El peso registró ayer su mayor devaluación diaria desde 2015: perdió un 23% de su valor en la jornada posterior al triunfo de Alberto Fernández en la PASO y cerró a 57,50 pesos tras alcanzar picos superiores a los 60 pesos. La disparada del dólar provocará un nuevo aumento de los combustibles. La decisión es inminente y se materializará antes de fin de semana. Será YPF, el mayor jugador del mercado con una participación cercana al 60%, la que primero mueva los precios de las naftas y gasoil en surtidores. Así lo confirmaron a EconoJournal tres fuentes privadas sin contacto entre sí.
La petrolera controlada por el Estado subirá sus precios en la banda del 5 por ciento. Podría ser un poco más o un poco menos. El número fino para cada tipo de producto se definirá en las próximas horas en función de cómo evolucione hoy el tipo de cambio en el transcurso del día. Raízen (Shell), Axion y Puma, las otras refinadoras de petróleo, seguirán la misma senda.
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el litro de Infinia alcanzó los 50,43 pesos, mientras que la Súper 43,71. Por su parte, la Infinia Diesel se comercializa a 47,92 pesos y la D500 a 40,94.
La decisión de YPF ya fue validada por el alto managment de la petrolera, que está preocupado por cuidar lo más posible el flujo de caja de la empresa, pero al mismo tiempo está consciente de que el aumento no puede ser demasiado significativo. “El mensaje de las elecciones no fue sólo para el gobierno. La gente está harta, no podemos obviar esa realidad”, admitió un encumbrado directivo de la industria.
Tras la suba del dólar se acentuó el atraso del precio de los combustibles locales con relación a la paridad de importación. En el caso de YPF, que ofrece los valores más baratos del mercado, la diferencia con el import parity supera el 25% en algunos productos. Sin embargo, una suba de dos dígitos está descartada. “Tenemos que ir recuperando paulatinamente los precios en relación con la referencia internacional. La situación económica no permite recuperar más rápido ese gap. Las ventas en surtidores están en baja, así que tampoco hay margen por ese lado”, expresó una de las fuentes consultadas.
El plan de YPF es incrementar moderadamente sus precios al menos una vez por mes hasta tanto alcanzar la paridad de los combustibles importados. Fue, en rigor, lo que hizo YPF para recuperar el desafasaje de los combustibles cuando el dólar salto hasta 40 pesos durante el segundo cuatrimestre de 2018.
Aguas abajo
En los hechos, lo que empezó a vislumbrarse ayer es que no hay precio de venta del crudo entre petroleras no integradas y refinadoras. Los primeros entregan el hidrocarburo pero no facturan ante la imposibilidad de establecer un precio del petróleo. Los productores quieren esperar primero cómo se estabilizar la cotización del dólar, la variable que más preocupa a las empresas.