La cantidad de equipos de perforación destinados a petróleo en el país cayó un 27,9 por ciento en 2019, según información suministrada por la firma Baker Hughes. El derrumbe se produjo después de las elecciones primarias del 11 de agosto, cuando el gobierno de Mauricio Macri dictó el decreto 566/19 que congeló el precio del crudo y los combustibles por 90 días.
En diciembre de 2018 operaban en el país 61 equipos, esa cifra bajó a 55 en febrero y se mantuvo relativamente hasta junio. En julio y agosto repuntó levemente trepando a 59 equipos, pero en septiembre los equipos cayeron a 44.
Las petroleras reaccionaron al congelamiento primero frenando la actividad y luego directamente dando de baja el 25,4% de los equipos en apenas un mes, situación que provocó una conmoción en el sector por el impacto que provoca en el empleo.
Una torre de perforación emplea a 21 operarios ya que son tres turnos de siete trabajadores cada uno. A esa cifra hay que sumar dos supervisores de equipo, dos mecánicos, dos electricistas y dos soldadores. A su vez, cada equipo genera seis empleos indirectos (supervisor de campo, de mantenimiento, de seguridad y ambiente y administrativos). A esos 35 puestos de trabajo se le agregan otros servicios como cementación, direccional y fracturas que emplean a unas 40 personas más. Por lo tanto, cada equipo que se da de baja son unos 80 puestos de trabajo menos.
Los 15 equipos retirados en septiembre afectaron a unos 1200 trabajadores y si bien luego la situación se estabilizó esos puestos no se recuperaron.
Las perspectivas para este año tampoco son alentadoras, pues apenas asumió el gobierno congeló las tarifas de luz y gas y luego hizo lo propio con los combustibles. Además, no hubo avance en con ninguna de las iniciativas que se habían prometido para reactivar al sector, como la ley para blindar las inversiones en Vaca Muerta. A su vez, desde comienzos de año el precio del barril de crudo tipo Brent bajó de 68 a 53 dólares, en gran parte por el impacto del coronavirus. Por lo tanto, en el sector son pesimistas al momento de pronosticar una recuperación.