos 1.000 millones de euros al año.