Guillermo Pereyra, secretario del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de la cuenca Neuquina, obtuvo del Gobierno un beneficio que parecía impensado hasta hace pocas semanas atrás. El gremialista –que también es senador nacional por el MPN y preside la Comisión de Energía de la cámara alta- logró que el presidente Mauricio Macri habilite una exención impositiva para todos los trabajadores petroleros de Neuquén que, en la práctica, repercutirá en un incremento del salario real de los operarios afiliados a su gremio.
El Presidente anunció el 10 de enero pasado en un acto en la Casa Rosada la firma del convenio colectivo de trabajo para los yacimientos no convencionales, pero la rúbrica oficial del documento se dilató hasta el 31 de enero.
En los 20 días que pasaron de un hecho a otro, Pereyra obtuvo del Gobierno una serie de beneficios adicionales que en un primer momento no estaban sobre la mesa de negociación. El más importante quedó registrado en el Anexo B del convenio firmado, que establece que el concepto “Adicional por zona desfavorable” –un extra que cobran los trabajadores petroleros que se desempeñan en los yacimientos, en especial los de la Patagonia- estará eximido –en los términos de la Ley 26-176- del pago de buena parte del Impuesto a las Ganancias.
“El Gobierno nacional, a través de la autoridad competente, establece que deberán considerarse eximidas del Impuesto a las Ganancias, un monto adicional, equivalente al 10% de las remuneraciones totales brutas de dichos trabajadores idóneos y/o jerárquicos y/o profesionales, el que es equivalente, al sólo efecto impositivo, a la incidencia del “Diferencial por zona” establecido en el CCT 644/12”, establece el Anexo B firmado por Macri, los ministros Juan José Aranguren (Energía) y Jorge Triaca (Trabajo) y los representantes de YPF, Pan American Energy (PAE) y Total.
La suba beneficiará no sólo a los trabajadores que prestan tareas en proyectos no convencionales de hidrocarburos –los alcanzados por el convenio firmado por Pereyra-, sino también a los operarios encuadrados en operaciones convencionales. Estos últimos representan el grueso de los casi 20.000 afiliados del gremio petrolero.
En los hechos, Pereyra logró que un 75% de los trabajadores que se desempeñan en yacimientos convencionales –cerca de 15.000 operarios según cálculos sindicales- goce de un aumento de al menos un 10% de su salario real. “Lo curioso es que se premiará a trabajadores a los que no se les pedirá nada a cambio. El nuevo convenio colectivo eleva de forma sustancial la productividad laboral en proyectos no convencionales, e implica una reducción del sueldo real de los trabajadores afectados a esos emprendimientos. Pero el convenio no se aplicará en operaciones convencionales y aún así, el personal asignado a esos campos, recibirá un aumento del salario real que, en algunos casos, llegará al 15% por la exención impositiva de Ganancias”, indicó a EconoJournal el directivo de una empresa petrolera con activos en Neuquén.
Pereyra consiguió también un subsidio especial para cerca de 1200 trabajadores despedidos por empresas contratistas de YPF por un monto de $ 20.000 mensuales que se mantendrá efectivo por seis meses. El Ministerio de Trabajo firmó una resolución específica sobre el punto bajo el encuadre de Reconversión Productiva de esos operaciones (no se pudo aplicar los bonos RePro estándares porque el monto adjudicado es más alto de lo autorizado para ese tipo de instrumentos).
La inclusión de la exención impositiva facilitará la firma de convenios colectivos de trabajo similares con otros sindicatos menores como los de Salta, Mendoza y Tierra del Fuego. Y probablemente también empuje la firma del nuevo convenio que se está discutiendo con el sindicato de petroleros de base de Chubut y con el Sindicato de Petroleros Jerárquicos de la Patagonia Austral. Esos gremios responden a Jorge ‘Loma’ Ávila y José Lludgar respectivamente, que mantienen una disputa interna con Pereyra por la representatividad gremial del sector, por lo que en un primer momento se mostraron renuentes a acompañar la decisión del gremialista neuquino. Sin embargo, la exención parcial del Impuesto a las Ganancias terminaría inclinando su decisión de firmar el convenio para Chubut que vienen discutiendo con las empresas y el Gobierno desde mediados de diciembre