El comunicado de la entidad sostiene que las plantas de biocombustibles se encuentran en una situación crítica, donde el aceite de soja, que cubre el 80% de su producción, aumentó un 25%; mientras los precios finales siguen fijos.
El dirigente duda que las empresas no integradas puedan pagar el precio del barril criollo y no descarta que la falta de acuerdo redunde en más suspensiones de trabajadores.