El acuerdo respalda una cartera de proyectos listos para su construcción por valor de US$ 8500 millones, que ampliarían la capacidad minera y de procesamiento en Australia. El texto compromete a las partes a una primera inversión de por lo menos 1000 millones de dólares en proyectos durante los próximos seis meses. China concentra el 61% de la producción y el 92% del procesamiento de tierras raras.