Alejandro Macfarlane, dueño de Camuzzi, se hizo presente en el Energy Day organizado por EconoJournal para compartir su mirada sobre la revisión tarifaria y la prórroga de las concesiones de las licencias de gas natural planteada en la Ley Bases, entre otros ejes temáticos de la actualidad sectorial. “Estamos dejando atrás muchos años de incertidumbre constante en un segmento como el de distribución de gas, que requiere mucha inversión y que atiende las necesidades de 9 millones de hogares”, expresó el ejecutivo en el panel ‘La Argentina que viene tras un año que cierra con estabilización cambiaria y baja de la inflación’.
El ejecutivo sostuvo que no tenía ningún sentido, bajo su óptica, subsidiar la totalidad de la demanda. “Las transferencias al sector energético llegaron a representar dos puntos del Producto Bruto Interno (PBI)”, cuestionó.
Fue una sorpresa, admitió, que el Gobierno nacional dispusiera los incrementos tarifarios del mes de abril. “Nunca pensamos que las medidas se tomarían a esta velocidad. Hoy tenemos lo que hasta hace un tiempo parecía impensado: tarifas razonables. Finalmente contamos con la previsibilidad que las compañías licenciatarias necesitábamos. Faltan algunas cuestiones por resolver, pero las expectativas de cara al futuro son grandes”, enfatizó.
En estos momentos, resaltó, las empresas han vuelto a ponerse en valor. “Después de muchos años, volvimos a participar del circuito de crédito para satisfacer nuestras necesidades financieras. Ahora podemos pensar en obras de ampliación que estaban postergadas”, aseguró.
Que haya mayor razonabilidad para las firmas distribuidoras, aclaró, no significa que se haya dejado sin cobertura a los sectores más vulnerables. “Hay más de un 30% de los clientes del servicio de gas que siguen recibiendo subsidios porque no están en condiciones de pagar. En una extensa porción de la Argentina denominada ‘Zona Fría’, los usuarios abonan un 50% de las tarifas”, precisó.
En la gestión presidencial de Mauricio Macri, recordó, los incrementos tarifarios eran más lentos. “Los problemas cambiarios y de inflación impidieron un mayor avance. Recurrir a los precios regulados siempre es la primera opción para los gobiernos que afrontan una crisis”, reflexionó.
Buena voluntad
El nivel de cobrabilidad de las tarifas de gas, especificó Macfarlane, hoy se ubica en el 97,7 por ciento. “Pese a la suba de precios se situó en un 570%, hubo menor morosidad que en el invierno del año pasado. Más allá de tres o cuatro cuestiones judiciales que se resolvieron rápidamente, la gente pagó sus facturas”, ponderó.
Ahora que las empresas están volviendo a ser sujetos de crédito, recalcó, puede esperarse un 2025 de resolución de asuntos técnicos pendientes. “Esperamos solucionar, por ejemplo, cuestiones ligadas a la extensión de los contratos y el Impuesto al Valor Agregado (IVA) de los subsidios. Todo el mundo tiene la voluntad de resolverlas”, anticipó.
La Revisión Quinquenal Tarifaria (RQT), sostuvo, despierta grandes expectativas, pero también implica fuertes responsabilidades. “Cada vez que tengo la oportunidad de reunirme con autoridades hago el comentario de que no podemos tener una revisión tarifaria e incumplirla. La fórmula ideada en abril, por circunstancias asociadas a la inflación, dejó de ser viable. Cuando eso sucedió, el sector acompañó. Pero a partir de la RQT debe cumplirse con lo pactado para que podamos financiar a nuestras compañías”, aseveró.
Discusión zanjada
La cuestión tarifaria, remarcó Macfarlane, en términos conceptuales dejó de ser un problema. “Habrá que hacer los ajustes inflacionarios correspondientes, pero la discusión fue zanjada en abril. No veo en ningún caso que haya saltos importantes. No los estamos pidiendo y al parecer el Gobierno tampoco tiene pensado instrumentarlos”, indicó.
Después de 2025, adelantó, hay que trabajar para darle cobertura a unos 500.000 clientes. “Esto será clave si se tiene en cuenta que una garrafa de gas cuesta 10 veces más que un metro cúbico de gas natural. Un sector ordenado y que se puede financiar necesariamente deriva en una mayor confiabilidad de las redes y en mayores beneficios para los usuarios”, expresó.
El futuro del segmento, avizoró, estará signado por la expansión de la infraestructura. “Hay mucha gente que quiere disponer de gas natural y que, por diferentes motivos, aún no lo tiene. Estamos trabajando para responder esa necesidad. Queremos darles redes de calidad a nuestros clientes y tener con ellos la mejor comunicación posible”, afirmó.