Tras dos días de arduas negociaciones, la OPEP sorprendió a los mercados con un insólito compromiso que permite únicamente a Rusia y Kazajistán subir moderadamente su bombeo, mientras que Arabia Saudí recorta el suyo en un millón de barriles diarios (mbd). Tras conocerse la decisión, los precios del petróleo se apuntaban subidas cercanas al 5 %.
«Arabia Saudita hará un corte (de producción) voluntario en febrero y marzo, de un millón de barriles diarios», dijo el ministro saudí de Energía, Abdulaziz bin Salmán, en rueda de prensa tras concluir la primera conferencia de la OPEP celebra este año. Precisó que su país bombeará en torno a los 8,25 mbd en los próximos dos meses.
Poco antes, el Ministerio kazajo de Energía informó de que «se tomó la decisión de mantener el nivel actual de reducción de la extracción para febrero y marzo de 2021», salvo para el caso de Rusia y Kazajistán, que tendrán «condiciones especiales».
Esos países «prevén el incremento paulatino de la extracción en 10.000 y 65.000 barriles diarios, correspondientemente», precisó la entidad, que al hablar de «reducción» se refería al hecho de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados mantienen fuertemente limitados sus suministros desde mayo de 2020.
El recorte de las extracciones de 9,7 mbd -cerca del 10 % de la oferta mundial de crudo- que entró en vigor entonces se alivió hasta 7,7 mbd en agosto y a 7,2 mbd desde el pasado viernes, 1 de enero, cuando el tope máximo de producción del grupo quedó en 36,653 mbd.
Tres socios de la OPEP, a saber, Venezuela, Irán y Libia, están exentos de este compromiso de rebajar su bombeo debido a las diversas situaciones adversas que afrontan (crisis económica, sanciones y conflicto armado).
Con el acuerdo de hoy, el recorte pasa a ser, sobre el papel, de 7,125 mbd y el nivel de producción sube hasta los 36,728 en febrero, y a 36,803 mbd en marzo, según informó la OPEP en un comunicado.
Pero estas cifras no incluyen la reducción «voluntaria» de Riad, que convierte el incremento de 75.000 bd en un recorte de 925.000 barriles al día.
RIAD, PRECAVIDOS GUARDIANES DEL «ORO NEGRO»
«Somos los guardianes de esta industria», declaró Bin Salmán al intentar explicar el inesperado paso dado por su país, que contribuyó hoy al encarecimiento del llamado «oro negro».
Arabia Saudí, el mayor exportador mundial de crudo, y por ello también el líder indiscutible de la OPEP, venía pidiendo desde diciembre que no se abrieran los grifos en estos momentos.
En esa línea, el delegado del reino wahabí había urgió el lunes, en su discurso de apertura de la reunión, a la máxima «precaución», advirtiendo de que la aparición de nuevas mutaciones del virus que provoca la covid, el SARS-CoV-2, más contagiosas que las anteriores, suponen un «desarrollo impredecible».
En la declaración final de la conferencia, los ministros se hacen eco de esas preocupaciones al resaltar que «el aumento de las infecciones, el regreso de medidas de cierre más estrictas y la creciente incertidumbre han dado lugar a una recuperación económica más frágil».
Frente a la reacción optimista de los «petroprecios» y las bolsas a la incipiente vacunación contra la covid , subrayaron «la necesidad de actuar con cautela debido a la débil demanda imperante y a los escasos márgenes de refinado, el elevado exceso de los inventarios y otras incertidumbres subyacentes».
RUSIA, OPTIMISTA, BUSCA MÁS MERCADO
Si los saudíes parecen decididos a defender en primer término el precio del barril, todo apunta a que Rusia busca recuperar la producción y más participación de mercado, ante la competencia que supone el petróleo de esquisto de Estados Unidos.
El viceprimer ministro ruso Alexandr Novak se mostró optimista al expresar la confianza de su país en que el mercado petrolero «se recuperará plenamente» de la crisis del coronavirus en 2021.
Indicó que la cuota de producción de Rusia ascenderá a 9,184 mbd en febrero y 9,249 mbd en marzo, gracias a que Arabia Saudí reducirá voluntariamente la suya en 1 mbd durante esos dos meses, algo que calificó como «regalo para el mercado petrolero».
No obstante, diversas fuentes señalaron que el compromiso alcanzado por Rusia y Kazajistán fue difícil -la videoconferencia abierta el lunes fue suspendida por falta de consenso y reanudada el martes- y se logró únicamente con el argumento de que los volúmenes que aumentarán solo se destinarán a los mercados internos de esos países, pues su demanda aumenta en los meses de invierno.