Por Vicente Serra Marchese
Aunque en el pasado la pobreza y la indigencia estuvieron mayoritariamente ligadas a la falta de empleo, desde la segunda mitad de la última década del siglo XX apareció un fenómeno nuevo, que no se ha modificado: El de los ocupados pobres.
Hay, muy probablemente, un problema económico ligado a otro educativo. La Argentina es una economía rezagada y de desarrollo fallido, pero comparte algunas problemáticas con países con mayor grado de desarrollo. Y es la falta de empleo decente para personas escasamente capacitadas.
No es un problema de modelo. La misma situación se dio en los años 90 con menemismo y la convertibilidad, sucedió durante el kirchnerismo y sucede ahora. Aunque se creen empleos de calidad, hay gran cantidad de gente que no es «empleable» en los términos que el mercado laboral requiere.
Por cuestiones demográficas, la situación tiende a empeorar y nadie ha mostrado tener un plan para cambiar la tendencia. La Argentina tiene un crecimiento poblacional bajo para ser un país subdesarrollado, pero eso es sólo si se miran las tasas promedio nacionales.
Los distritos más ricos parecen porciones de Europa. Mayoría de universitarios, población envejecida, mucha gente viviendo sola y crecimiento vegetativo negativo. Las familias de hoy tienen menos hijos que los que tuvieron sus padres o, directamente, no los tienen.
Por el contrario, en los distritos más pobres del conurbano, el crecimiento poblacional es de niveles centroamericanos. La maternidad adolescente; las mujeres con más de tres hijos a temprana edad son un enorme problema.
Para esos chicos, que difícilmente se eduquen y capaciten, no habrá trabajo decente. Serán pobres o, peor, indigentes, aunque tengan una ocupación. Y eso es, en el mejor de los casos. Las otras alternativas son la permanente dependencia de subsidios estatales, la delincuencia o una combinación de todas las desgracias.
En la Argentina, hasta principios de los 90 alcanzaba con reducir la inflación y mejorar el empleo para mejorar notablemente la situación social. Hoy es insuficiente. Para colmo, hay inflación alta y el Gobierno no la combate; más bien, a veces la estimula. Pero igual no hay que engañarse con que con sólo un menor índice de precios al consumidor habría un cambio en esta preocupante tendencia.
Los números son tan serios que hacen ver que, aunque se tomara el camino más acertado para cambiar las cosas, la mejoría demoraría años. Uno de cada veinte argentinos se va a dormir con hambre. Eso es lo que quiere decir la indigencia: que los ingresos que se obtienen son insuficientes para tan siquiera comprar los alimentos que permitirían obtener las calorías necesarias para realizar una actividad física moderada.
Futuro preocupante
Y hay que ser sinceros: los números son peores. Porque los pobres y poco capacitados, cuando consiguen una ocupación, difícilmente sea de las que requieren actividad física moderada. Y la línea de indigencia o el nivel de ingresos considerado no incluyen siquiera el costo de cocinar esos alimentos. Es, desde un punto de vista estrictamente técnico, gente con hambre.
Aunque las políticas sean las mejores y se ejecuten impecablemente, para muchos será tarde. Vivirán del subsidio estatal hasta el fin de sus días porque tal vez, nunca se los pueda transformar en empleables. Los datos, además, evidencian que, si bien es sumamente difícil mejorar la situación, es increíblemente sencillo empeorarla.
Las grandes inversiones en el sector energético, como en el agropecuario moderno, demanda pocos empleos nuevos luego de las etapas contructivas.
También quedan a la vista los enormes límites para actualizar las tarifas de los servicios públicos y reducir los subsidios, lo que empujaría más a la pobreza a quienes están en mala situación. En este punto, cuando uno mira la carga impositiva de los servicios, vemos que se recargan las alícuotas sobre las pequeñas, medianas y grandes empresas que luego estas trasladan a precios que pagan todos los consumidores. Cabe preguntarse entonces, que se pretende como sociedad, porque precisamente esta recarga impositiva sobre los bienes alimenticos recae a todos los consumidores y con mayor preponderancia a los pobre e indigentes. No hay milagro, los subsidios económicos son solventados por la misma sociedad mediante los impuestos que se cobran a las empresas de bienes y servicios, que estos últimos recargan en los precios, con deuda externa que se retroalimenta y emisión monetaria.
Tantos subsidios energéticos cruzados han generado una gran transferencia de recursos de las comunidades del interior hacia el área metropolitana generando una macrocefalia poblacional en detrimento de las economías regionales. Tal vez, la esperanza de los programas de PPP de infraestructura, en especial del sistema ferroviario, a ser solventado por la demanda de bienes y servicios del área metropolitana, devuelve las gentilezas hacia la comunidad de la Argentina profunda para un crecimiento lento pero sostenido que revierta la tendencia migratoria.
Las dimensiones políticas por la que se transita son también preocupantes. ¿Tienen futuro la democracia y las libertades si los educados, capaces, empleables, que pagan impuestos, son cada vez menos mientras las masas de desesperados crecen sostenidamente?
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Ejemplo del ajuste del gasto público primario y creación de empleo de calidad (por DEBER CÍVICO del amigote de Macri):
Desde 1996 y por Decreto N° 1375 del PEN de entonces, la Administración de Parques Nacionales contaba con 13 Directores de carrera…
Llegaron estos embusteros a la Institución y por la DA N° 1422/2016 del JGM Marcos Peña elevaron a 31 el número de Directores (de pesos 80 mil arriba mas Unidades Retributivas) y en los mismos, designaron SIN CONCURSO a cuadros porteños del PRO: Resoluciones HD N° 371, 372, 373, 374, 375, 376, 377, 381, 383/2016 y N° 007, 008 y siguen mas /2018
Igual son aves de paso.
¡Y eso que vinieron a proteger a las instituciones! ¡Mirá si hubieran venido a saquear, el zafarrancho que habrían hecho!
Sacaron a los ñoquis y pusieron a los ravioles, que no sólo son ellos sino que vienen con estructura. Es de no creer.
Perdón pero la dotación de Parques Nacionales no aumentó, por el contrario se mejoró sacando los ñoquis y removiendo la gente corrupta. No todos Los 13 directores eran de carrera, y el problema es elegir gente por concurso, ya que la honestidad, la ética, el compromiso por la labor dejando ideologías de lado, el sentido común no son tenidos en cuenta Enel formato del concurso tradicional. El directorio está estudiando un nuevo mecanismo de concursos. Pero la mejor prueba es que actualmente los Guardaparques están muy contentos con esta gestión y con los recursos que están obteniendo, algo que nunca habían obtenido antes. Debemos trabajar más unidos para sacar el país adelante.
Excelente punto de vista al que todos deberíamos tener en cuenta. Muchas gracias por publicar esta nota.
¡Norte argentino! ¡Tantos pueblos más habrán presentado petitorios por una educación universitaria!, por el ministro de educación, defensor del pueblo, legislatura provincial, cámara de diputados de la nación, senado de la nación, gobernante federal, y a otros que se consideran responsables de la educación argentina. La réplica es el silencio, su humillación, o es la respuesta del sociólogo Zygmut Bauman de “seres humanos residuales”; vidas improductivas porque no participan del mercado, por eso sus voces son enmudecidas y aun que los vemos todos los días su visibilidad es anulada o reducido sistemáticamente. Solo es sus recursos naturales: agua, suelo, bosques, minerales: oro, plata, plomo, litio, petróleo… ¡Que mediante la convivencia y el consenso, se hagan efectivos los derechos que le corresponden al ser humano por la mera razón de existir!
El Estado Argentino marca el Genocidio más grande de América del Sur por su criminalidad mediante una planificación estratégica y táctica, racionalidad y distribución de roles a fin de explotar y saquear los recursos naturales en el Norte Argentino, alias “Siberia Argentina”, un producto bio-social. Mediante la contaminación atmosférica, contaminación del agua y contaminación del suelo. Mas sus índices económicos, de salud y de seguridad se encuentran por debajo de unos parámetros razonables. El analfabetismo sigue estando vinculado al hambre, la pobreza y la exclusión. No tienen educación infantil ni universidad nacional. Son analfabetos, que no tienen acceso a las fuentes del conocimiento y son incapaces de producir nuevos conocimientos; como resultado de un genocidio argentino
El Estado Argentino marca el Genocidio más grande de América del Sur por su
criminalidad mediante una planificación estratégica y táctica, racionalidad y distribución de roles a fin de explotar y saquear los recursos naturales en el Norte Argentino, alias “Siberia Argentina”, un producto bio-social. Mediante la contaminación atmosférica, contaminación del agua y contaminación del suelo. El daño que produce el plomo es mayor cuando su absorción es lenta, casi invisible, sin signos y síntomas evidentes en la primera etapa, pero con graves consecuencias posteriores. Al hombre lo han esclavizado al trabajo en las minas, a la mujer la han prostituido, afectan a la fertilidad, a los niños lo han idiotizado. Sus camélidos son reducidos a tiros de bala o destrozados por perros adiestrados; así como el agua contaminada afecta a los cultivos. No tienen un hospital para tratar la contaminación con plomo, tampoco hospital de niños y maternidad infantil. El analfabetismo sigue estando vinculado al hambre, la pobreza y la exclusión. No tienen educación infantil ni universidad nacional. Son analfabetos, que no tienen acceso a las fuentes del conocimiento y son incapaces de producir nuevos conocimientos; como resultado de un genocidio argentino que premeditadamente olvida los principios fundamentales de vida de la Constitución Nacional, y leyes: de educación, de protección integral de los derechos del niño, niña, adolescente y familia; y otras.