El secretario general del sindicato de petroleros privados de la cuenca neuquina, Guillermo Pereyra, negoció con el presidente de YPF, Pablo González, una serie de modificaciones a la adenda del convenio colectivo de trabajo de Vaca Muerta que Mauricio Macri había impulsado en 2017. La firma del nuevo documento se iba a concretar el martes pasado en Neuquén, pero Marcelo Rucci, el segundo de Pereyra y su posible sucesor en las próximas elecciones del gremio, frustró el acuerdo porque los cambios le parecieron insuficientes. Desairado, ahora Pereyra organizar asambleas en los distintos yacimientos, pero no para defender el acuerdo sino para cuestionarlo en un intento por fortalecerse en la disputa interna por el control del gremio.
Los cambios en el convenio
Los cambios que impulsó Macri en 2017 apuntaron a reducir los costos de perforación y completación de pozos en los yacimientos no convencionales. Por ejemplo, la adenda firmada entonces redujo de 16 a 13 la dotación de operarios asignados a los servicios de estimulación y fracturas de pozos. Ahora el sindicato quiere que vuelvan a ser 16 personas porque argumentan que desde entonces la cantidad de fracturas por día se duplicó o incluso se triplicó.
González y Pereyra negociaron en principio elevar el número de operarios a 14 por dotación, siempre que la cantidad de etapas realizadas por día se mantenga por encima de un determinado parámetro. Sin embargo, Rucci se plantó y exigió que vuelvan a ser 16.
También se había negociado sumar un asistente en el proceso de completación de pozos en la parte de gestión de arenas y otro en los equipos de perforación de poca de pozo, pero ahora todo el acuerdo quedó en suspenso.
Disputa gremial
El acuerdo entre Pereyra y González se supone que había sido validado tanto por las empresas como al interior del sindicato. De hecho, el día de la firma del documento en Neuquén estaban presentes los representantes de las principales petroleras y de las cámaras del sector.
Además de Pereyra y González, la lista de asistentes incluía a Marcelo Aldeco, director de Relaciones Laborales de YPF; Rodrigo Ramacciotti, vicepresidente de Relaciones Laborales de PAE; directores de Vista y Tecpetrol, representes de la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPH) y la Cámara de Empresas de Operaciones Petroleras Especiales (CEOPE) y el propio Rucci, que pateó el tablero.
Ahora Pereyra y el propio Rucci iniciaron una serie de recorridas por los yacimientos. Ya estuvieron en YPF (Loma Campana), Tecpetrol (Fortín de Piedra), Pluspetrol (La Calera) y Total (APE). Y el recorrido seguirá PAE (Bandurria Centro), Vista, Shell y Pampa Energía.
La explicación de lo ocurrido obedece fundamentalmente a la tensión que existe en el sindicato de cara a la renovación de autoridades que se debería llevar adelante en el segundo semestre o a más tardar a comienzos del año próximo.
Esa disputa también representa un desafío para Pablo González que fue el encargado de negociar en nombre de las empresas y con la marcha atrás de último momento su papel también quedó desdibujado.