Para la operación se utilizaron tecnologías desarrolladas en Neuquén que lograron reducir el coeficiente de fricción y la fatiga de los componentes, además de manejar caudales de hasta 5 BPM para garantizar una limpieza óptima del pozo. En total fueron 46 horas de operación, un nuevo estándar en velocidad y alcance para la industria del Oil & Gas.