Desde la promulgación de la Ley de Energías Renovables, la Argentina no sólo dio un gran paso para diversificar su matriz energética, sino que también abrió un nuevo abanico de oportunidades para la inversión de nuevos capitales extranjeros. En ese contexto, el arribo de Ingener, compañía oriunda de Uruguay, no resulta ninguna sorpresa. La empresa, tal como describe Alejandro Hunko, gerente comercial en la Argentina, cuenta con experiencia tanto en energía eólica como solar por haber sido protagonista de la transformación en el segmento eléctrico uruguayo.
Ingeniero eléctrico formado en la Universidad de Buenos Aires, Hunko tiene una pasión que excede su desempeño profesional: los caballos. «Mucha gente los compra sólo para acariciarlos, yo lo hago para subirme y cabalgar. Y aunque no siempre el caballo haga lo que le pido, disfruto de andar en él», asegura el directivo, sin comparar ese pasatiempo con la responsabilidad de manejar las tiendas de Ingener.
La organización desembarcó en la Argentina en 2016, cuando se hizo cargo del montaje eléctrico y electromecánico de la central térmica Matheu, de 250 megawatts (Mw) de potencia, para la firma APR Energy. Luego de acordar con el Grupo Frali la construcción del Parque Eólico La Banderita (emplazado en General Acha, La Pampa), ahora la constructora busca expandirse en el mercado local de la mano de las cada vez más demandadas fuentes renovables.
Mientras que en suelo charrúa la compañía tiene una facturación de u$s 60 millones, de este lado del Río de la Plata ya rubricó contratos por u$s 27 millones y este año espera saltar a los u$s 40 millones. El objetivo es duplicar el tamaño de la sede en Uruguay y facturar unos u$s 100 millones para 2021.
Café de por medio, Hunko conversó con Revista TRAMA sobre el desarrollo de las energías verdes en el país y explicó cuáles son los pasos a seguir en los próximos años. «Creo que en la Argentina hoy existe un crecimiento consolidado, gracias al cual las fuentes renovables son competitivas y los clientes buscan, cada vez más, partners que aseguren un menor plazo de ejecución de obra», señala. Ése es el escenario que busca aprovechar Ingener. «La compañía funciona bien porque tiene la capacidad de amoldarse a contratos con tiempos ajustados», destaca.
Contexto favorable
El ejecutivo destaca que el gobierno argentino está implementando uno de los procesos de cambio más fuertes desde hace años. «El sector de la energía eléctrica estaba en crisis. Desde 2016 rápidamente el Gobierno lanzó proyectos de generación térmica, que fueron exitosos. Todos se están haciendo, se están terminando. Existe una gran cantidad de oportunidades que antes no se manifestaban con semejante simultaneidad», opina Hunko.
Con la Ley de Energías Renovables y las tres subastas que se hicieron, agrega, el crecimiento a futuro parece asegurado. «En un marco caractetrizado por la baja de los precios de la electricidad, en el que las energías renovables ya resultan competitivas, confío en que las autoridades seguirán apuntalando el crecimiento del sector», se ilusiona.
A su entender, el crecimiento no se dará solamente en el área de energías renovables, sino también en el segmento de transporte en alta tensión de energía. «Estamos a la espera de los nuevos proyectos de ampliación de la red de transmisión en 500 kilowatts. Son proyectos que demandarán entre 24 y 36 meses de construcción. Existen reuniones con el gobierno para entender los lineamientos generales del pliego de licitación», explica el directivo. «También estamos en contacto con otras compañías (principalmente jugadores internacionales) que ven con muy buenos ojos estas obras y que necesitan firmas con experiencia local para resolver temas de infraestructura», adelanta.
En las grandes ligas
Ingener aspira a posicionarse como un actor de peso en el mercado local de la ingeniería y construcción sobre la base de contar con una estructura flexible y ágil. Son ventajas comparativas a la hora de participar del negocio de la energía renovable, que exige rápidos plazos de construcción y mucho dinamismo. «Por eso muchas constructoras no están deseosas de movilizar a toda su estructura en torno a un proyecto que, tal vez, si tiene problemas con su ingeniería financiera, podría postergarse o incluso cancelarse», adviente.
Ingener confía en que esa flexibilidad operativa se convierta en un principal driver de crecimiento. «Estamos participando y cotizando proyectos en distintos puntos del país. Siempre tenemos voluntad de asociación para sumar valor y robustecer nuestra propuesta de servicios y soluciones», indica el ejecutivo. Esa vocación para conformar vínculos comerciales, añade, requiere paciencia, pero también rinde frutos. «Es lo que le ha permitido a Ingener participar en proyectos de gran envergadura junto con compañías civiles de peso en el mercado argentino», recalca.
Proyecto de expansión
Antes de arribar a la Argentina, Ingener también ejecutó contratos en Bolivia como parte de un emprendimiento de crecimiento regional. La firma de contratos con la Empresa Nacional de Electricidad boliviana le permitió expandir sus fronteras en el plano latinoamericano. «En el caso de Bolivia, fue una decisión de proyecto», sostiene Hunko.
La Argentina se diferencia por la envergadura de su mercado y su potencial expansión de todo el espectro de la industria de la energía eléctrica, con foco en las renovables pero también en el área termoeléctrica. «Los proyectos de cierre de ciclo y cogeneración ya están concesionados, lo que significa que en dos meses las compañías tienen que estar adjudicando a las distintas organizaciones que van a llevarlos a cabo», expresa.
Ventaja competitiva
Ingener tiene una visión regional, con versatilidad para desempeñarse en distintos puntos del país. Esa capacidad es un diferencial en un mercado como el de la construcción, poblado de empresas provinciales. «Nosotros, por ser una compañía que viene al mercado argentino, no tenemos esa preferencia: estamos participando o cotizando proyectos en cualquier parte del país», analiza Hunko.
Otro punto clave es contar con una vocación asociativa. «Ingener posee la gimnasia para formar alianzas y entender un mercado en el que los plazos de entrega y ejecución son importantes. De hecho, nos sentimos más cómodos y tenemos una mejor relación con los clientes en aquellos contratos que son más apretados de tiempo», admite.
La firma dispone de un Departamento
de Ingeniería propio, lo que le otorga una ventaja competitiva. «Una empresa grande, que tiene procesos y validaciones muy extensas, no puede cumplir con proyectos en plazos cortos», concluye. ×
En plena transformación
Ingener viene de instalarse en Bolivia y ahora tiene su foco estratégico puesto en la Argentina. «Para trabajar con éxito en este mercado, también estamos emprendiendo una transformación propia. Vamos a crecer mucho más que en Uruguay», pronostica Hunko.
Será vital, destaca, conocer muy bien el mercado local: «No sólo me refiero a los clientes, sino también a las empresas de energía que supervisan las obras, a
los proveedores, etc. Salvo algún que otro elemento específico, casi todo lo que se necesita en el segmento puede comprarse en la Argentina», precisa. Para consolidar las acciones de la compañía en este medio, explica, los directores de Uruguay vienen al país cada 15 días. «Organizamos reuniones bimensuales de oficina para hacer un seguimiento de las distintas acciones en marcha desde 2016», completa.