El contrato original preveía comenzar a pagar el préstamo otorgado por bancos chinos a los 5,5 años de iniciada la construcción. Sin embargo, las demoras por cuestiones políticas y técnicas llevaron a que el plazo se haya cumplido y a que haya que comenzar a pagar cuando la obra aún no está concluida. Negocian posponer los primeros desembolsos. China cortó el envío de fondos para el proyecto, que hoy tiene un futuro incierto. Preocupan a Guzmán las cláusulas de cross default.