Pese a que el gobierno dejó trascender hoy que se postergará un mes la suba del Impuesto a los Combustibles Líquidos que debía regir a partir del sábado –solo aplicará la suba del impuesto al Dióxido de Carbono-, las principales petroleras del país tienen decidido ajustar sus precios al menos un 3% o 4% para reducir la diferencia que separa a los precios locales de la paridad de importación.
¿Por qué las petroleras sostienen que existe un atraso en los surtidores locales de alrededor del 20% con relación a los precios de paridad importación?
- En lo que va del año el precio del Brent aumentó casi un 30%. De 53,80 dólares a principios de enero a 69 dólares en la actualidad. El dólar, en tanto, subió de 38,83 a 45,88 pesos, un 18%. En definitiva, si en enero un barril de crudo costaba $ 2150, hoy vale 3100 pesos. Es decir, un 44% más. Como el crudo incide en un 75% en el precio de los combustibles, el precio de las naftas y gasoil debería haber aumentado en el año hasta un 33% para seguir la evolución de las dos variables principales del negocio de refinación (el valor del petróleo y del tipo de cambio).
- En cambio, en lo que va del año YPF subió el litro de nafta premium en la Ciudad de Buenos Aires de 43,35 a 48,47 pesos (11,8%) y el de la nafta súper de 37,21 a 42,01 pesos (12,9%). Por su parte, el gasoil premium trepó de 40,86 a 46,40 pesos (13,5%) y el gasoil común de 34,84 a 39,65 pesos (13,8%).
- A raíz, de eso las petroleras sostienen que, en algunos casos, aún resta incrementar hasta un 20 por ciento pese a que en mayo el crudo y el dólar permanecieron prácticamente sin cambios.
Recuperar terreno
En estos períodos de estabilidad las empresas aprovechan para trasladar a precios la diferencia que les quedaba pendiente. YPF está a la cabeza de esta estrategia gradual que también aplicó el año pasado. Así se lo explicó a sus accionistas la compañía, dejándoles en claro que no podía trasladar todo el ajuste al surtidor cuando el peso volvió a devaluarse en febrero.