La potencial adquisición total de la petrolera estadounidense Continental Resources por parte de su principal accionista sorprendió el martes en el mercado petrolero de los Estados Unidos. Harold Hamm, fundador y actual presidente de la compañía, anunció una propuesta para adquirir todas las acciones de la empresa. El objetivo es retirar a Continental Resources de la bolsa de Nueva York y transformarla nuevamente en una empresa 100% privada. Hamm sugirió en una nota a sus empleados que es difícil incrementar más la producción si Continental continúa siendo una empresa que cotiza en Wall Street.
La familia Hamm, que controla actualmente el 83% del paquete accionario de Continental, propuso un pago en efectivo de US$ 70 por cada acción, lo que representa un premio de 8,5% sobre el precio de cierre del día lunes. La operación implicaría un desembolso de 4300 millones de dólares. La junta directiva de Continental creará un comité especial independiente para analizar la propuesta.
Continental Resources es una compañía de exploración y producción de petróleo y gas con sede en Oklahoma, especializada en shale gas y shale oil. Produjo más de 300.000 barriles diarios equivalentes de petróleo y gas en 2021. Opera principalmente en formaciones no convencionales en los estados de Dakota del Norte, Montana, Oklahoma, Wyoming y Texas.
El multimillonario Harold Hamm es considerado en la industria como uno de los pioneros en la producción de shale. Fundó la empresa en 1967 y la transformó en una compañía pública en 2007 para poder capitalizar el desarrollo de la formación no convencional de Bakken. La compañía tiene una valoración bursátil de US$ 23.000 millones. El valor de sus acciones se duplicó en el último año producto de la fuerte suba de los precios internacionales de la energía.
“Libertad de operar”
En los hechos la familia Hamm ejerce un control estricto sobre Continental Resources gracias a su poder accionario mayoritario. Pese a esto, Hamm considera que las oportunidades de crecimiento de la empresa ahora son limitadas por ser una empresa pública (que cotiza en bolsa).
“Constantemente dijimos que seguiríamos siendo una empresa pública mientras fuéramos apreciados en el mercado, pero si nuestras oportunidades se vieran limitadas por ser pública, deberíamos buscar alternativas”, dijo en una nota a sus empleados. “Hemos determinado que hoy la oportunidad es con empresas privadas que tienen la libertad de operar y no están limitadas por los mercados públicos”.
En otro tramo de la nota Hamm sugiere que a Continental le será difícil incrementar la producción si se mantiene como empresa pública. “Posicionarnos como una empresa privada nos permitirá aprovechar al máximo nuestra mayor fortaleza: nuestra sólida herencia como una de las empresas de exploración líderes en el mundo. Solo podemos hacer esto con las capacidades continuas y la experiencia de nuestros destacados empleados. Mejorará nuestra capacidad para mantener nuestra ventaja competitiva y también nos permitirá ser aún más ágiles en nuestros esfuerzos por crear valor a través de la broca”.
Los límites señalados son la falta de apoyo del mercado a la industria del petróleo y gas, reflejada en la reducción de empresas de E&P listadas en bolsa. «Los tiempos han cambiado en el mercado público, particularmente desde la pandemia del Covid. La respuesta del mercado no ha estado allí para la industria del petróleo y el gas. En 2017, hace apenas cinco años, había cerca de 50 empresas públicas de E&P. Hoy en día, ese número se ha reducido a casi la mitad, debido a fusiones, empresas que cierran o empresas que vuelven a ser privadas. Este número decreciente de entidades públicas es ilustrativo de la falta de apoyo del mercado público, y creemos que existe una subestimación de Continental», marcó.
Producción privada al alza
La propuesta de adquisición generó distintas especulaciones sobre el futuro de la compañía. Algunos analistas señalaron que podría tratarse de una maniobra para bloquear el ingreso de nuevos accionistas. Otros apuntaron que el objetivo sería el contrario: generar interés en potenciales compradores.
En cualquier caso, la nota a los empleados pone el énfasis en que las empresas bajo control privado tendrían más ventajas hoy para operar que las empresas que cotizan en bolsa. Un dato respalda esa lectura: las compañías privadas de E&P vienen perforando más pozos desde el año pasado.
Estados Unidos sumó 272 rigs de perforación en los últimos doce meses. Actualmente hay 733 rigs operativos, distribuidos en 580 rigs para perforación de petróleo y 151 para perforación de gas, según el reporte más reciente de Baker Hughes. Hace un año habían operativos unos 365 rigs de petróleo. El 50% de los nuevos rigs de petróleo y gas fueron desplegados en Texas, con 137 rigs más que en junio de 2021. La fuerte actividad en Texas se explica por Permian, la principal formación de shale oil del país y que se encuentra en mejores condiciones para incrementar la producción de petróleo.
Rol protagónico
Las empresas privadas tuvieron un rol protagónico en el despliegue de nuevos rigs. Enverus, una empresa que colabora en la recolección de datos para Baker Hughes, señaló en febrero que en la formación Permian los rigs de las compañía privadas crecieron un 104% en un año, mientras que las empresas públicas incrementaron sus rigs en un 19%.
S&P Global Platts también señaló en marzo un incremento interanual del 56% en los rigs totales desplegados. En ese período las compañías privadas incrementaron los rigs en un 78%.
Empresas que prestan servicios petroleros como Halliburton destacaron el crecimiento de las privadas en la actividad. “Más del 60 % de los rigs en tierra en EE. UU. están en manos de empresas privadas y siguen creciendo, mientras que las públicas siguen comprometidas con sus planes de actividad”, dijo el presidente y director ejecutivo de Halliburton, Jeffrey Miller, en una presentación de ganancias del mes de abril.
«Creo que la dinámica de la oferta ha cambiado fundamentalmente debido a los requisitos de retorno de los inversores«, dijo Miller. También indicen los objetivos corporativos ambientales, sociales y de gobierno (ESG) y las presiones regulatorias según el ejecutivo. “Lo que dificulta que los operadores se comprometan con inversiones en hidrocarburos de ciclo largo y, en cambio, impulsan la flexibilidad de inversión a través de barriles de ciclo corto”, marcó.