En poco tiempo, y si los proyectos se concretan, las ciudades de Pergamino en la provincia de Buenos Aires y Venado Tuerto en Santa Fe, podrían abastecer el 5% del consumo eléctrico de cada una con energía proveniente de marlo de maíz, chala, guano de granjas avícolas, suero de la industria láctea y desechos de tambos, feedlots y frigoríficos.
Se trata de proyectos de biogas, una fuente energética todavía incipiente en Argentina que aprovecha los residuos y los subproductos principalmente de la industria agropecuaria, aunque también de residuos de las ciudades, y los transforma en energía limpia y sustentable.
El 29 de noviembre se conocerán las adjudicaciones de la Ronda 2 del programa Renovar, la iniciativa del Ministerio de Energía y Minería enmarcada en la Ley de energías Renovables (27.191), donde se presentaron 228 proyectos por un total de 9.400 MW de potencia, casi 8 veces más de las expectativas oficiales. Dos de esos proyectos los presentó Seeds Energy Group, una empresa joven formada por un grupo de profesionales con experiencia en el mercado energético de las renovables.
EconoJournal habló con Héctor Tamargo, que es ingeniero y director de Seeds Energy, sobre los proyectos de biogas para Pergamino y Venado Tuerto que tienen previsto una inversión de alrededor de 20 millones de dólares para una potencia inicial de 4,4 MW entre ambos. Utilizarán tecnología provista por la firma italiana IES Biogas, que construyó más de 200 plantas de este tipo en Europa, donde hay alrededor de 20.000 plantas en total.
“Con toda la potencialidad que hay en la pampa húmeda, tranquilamente podemos pensar en 100 MW de potencia disponible”, señaló Tamargo sobre la proyección que tiene el biogas en Argentina.
La idea es generar energía limpia a partir de la utilización de la materia prima de la industria semillera y de desechos de frigoríficos con plantas instaladas en la misma zona agroindustrial.
¿Cómo es el proceso de producción de energía en estos proyectos?
El biogas consiste en tomar dos tipos de biomasa, animal y vegetal, que son básicamente los residuos que genera la industria agropecuaria, y a través de un proceso de fermentación anaeróbica que se genera en biodigestores, que son tanques de 30 metros de diámetro por 7 u 8 metros de altura, se produce el biogas, que es rico en metano. Este gas luego va a alimentar a un generador de energía eléctrica que entra en el sistema mayorista administrado por Cammesa. Además, este proceso genera un subproducto que es el fertilizante orgánico, que es muy demandado en la agroindustria y que nosotros lo podríamos comercializar, a su vez, en valores muy bajos. Es decir, el biogas genera valor en a partir de los establecimientos agropecuarios.
¿Cómo son estos proyectos en términos cuantitativos?
Para el proyecto de la planta de Pergamino tenemos proyectado por año utilizar 20.000 toneladas de chala y marlo de maíz, 30.000 toneladas de guano de granjas avícolas y alrededor de 10.000 toneladas de suero de la industria láctea. Es decir, con casi 60.000 toneladas de biomasa animal y vegetal vamos a poder generar energía de 2,4 MW de potencia. Alrededor de 18.000 megawats por hora. Para la de Venado Tuerto los números son similares. Las plantas de biogas van a producir energía de manera ininterrumpida, durante las 24 horas del día y 350 días por año, unas 8.400 horas netas de funcionamiento. El cálculo que hacemos es que este proceso biológico de producción de energía representa el 5% de la electricidad que consume Pergamino.
Tamargo explicó que lo que diferencia al biogas con otras fuentes de energías renovables es que tiene mecanismos de compensación ante la posible caída de la disponibilidad de algún producto. En el caso de que cuenten con menos chala o marlo de maíz, pueden reemplazarlo, por ejemplo, con guano de granjas avícolas.
El director de Seeds Energy señaló que estos proyectos necesitan de una excelente logística porque requieren acceder a los establecimientos agropecuarios todos los días, por eso eligieron a Venado Tuerto y Pergamino, que están ubicados en la zona núcleo de la industria agropecuaria.
Si bien el desarrollo es muy incipiente, en el país ya hay plantas de biogas principalmente en Córdoba y Santa Fe. Si se dan las condiciones, esta energía tiene una proyección más que interesante, por eso en la Ronda 2 se presentaron 32 proyectos por un total de 60 MW, el doble de lo esperado. “Tenemos expectativas de que se amplíe el cupo que fue anunciado por el Gobierno”, resaltó Tamargo.
Los proyectos presentados en la Ronda 2 del programa Renovar por parte de Seeds Energy Group para Venado Tuerto y Pergamino generarán una potencia eléctrica inicial de 2 MW y 2,4 MW respectivamente, y demandarán 20 millones de dólares. En el caso de alcanzar la licitación de la Ronda 2 a fin de noviembre, el plazo de ejecución de la obra esta previsto en un año.
Durante la etapa de construcción de cada planta se espera generar entre 80 y 100 empleos con contratistas locales y la operación demandará unos 20 empleos directos permanentes y 30 empleos indirectos para el transporte, logística y mantenimiento.
¿Qué potencial tiene el biogas en un país como Argentina?
El potencial es enorme por la zona agropecuaria que tiene nuestro país, pero también estamos hablando de resolver un problema ambiental que hoy tiene esta industria con la disposición de todos sus residuos. En estos momentos esto es un problema para ese sector y para las municipalidades porque no tienen la infraestructura para trabajar sobre los residuos. Lo que hace este tipo de proyectos es convertir esto que hoy es un problema en energía eléctrica.
Por último, Tamargo remarcó que el contrato a 20 años con Cammesa “es fundamental” y que en este tipo de negocios la inversión se espera recuperar en 7 u 8 años.