Cuando en 1907 Amedeo Tormene comenzó en la ciudad italiana de Padua con un taller de fundición de metales no ferrosos, posiblemente no imaginó que 112 años después su nombre estaría vinculado a una de las únicas cinco empresas del mundo que provee, de manera integral, ingeniería y servicio para la separación, regulación y medición en las estaciones de gas natural. El salto se dio en la década del 30, cuando en Italia se descubrió el gas natural y aquel taller comenzó a fabricar las primeras válvulas de gas. Desde ese momento, la expansión de Tormene fue a escala global e incluyó a la Argentina. «Mi padre vino por primera vez al país en 1959 para hacer la planta reguladora de Fiat, en Córdoba, que es la misma que sigue utilizando en la actualidad. Esa relación con la Argentina se interrumpió durante algunos años; a mitad de la década de 1990 conocí a nuestro socio argentino y creamos Tormene Americana. De ahí nació la parte sudamericana que desde Argentina se expandió a Brasil, Perú y Colombia. Pero la cabeza de playa sigue siendo Argentina», afirma Alvise Tormene, nieto de Amedeo y actual CEO de la compañía.
La singularidad de Tormene Americana es que brinda un servicio completo a los clientes desde el inicio del proyecto hasta la puesta en marcha de la estación de gas. El crecimiento constante que evidencia la compañía es consecuencia de contar con el know-how, la experiencia y el profesionalismo necesarios para emprender estos proyectos.
La estación de filtración, regulación y medición para gas natural es uno de los productos que brinda Tormene. Están construidas sobre skid metálico con estilo modular que facilita su transporte e instalación en obra, incluyendo su instrumentación y control. Otros de los productos son las estaciones de acondicionamiento de gas para centrales termoeléctricas y redes de distribución.
¿Cómo es el método de trabajo de Tormene para la puesta en marcha de las estaciones de gas?
—Habitualmente, el cliente nos manda las especificaciones y nosotros les hacemos una oferta que incluye las reguladoras que fabricamos en Argentina y China. Toda la parte de ingeniería es nuestra y la fabricación es tercerizada. Eso pasa por la cultura típicamente italiana. Allí tenemos muchísimas compañías que están acostumbradas a trabajar para otras empresas, son proveedoras de mano de obra o de pequeñas actividades mecánicas. Para las plantas que armamos en el país, las reguladoras vienen de un proveedor argentino que fabrica bajo licencia nuestra. Para la parte de equipos contratamos distintos proveedores –que habitualmente son los mismos cinco o seis– y que depende del tamaño de los proyectos que nos demandan.
¿Cambia mucho el proceso de instalación entre una planta y otra o es un trabajo estandarizado?
—En lo que tiene que ver con las plantas distribuidoras de gas, el método de trabajo es muy parecido, ya que las especificaciones son bastante similares. Pero en relación con las usinas eléctricas, el trabajo se hace más particular porque los sistemas son mucho más sofisticados. Las plantas que nosotros instalamos para una usina eléctrica resultan un componente mínimo desde los costos. Pero lo cierto es que, si la planta no funciona, no funciona nada. Por lo tanto, su desempeño resulta determinante para la usina.
¿Cuál es la participación de Tormene en la construcción del gasoducto que unirá Vaca Muerta con Rosario?
—Varios de los constructores que participan del proyecto nos están solicitando que les pasemos presupuestos para la provisión de las instalaciones de superficie, donde vamos a tener la posibilidad de participar. En cada lugar de entrega del gasoducto hay un puesto de medición, y en cada uno de ellos están las distintas etapas de separación, regulación y medición. Si bien en el gasoducto lo más impactante es su extensión, en el inicio de la obra se necesitan equipos de separación, y lo mismo en los puntos de entrega. Ahí es donde nosotros vamos a estar participando y constituye una inversión importantísima.
¿En qué consiste el Sistema Plexor que acaban de lanzar al mercado, destinado a las auditorías o a las inspecciones de las plantas reguladoras?
—El Sistema Plexor es un dispositivo que evita el detenimiento de la producción al momento de analizar el funcionamiento de una planta. La forma tradicional de trabajar en los controles tiene que ver con desarmar parte de los skid de medición para llevarlos a un banco de pruebas y revisar su funcionamiento. En cambio, el Sistema Plexor que nosotros ofrecemos, se colocan unos conectores de una computadora que hace un análisis de cómo está funcionando cada uno de los elementos, sin necesidad de desarmar nada ni de suspender la producción.
¿Y qué recepción ha tenido esta nueva aplicación en el sector?
—Sinceramente, la respuesta ha sido muy buena. Hemos llevado nuestro sistema al Ente Nacional Regulador del Gas. Les contamos de qué se trata y les encantó. Les pareció que resulta muy apropiado aplicar este tipo de tecnologías nuevas al mantenimiento preventivo y predictivo de las estaciones. Ahora estamos haciendo algunas pruebas y empezando a brindar el servicio en las distintas distribuidoras con las que trabajamos. Nuestra expectativa es captar todo el mercado porque no existe nada parecido a esto en Argentina.
¿Cuál es el beneficio que les aporta a las distribuidoras la aplicación de estos equipos?
—En general, las distribuidoras tienen un plan de mantenimiento que consiste en sacar la válvula, revisar los repuestos y reponer los que sean necesarios. Y ponen nuevamente la válvula. Con este sistema, sin detener ningún funcionamiento, hacen un análisis de la unidad que están probando. Al repetir las pruebas, el sistema va marcando las curvas de respuesta de los equipos. Al marcar la curva, indica también cuál es el momento de hacerle el mantenimiento. Marca si anda bien o si anda mal, y el desgaste que va teniendo. Si esa cuerva es más agresiva o menos agresiva, va previendo cuándo es necesario cambiar alguna pieza. De esa manera mejora la eficiencia. ×