Por intermedio de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), el Gobierno nacional lanzó recientemente una licitación orientada a instalar unidades de almacenamiento de grandes baterías por un total de hasta 500 megawatts de potencia en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

Convocado para dar detalles sobre esta tecnología cada vez más implementada en el mundo, pero sin desarrollo local, el titular de la consultora Aires Renewables, Diego Werner, comentó la iniciativa en el primer episodio de la segunda temporada de Dínamo – Charlas de Energía, espacio emitido a través del canal de YouTube de EconoJournal.

“Denominado AlmaGBA, el llamado a licitación surgió de una manifestación de interés que se hizo sobre el final del Gobierno anterior, cuando se convocó a las empresas con intenciones de participar en el negocio del almacenamiento a presentar sus proyectos y explicar cómo querían ser remuneradas, de forma tal que el Estado no fuera perjudicado, y que el sistema de Edenor y Edesur se viera robustecido”, resumió.

Según sus precisiones, la propuesta -que se enmarca en los masivos cortes de luz que acaban de sufrir más de 600.000 usuarios en el AMBA y que busca, justamente, ayudar a cubrir los picos de consumo estival previstos para el futuro– le otorga a Cammesa el rol de garante en los contratos. “La licitación apunta básicamente a sumar cuatro horas de almacenamiento diario en las baterías, contemplando una carga cuando el sistema tenga energía ociosa, y luego una descarga cuando esté más estresado”, indicó.

Plazos acotados

Que el acto licitatorio sea por 500 Mw, opinó Werner, no responde a una cuestión técnica ni a la pretensión de evitar toda posibilidad de cortes en el suministro, sino a la premisa de dar un primer paso efectivo en el rubro. “Hoy en la Argentina el mayor cuello de botella no pasa por la generación, sino por la transmisión. Pero las obras de esa clase demandan varios años y montos de inversión enormes que obligan a recurrir a organismos multilaterales de la talla de CAF o el Banco Mundial. Estos proyectos, en cambio, pueden ser impulsados por capitales privados en forma muy rápida”, distinguió.

En ese sentido, señaló, ya salieron los pliegos, se licitará a mediados de mayo y se busca que las primeras unidades estén operativas para el 1 de enero 2026. “Ese plazo es posible desde un punto de vista tecnológico. Además, hay un incentivo de pago adicional de un 20% para las plantas de almacenamiento que estén listas en 2026 y 2027”, resaltó.

Sincronizados con el mundo

Motorizadas por herramientas como el Plan RenovAr, las energías renovables ganaron un creciente protagonismo en el mercado local. No obstante, según Werner, su instrumentación a gran escala se dio entre 10 y 15 años más tarde que en otros puntos del planeta. “El almacenamiento, por su parte, está llegando al país con buen timing. En Latinoamérica, de hecho, aún no hubo ninguna licitación”, especificó el experto, quien aclaró que en Chile muchos proyectos incorporan opciones de almacenamiento debido a los problemas de capacidad de transporte en la única línea que atraviesa su territorio de norte a sur.

Efectivamente, acordó Gustavo Lopetegui, el mercado chileno constituye un caso aparte. “Es el gran paradigma de la dificultad para construir nuevas líneas de transporte por cuestiones ligadas a regulaciones ambientales”, definió el ex secretario de Energía.

Pulgar arriba

Nicolás Gadano no mostró dudas al momento de opinar sobre la licitación AlmaGBA. “Me parece una muy buena iniciativa que busca aprovechar el avance tecnológico para resolver un problema real. Pienso que no va a ser excluyente de otras alternativas a implementar en el futuro, cuando se obtenga un costo de capital más bajo o cuando se logre un esquema adecuado para las inversiones en transmisión. Ojalá que haya compañías que se presenten a la convocatoria para empezar a testear este mercado en un país como la Argentina, donde la demanda energética está tan concentrada”, manifestó el economista jefe de Empiria Consultores.

No sería conveniente descartar, a decir de Juan José Carbajales, la chance de avanzar con un emprendimiento similar para el gas natural. ¿No habrá tecnología disponible para que los privados, de la mano de instrumentos como el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), puedan postularse a promover también el almacenamiento gasífero?”, se preguntó el presidente de Paspartú, quien además dirige el Instituto del Gas y del Petróleo de la Universidad de Buenos Aires (IGPUBA).

La tecnología existe, intervino Lopetegui, a punto tal que Europa tiene depósitos de gas por un tercio de su consumo anual. “El tema pasa por el costo de capital”, advirtió.

Las baterías de almacenamiento eléctrico, agregó Werner, redujeron cuatro veces su valor internacional durante el último año, sobre todo en función del abaratamiento del litio. “Hay razones para pensar que la curva de costos seguirá bajando, teniendo en cuenta los volúmenes de fabricación en China y el mayor nivel de competencia”, profundizó.

Lejos de llegar a su fin, el debate deparó algunas sorpresas más. Los invitamos a descubrirlas en a través de enlace.