La decisión del gobierno nacional de congelar las tarifas de energía hasta fin de año podría llevar a la Argentina a tener que importar u$s 3000 millones de gas licuado en 2022, de acuerdo a estimaciones realizadas por la consultora internacional Wood Mackenzie. “A diferencia de lo que sucedía anteriormente, actualmente el 40% de la producción proviene de campos no convencionales, que están en fuerte declive. Esto indica que la escasez de suministros será abrupta y rápida. Por lo tanto, es probable que el próximo año el país necesite otra terminal de gas licuado y que las importaciones aumenten a u$s 3000 millones en 2022”, afirma en el informe Mauro Chávez, analista principal de Wood Mackenzie.
En el informe, la consultora señala que “Enargas, la agencia nacional reguladora del gas, utiliza un tipo de cambio de $ 42 por dólar para los precios del gas a usuarios, cuando hoy en día el tipo de cambio es superior a $ 70. Además, Enargas no ha revisado sus tarifas de transporte y distribución desde abril del año pasado”. Y a continuación, traza un paralelismo con lo sucedido en 2002. Chávez señala que ese momento “el gobierno limitó los precios a los usuarios finales en un intento de impulsar la economía. Sin embargo, la regulación de precios no resultó rentable para los productores y la inversión inicial se estancó, haciendo que disminuya la oferta. La caída en la producción eventualmente creó escasez de oferta, y finalmente el gobierno introdujo subsidios a los precios del gas en 2013 para revivir el sector de exploración y producción del país. Argentina parece estar reviviendo el enfoque adoptado en 2002. La nueva administración está introduciendo una intervención para limitar los precios del gas y apuntalar la economía. Pero como nos ha demostrado la historia, habrá una respuesta de disminución de la oferta”, afirma el analista.
Frente al programa Plan Gas 4 que estudia lanzar el Gobierno para impulsar la producción de gas, el reporte de Wood Mackenzie marca algunos reparos como precios insuficientes para nuevos proyectos, incertidumbre a largo plazo, competencia desleal y subsidios cruzados indiscriminados. “La combinación de la transición energética y el potencial que Argentina tiene tanto en Vaca Muerta deberían impulsar un cambio hacia un mercado impulsado por la eficiencia. Esta impulsaría la inversión, el empleo, las regalías y ayudaría a la balanza comercial, beneficiando finalmente Argentina en su conjunto”, cierra Chávez en su informe.
Un comentario
Interesante, pero hay en la nota alguna hipótesis de precios y cantidades a importar en 2022? Es posible acceder al informe directamente? Muchas gracias y saludos