En tiempo récord, TGS culminó las obras que comenzaron hace 15 meses en Vaca Muerta: la construcción de un gasoducto de 150 km y una planta de acondicionamiento, que permitirán captar el gas no convencional de la Cuenca Neuquina e inyectarlo a los gasoductos troncales de transporte, para abastecer a todas las regiones del país.
TGS finalizó la obra que la consolida como el Primer Midstreamer de Vaca Muerta: construyó un gasoducto y una planta de acondicionamiento en Tratayén, provincia del Neuquén. Estas obras son fundamentales para la evacuación del gas producido en Vaca Muerta.
El gasoducto de 150 km, que atraviesa 30 áreas productivas de la formación, permitirá el transporte de hasta 60 MMm3/d, que serán acondicionados en la planta construida en Tratayén, previo a inyectarlo a los sistemas de transporte regulados. La capacidad de acondicionamiento inicial de esta planta es de 5 MMm3/d, y será ampliada en el futuro mediante la instalación de módulos que acompañarán el ritmo de desarrollo de las reservas.
TGS ya cerró acuerdos para transportar gas de siete áreas productoras diferentes y está en conversación con productores para sumar nuevos bloques e incluso extender el gasoducto.
“La culminación de esta obra es un orgullo inmenso para todos los que formamos TGS, porque fue pensada en 2016, y en octubre de 2018 hicimos realidad el comienzo de la obra. Es el fruto del trabajo de más de 1000 personas, entre proveedores, contratistas y pymes. Quiero destacar la confianza de nuestros accionistas y la colaboración constante de los gremios vinculados y del gobierno de la provincia del Neuquén”, afirmó Oscar Sardi, CEO de TGS.
Cabe destacar que es un proyecto a riesgo, ya que se han invertido US$ 300 millones, con visión de largo plazo, ofreciéndole a los productores una solución integral al transporte de gas, basado en la eficiencia de la construcción de infraestructura de captación a gran escala.