Impsa, la compañía metalúrgica de la familia Pescarmona, dio un nuevo paso con el objetivo de reestructurar sus millonarios pasivos para asegurar la continuidad de sus operaciones y «recuperar el valor» para todas las partes involucradas, según la intención de la compañía con sede en Mendoza.
El viernes pasado presentó el Acuerdo Preventivo Extrajudicial (una modalidad que le permite llegar a un acuerdo con sus acreedores sin la necesidad de la mediación de un juez) para su homologación judicial en los términos y con los efectos previstos en la Ley de Concursos y Quiebras.
La propuesta de acuerdo hecha por la firma que tiene a Enrique Pescarmona como figura más visible contempla que la familia disminuirá su participación en la empresa hasta el 35%. El restante 65% quedará en manos de socios y bancos.
La presentación fue realizada ante el Segundo Juzgado de Procesos Concursales de Mendoza, según informó la empresa a la Comisión Nacional de Valores. Según la empresa, cuenta con la adhesiones que superan con creces lo requerido por la ley.