La actividad petrolera en Vaca Muerta podría experimentar un notable incremento a partir del año que viene cuando se cristalice la ampliación de la infraestructura de transporte y ampliación de hidrocarburos, el principal cuello de botella que enfrenta hoy la industria para incrementar la producción de petróleo no convencional en la cuenca Neuquina. Se estima que una vez que Oldelval empiece a completar las distintas etapas de expansión de su red de transporte hacia el Atlántico por medio del proyecto Duplicar Plus —que se encuentra lanzado y debería estar listo en la segunda mitad de 2025—, el desafío que enfrentarán las empresas productoras se centrará en la escasez de equipos de perforación disponibles en Neuquén.
Según un informe realizado a principios de julio por la consultora Tecnopatagonia, que lidera Mariano de la Riestra, la proyección para 2025 indica que podrían sumarse hasta seis equipos de perforación a Vaca Muerta, por lo que la cifra de unidades de drilling activas en Vaca Muerta podría trepar hasta los 41 a lo largo del año que viene. Entre las petroleras que ya iniciaron gestiones para sumar nuevas torres de perforación se encuentran Vista, Tecpetrol e YPF, entre otras.
Fuente: Tecnopatagonia
Cuello de botella
A pesar de los significativos avances tecnológicos en la perforación de pozos, que permitieron ganar en rapidez y eficiencia, la capacidad limitada de los equipos actuales (23 en las áreas convencionales y 35 en las no convencionales) restringe el potencial productivo.
De la Riestra, director de Tecnopatagonia, dialogó con EconoJournal y explicó que la cantidad de nuevos equipos que efectivamente se incorporará en 2025 está supeditada a cuánto se pueda incrementar la producción. “Como mínimo, creemos que se sumarán cuatro equipos, pero en el fondo es una carrera de ida, en donde la media es seis y, eventualmente, podría sumarse un séptimo equipo. ¿Por qué es una carrera de ida? Porque quizá en 2025 arranquemos con cuatro, pero al final del año terminaremos con seis o siete”, explicó el especialista.
De los datos incluidos en el reporte se desprende que la cantidad de equipos operativos en Vaca Muerta oscila entre los 58 y 64 rigs desde junio de 2023.
“Las empresas que están perforando han logrado una eficiencia en sus campos. Ahora bien, el desafío es el de incorporar equipos. Y cuando esto suceda el resto de los factores que inciden en la producción también van a mejorar”, destacó de la Riestra.
La importancia de la estabilidad
“Es un gráfico totalmente estable con una gran cantidad de actividad que se distingue en una línea horizontal. Es decir que la misma cantidad de equipos hizo crecer los pozos de manera horizontal, por eso hay más etapas de fractura por pozo, porque la misma cantidad de equipos construyen pozos más largos”, explicó De la Riestra. Y añadió: «Subió la performance de las perforaciones y se extendieron las ramas horizontales. Pero para que eso sucediera tuvieron que subir los sets de fractura. Y entonces como consecuencia, la logística y el despacho de arena acompañaron”.
Para este año, se espera que se concreten unas 18.000 etapas de fractura totales en Vaca Muerta, una meta ambiciosa aunque alcanzable: en los primeros seis meses del año, la actividad ya acumuló un total de 9229 punciones.
Fuente: Tecnopatagonia
“La llegada de los nuevos equipos de perforación, muchos de los cuales ya fueron encargados, bajarán la antigüedad promedio del parque de rigs. Creemos que la incorporación de los nuevos equipos de perforación va a tardar entre seis y ocho meses. Eso obliga, empuja y genera un impacto positivo en todo el sistema. Todos los frentes direccionales se van a tener que mover”, sostuvo de la Riestra.
En 2023, la antigüedad promedio de los equipos de perforación era mayor a 18 años. Con el arribo de nuevos equipos, se prevé que ese registro sea menor a 12 años.
“Es clave entender que crecer beneficia a todos. Y que la palabra correcta no es competencia sino cooperación. Todos deben hacer lo posible para crear un ecosistema de calidad que va a mejorar al resto”, concluyó el directivo.