Diego Manfio piensa: «Antes el líder, el capitán del barco, se hundía con la nave. Hoy es un remador de kayak: sube, baja, sortea obstáculos… Y es tipo rafting: están todos remando». «No trato de ser un líder patriarcal, de los de antes. Intento ser remador de kayak», se define. Ingeniero industrial, recibido en la Universidad Católica de Córdoba, realizó un Máster en Finanzas en la Universidad del CEMA y pasó tres años por General Electric para «no ir derecho de la universidad a trabajar en la empresa de la familia», cuenta.
En 1979, su padre fundó Ingeniería SIMA, empresa de la que hoy es VP Ejecutivo. Desde Neuquén, la compañía se expandió impulsada por la industria energética, principalmente, y también la minería, ya sea para ejecutar proyectos como para contratar sus servicios. Hoy, con 750 empleados en forma estable, tiene cuatro unidades de negocios: Petróleo & Gas; Suministros; Nuevos Negocios; e Invap Ingeniería, de la que es accionista luego de haber adquirido, en 2010, el 20% de esa filial de la empresa estatal. «Cuando uno hace algo, ya lo apalanca con toda su estructura, su conocimiento. No es un start up nuevo, armar una sociedad, con todo lo que eso implica en la Argentina. A esta altura, uno ya pone todo en marcha y lo hace más rápido. Eso es lo que ganamos», identifica la que, entiende, es su principal ventaja comparativa.
En estos días, en el umbral de las cuatro décadas de existencia, la empresa camina hacia nuevos horizontes. Distinguió la luz verde que, en sus planes de crecimiento, le da Vaca Muerta y también las energías renovables. Lo que implica, asimismo, desafíos propios. Como el armado de equipos, con gente nueva y, a la vez, de confianza, para iniciativas en las que hay muchas más páginas en blanco que escritas.
MANAGEMENT
«El recurso humano es clave en cuanto al know-how que uno puede aplicar. Armar equipos es un tema fundamental en la compañía», destaca Manfio desde las oficinas de la empresa en Puerto Madero. «Ése es nuestro desafío: integrar equipos y tener el recurso humano apropiado. Porque vivimos en el interior, somos una compañía chica en el petróleo (al lado de las grandes, que son las operadoras). Eso siempre conlleva brindarle algo más al ingeniero, al profesional. Lo cual es una gran motivación porque ahí es cuando aplico cuestiones de management», asegura.
Hoy, Ingeniería SIMA, cuenta Manfio, ataca dos frentes: obras (construcción de infraestructura) y servicio (operación y mantenimiento de un yacimiento). «Ahí, aportamos todo el personal de campo; toda la operación en área para ser una especie de main contractor, un contratista principal», apunta; la raíz histórica de la compañía, desde que el padre de Manfio hizo –en el área Entre Lomas– outsourcing de lo que, en ese momento, era Petrolera Perez Companc (la actual Entre Lomas). «Esos dos ejes nos fueron consolidando como empresa», describe. Entre Lomas, El Trapial, San Jorge Petroleum (Confluencia Sur), ExxonMobil (Bajo del Choique y La Invernada), Oldelval son algunas de las operaciones que enumera. También, Vale do Rio Doce, que contrató a SIMA para que brinde el mantenimiento del activo, y el área Medanito, que era de Petrobras y ahora pertenece a Vista Oil&Gas, la petrolera creada por el ex presidente de YPF Miguel Galuccio. Lindero Atravesado, Shell (Sierra Blanca y Cruz de Lorena), Wintershall (Aguada Federal y Bandurria Centro) son otros campos en los que presta servicios.
«En Bandurria Centro, por ejemplo, tenemos un servicio de operación piloto. Es decir, un servicio de pequeño personal permanente, de 10 a 12 personas, que están con una operación chica, piloto, esperando el futuro desarrollo», ilustra. «Le armamos la explotación de producción temprana. La operamos en el durante. Combinamos el hecho de ser constructor de facility y empresa de servicio de operación y mantenimiento. Nos da una muy buena sinergia porque podemos operar aquello que construimos. Podemos dar un servicio de solución llave en mano», subraya.
Diversidad
La diversidad de frentes que implica su negocio hizo que Ingeniería SIMA adquiriera cierta gimnasia y flexibilidad. «Si uno no puede cambiar la realidad, debe adaptarse, mejorarla y buscar eficiencia con estas reglas de juego», indica Manfio. En tal sentido, opina: «La productividad laboral tiene que ser una preocupación permanente de los empresarios que estamos en el sector de la energía porque Vaca Muerta presenta oportunidades sólo a quien es eficiente». En consecuencia, se considera en la curva de aprendizaje. «Empresas como nosotros, cuando empezamos algo nuevo, le ponemos nuevas formas de management. Si no, no iniciamos. Porque, si hoy se comienza algo ineficiente, no logrará productividad. Entonces, si se empieza, debe hacérselo con eficiencia, a bajos costos. Como tiene que ser. Siempre de menos a más. Esto se debe tener en cuenta en todo lo que ocurre en Vaca Muerta», explica.
Para él, el yacimiento, el promisorio billete de lotería para la economía argentina, es una «oportunidad distinta». Una que, dice, «el país no tenía hasta ahora». «No sólo por Vaca Muerta en sí, también por la demanda de hidrocarburos, que se mantiene pujante», observa. «La oportunidad es hoy por eso. Y además la chance que nos da el mundo de tener la tecnología disponible. Los empresarios argentinos tenemos que tratar de aprender rápidamente. De ser perseverantes, también. Es una cuestión de ser emprendedores».
De ahí, agrega, la necesidad de entender los tiempos que necesita una empresa para desarrollar toda su inversión. «No se le puede pedir a YPF que vaya más rápido de lo que va. Y uno se tiene que adaptar. Por eso, es clave estructurarse eficientemente de entrada».
Hoy, dice, Ingeniería SIMA intenta ser un eslabón entre las operadoras grandes y las empresas de servicios de esa dimensión, como Schlumberger, Halliburton o Baker. El secretario de Energía, Javier Iguacel, incentiva a empresas locales del sector metalmecánico o de servicios a que desembarquen en el negocio de completación de pozos con equipos de fractura o coiled tubing.
«Sí, pero no es fácil», recoge el guante. «Lo que uno sí puede hacer es complementarse. La arena y el agua son un ejemplo. Schlumberger hace la fractura. Y SIMA, todo lo que las empresas de servicios especiales no realizan y la operadora necesita. En el caso de Schlumberger, la logística de arena y de agua. Complementamos toda esa actividad que falta. Tratamos de ser un eslabón necesario entre la operadora y las empresas de servicios grandes. Por eso, ahora trabajamos con compañías con las que antes no: Schlumberger, Halliburton, Baker, Waterford, Calfrac. Buscamos complementarnos en lo que estas empresas grandes no tienen y necesitan de una empresa local».
En ese sentido, conoce a fondo el terreno. Como un baqueano. «Vivo en Neuquén porque creo que las empresas tenemos que ser más federales y vivir en el interior. No todo tiene que pasar por Buenos Aires», define. Parte del ADN de la compañía. Como el concepto «capital, obra y operación», señala. Bajo ese marco, SIMA lanzó su línea de agua de fractura. Después, Arena: capital, infraestructura –hecha en Añelo– y servicio. «Aprendimos de la mano del cliente. Tecpetrol, por ejemplo, nos dijo que quiere la arena en el yacimiento. Pero que le tengamos un stock de seguridad: si hay un piquete o algo que dificulta, se dispone del recurso en Añelo. Porque no se puede planificar una logística directa desde Entre Ríos al pozo», grafica. Resalta la necesidad de infraestructura, sobre todo ferroviaria. Por eso, dice, SIMA tomó un rol de liderazgo en este punto. «Añelo no tenía infraestructura. Es, hoy, lo que supo ser Rincón de los Sauces en los 90, en cuanto a infraestructura de servicios, de hotelería, de facilidades de logística, comerciales… Nuestro proyecto de inversión de Añelo incluye cierto concepto de responsabilidad social, de valor compartido: hicimos un shopping, trabajamos en lo comercial, conseguimos que La Anónima nos acompañe…», subraya. El arribo de la cadena de la familia Braun, cuenta, hizo que los precios locales bajen por la mera presencia de un hipermercado. «No, Federico: es Añelo», le dijo al presidente de la cadena, para convencerlo de instalar el centro ahí y no en San Patricio del Chañar, a donde ya tenía un terreno. Con el arribo de La Anónima, también el Banco Galicia –en el que los Braun son accionistas– se radicó en la localidad. La prédica, por supuesto, no está terminada. «Todavía tenemos que seguir convenciendo. Increíblemente. Aunque Vaca Muerta sea una oportunidad para la Argentina, no todo el mundo está convencido». Esto llevó a que SIMA, además, hiciera de desarrollador de real estate, desarrollando un proyecto inmobiliario con hotelería, centro comercial y lotes para vender, para todas las oportunidades que precisan los que quieren ir a Añelo.
Con años en la industria petrolera, Ingeniería SIMA tenía que haber tenido una posición privilegiada para hacer lo mismo que otros: lanzarse a la aventura de licitar por áreas en Vaca Muerta. No lo hicieron. Hay un porqué. «Supimos hacer eso en un momento en el que la Argentina tenía el concepto de las áreas marginales. Pero pasó. Lo otro (licitar en Vaca Muerta para luego revender) es más un negocio inmobiliario. No lo hicimos porque no era algo bueno para la empresa. Ni siquiera podría empezar a competir con su propio cliente. Y no está en nuestra visión meternos en su negocio. Uno de nuestros valores fundamentales es el respeto a nuestros clientes en sus negocios».
El límite, dice, también está marcado en la relación con las autoridades. «Siempre es de integridad. No me imagino a Mark Zuckerberg (Facebook) o Steve Jobs (Apple) dependiendo de un gobierno. Ellos fueron y van para adelante».
No son menciones casuales. Manfio es el referente en la Patagonia de Endeavor, fundación que es sinónimo de entrepreneurship en el mercado local. «En la Argentina, el esfuerzo del empresario emprendedor es muy alto. Por eso, hay que reconocer, y resignificar, a las empresas que están en marcha. Porque el esfuerzo de todas, de la más chica a la más grande, es enorme», reflexiona. «La gente se motiva cuando encuentra un camino de crecimiento. Es muy difícil motivarse haciendo siempre lo mismo. Vaca Muerta da esa posibilidad de crecimiento. Y no hablo del crecimiento económico, sino del personal, del desafío. De todo lo que tiene que ver con una persona», concluye. ×
La próxima oportunidad
«Renovables es la oportunidad post Vaca Muerta. Nos proyecta más el largo plazo y ahí es donde los empresarios tenemos que estar. No es sólo energía eólica, solar, biomasa. Es litio, algo más de minería, cobalto, grafito. Ahí hay oportunidades. Viendo esto del litio, hay muchas cosas que son parecidas al ámbito de la ingeniería, de la construcción, de las operaciones. Nos planteamos cómo brindar lo mismo que hacemos en la Cuenca Neuquina pero en Salta, Catamarca y Jujuy».
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yo trabaje para ing sima fue un orgullo de las mejores empresa de neuquen yo como dueño de una pyme pequeña metalúrgica fue un desafío trabajar con esta gran empresa y como dice señor MANFIO una etapa de aprendizaje y de desarrollo aprendes a no tener miedo a los desafío
gracia ing sima