El desarrollo de Vaca Muerta está vinculado centralmente a operadoras y empresas de servicios, pero en la cadena de valor de Oil & Gas, las pequeñas y medianas empresas nacionales tienen un papel importante para jugar. El Diario de la AOG, editado por EconoJournal, conversó con tres ejecutivos de Pymes que están en plena actividad de la mano de los no convencionales de la Cuenca Neuquina. Se trata de Eduardo Borri, presidente de la firma Bertotto Boglione y titular de la Cámara de Industriales Metalúrgicos y de Componente de la Provincia de Córdoba, quien además es director del Clúster de Petróleo, Gas y Minería de esa provincia; y vicepresidente de la Cámara de Fabricantes de Máquinas y Equipos para la Industria (CaFMEI); y Leonardo Brkusic, director del Grupo Argentino de Proveedores Petroleros (GAPP). Los ejecutivos analizaron la participación que vienen teniendo las Pymes en Vaca Muerta, el impacto que les provocó el congelamiento del precio del petróleo, las consecuencias del Decreto 629 que viabilizó la importación de equipamiento usado y los desafíos a mediano y largo plazo.
¿Cuál es el aporte con el que las Pymes pueden contribuir al desarrollo de Vaca Muerta?
Borri: Las Pymes locales pueden contribuir a realizar innovaciones y a bajar costos. Hay empresas muy grandes prestando servicios que por su tamaño resultan ineficientes. A veces, las empresas de menor tamaño pueden ser más flexibles y competitivas.
Montefiore: Las Pymes integran diversas cadenas de valor de distintos sectores productivos y están sólidamente establecidas, tanto desde la perspectiva tecnológica como patrimonial. Los fabricantes locales cuentan con áreas de ingeniería dado que el factor tecnológico resulta crítico para ser proveedor del sector de petróleo y gas. Entre sus principales roles se encuentra la posibilidad que tienen las Pymes de trasladar su conocimiento a otras empresas y derramar su experiencia a través de asociaciones de la cadena de suministros. Ayudan a reducir costos, aumentan el empleo directo e indirecto, tanto en la industria manufacturera como en la de servicios.
Brkusic: Como demostró el caso de Loma Campana de YPF en sus orígenes y luego el desarrollo de Fortín de Piedra de Tecpetrol, dos áreas que requirieron rápidos tiempos de respuesta en su desarrollo, las Pymes nacionales han dado soporte permitiendo que se cumplan los plazos y la calidad demandada a costos competitivos. La alianza con proveedores locales es fundamental por tiempos de respuesta, adaptabilidad a los proyectos y soporte en campo. Las Pymes locales están comprometidas con el desarrollo del no convencional y también con la reactivación de los campos convencionales maduros, al amparo de los cuales se desarrollaron.
¿Cuáles son hoy los principales desafíos que enfrentan las Pymes que participan del sector hidrocarburífero?
Borri: El principal desafío es el costo del financiamiento, y a esto debe sumarse la decisión de grandes empresas a considerar, en algunos casos, la importación de equipos del exterior, incluso a mayores costos.
Montefiore: Los principales desafíos tienen que ver con la competencia internacional de economías que no son de mercado, las políticas de compra orientadas por el nivel de precios, la falta de conciencia de las petroleras y empresas de servicios, de lo que significa su poder de desarrollo de una cadena de valor, en especial la falta de conocimiento de la capacidad de la industria local para ser parte de sus proyectos. Sumando a esto, el esquema impositivo argentino como factor de pérdida de competitividad y la caída de las exportaciones.
Brkusic: El costo argentino sigue siendo el principal tema a considerar y debe armonizarse entre todos los actores de la cadena del sector de Oil & Gas de manera integral, desde operadoras, empresas de servicios y fabricantes de equipamiento hasta las Pymes proveedoras de insumos que dan inicio a la cadena. A esto debe sumarse la agresiva búsqueda de mejoras de costos con proveedores de otros orígenes que lesionan seriamente a la cadena local. Esto se potencia con medidas como la «pesificación» de contratos y la importación de equipos usados.
¿Qué tipo de inversiones realizan las Pymes para dar soporte a la industria de petróleo y gas?
Borri: La industria local invierte fuertemente en diversos desarrollos de productos, nuevos equipos, customización a medida y adecuación de su oferta productiva.
Montefiore: En general, las inversiones de las empresas provienen de la propia rentabilidad. Asimismo, invierten el dinero ahorrado en activos fijos como máquinas, edificios, entre otras cosas, también en investigación y desarrollo, en capacitación y en personal.
Brkusic: Las Pymes han estado efectuando inversiones productivas, como bienes de capital, plantas y recursos humanos en la primera oleada de Vaca Muerta. Han avanzado en sumar más tecnología y en realizar inversiones en predios operativos en Neuquén en los años recientes. Es una industria que exige empresas dinámicas y es lo que propiciamos desde GAPP con proyectos logísticos en Neuquén para pequeñas y medianas empresas que solas no pueden por los altos costos fijos básicos a asumir. Además, hay que destacar la modernización de nuestras empresas invirtiendo en proyectos de industria 4.0 y en programas de gestión de talento para recursos humanos. Todo esto para lograr mejores costos, mayor productividad y brindar mejor soporte a Vaca Muerta y la industria en general.
¿Cómo impactó en el sector el congelamiento del precio del petróleo?
Borri: Genera un malestar. Se han trasladado a la cadena de valor las mismas medidas que afectaron a las operadoras de manera unilateral y esto necesariamente requiere un análisis previo y evaluar las particularidades de cada caso. Además, se necesita un análisis específico para servicios y otro para bienes.
Montefiore: Un acuerdo entre petroleras y el Estado para fijar un tipo de cambio de combustibles de $ 46,69, que se trasladó a los proveedores, sumado a que el dólar de importación y exportación es de u$s 58 o 59, implicó que se trabaje para exportar petróleo al dólar real, mientras en el mercado interno se paga a los proveedores un dólar irreal de $ 46,69. Si lo que se produce va a exportación, entonces las petroleras tuvieron un impacto negativo parcial. Lo más complicado para los proveedores tiene que ver con que, según el producto o servicio, un porcentaje de sus costos se basa en componentes o tecnología importada que se paga a un tipo de cambio de $ 58 por dólar y se les cobra a algunas petroleras a $ 45, teniendo que vender a pérdida sin acuerdo previo.
Brkusic: Plantea serias dificultades a la cadena, y en particular al eslabón más frágil y el que más empleo genera, como son las Pymes, con 100.000 puestos de trabajo de alto valor agregado en la Argentina. Las Pymes comprenden los perjuicios que el Decreto 566 y 601 ocasiona a las operadoras en la producción de petróleo y están para apoyar como cadena unificada, pero no pueden absorber estos niveles de pérdidas.
¿Cómo afectó esa decisión a la cadena de pagos?
Montefiore: Esta situación creó mucha incertidumbre, frenó la cadena de pagos y entregas de productos y desestabilizó el mercado.
Brkusic: La medida tomada en consecuencia por operadoras y empresas de servicios de trasladarlo a la cadena, además de ser objetable en términos del marco normativo y legal vigente, implica responsabilidades fiscales, contractuales, afecta inversiones y fija condiciones discriminatorias frente a proveedores internacionales. Asimismo, se aplica para proyectos de gas que no están alcanzados por el decreto y hasta en las unidades de energía eléctrica térmica y de energías renovables de alguna operadora. Si bien se van abriendo negociaciones directas con cada proveedor, esto llevará a generar nuevas condiciones discriminatorias respecto de otros proveedores locales también afectados. Esto quiebra el equilibrio en términos generales de la cadena de valor y daña seriamente la salud de las empresas, sobre todo las Pymes, no solo por pérdidas por tipo de cambio, sino porque se está frenando la actividad. Entendemos que el Estado nacional debería arbitrar buenos oficios y sentar las bases de un marco de igualdad ante las dificultades. Para ello, en conjunto con diez cámaras ligadas a servicios y bienes del sector, se convocó al ministro de Producción, Dante Sica; al de Hacienda, Hernán Lacunza, y a autoridades de CEPH, CEOPE e YPF para analizar la situación.
¿Qué balance realizan de la operatoria prevista por el Decreto 629, que viabilizó la importación de equipamiento usado para facilitar la oferta en el mercado local de tecnología de punta?
Borri: Entiendo que debería haberse limitado a menos posiciones arancelarias e incluir solamente aquellas no producidas en el país. Creemos que benefició a unas pocas grandes empresas de servicios y perjudicó a las empresas de servicios más chicas o nacionales sin acceso a equipo amortizado del exterior. Este decreto no debió haberse renovado. Hubiese tenido sentido por un tiempo limitado. El desarrollo de Vaca Muerta debe ser contemplando a toda la industria y no a una sola parte de su cadena.
Montefiore: La importación de bienes usados es nociva para la industria de cualquier país. Debilitó la cadena de valor de equipamiento para la industria energética, generó la pérdida de soberanía tecnológica en la explotación de formaciones no convencionales como Vaca Muerta al crear dependencia de tecnología de proveedores extranjeros. Provocó la fuga de divisas al girarlas al exterior para pagar por equipos usados que pueden ser provistos localmente. Aumentó el costo de extracción de gas y petróleo argentino en comparación con otros países al utilizar tecnología en desuso que fue importada sin restricción en la Argentina. El sector apoyó esta medida «temporal» para estimular la inversión y el desarrollo de Vaca Muerta, esperando una segunda etapa de desarrollo local.
Brkusic: Desde GAPP entendemos que puede contemplarse para importación de grandes equipos petroleros, como equipos de perforación horizontal y aquellos que no cuentan con producción en el país, pero el 94% de las posiciones, que es prácticamente la totalidad, tienen fabricación local. Desde ya, la industria local produce equipos nuevos, condición que no se puede modificar, por lo que evaluarlo en las mismas condiciones implica, en la práctica, competencia desleal. Comprendemos las dificultades de costos de la industria para potenciar la actividad, pero este problema se da fundamentalmente en los servicios petroleros, los cuales no han reducido costos por la importación de equipos y materiales usados. Según recientes estudios de la consultora IHS Markit, los costos de completación locales son similares a los de Permian (EE.UU.); los de los facilites son incluso menores en la Argentina que en Permian, que es donde entran en consideración la mayor parte de los equipos nacionales. La diferencia en el well cost se da fundamentalmente en la perforación, donde los costos son 33% mayores. Otro tema no menor tiene que ver con la certificación de materiales y equipos, y la obsolescencia de tecnologías y costos operativos derivados, de menor eficiencia, dado que no se importan equipos nuevos, sino usados de hasta 10 y 20 años. ←