La empresa kazaja Kazatomprom ganó una licitación para proveerle a la estatal Dioxitek el concentrado de uranio necesario para fabricar los elementos combustibles que requieren las centrales nucleares. El primero de los envíos llegó en diciembre del año pasado. El gobierno de Milei quiso pagar el embarque con Bopreal, los kazajos se negaron e interrumpieron los envíos. La deuda aún no terminó de ser cancelada y la demora pone en riesgo el funcionamiento de las centrales porque el stock de elementos combustibles está en niveles mínimos.