Para Luciano Marrazzo, gerente Comercial de Grandes Usuarios de Rockwell Automation Argentina, el fin no justifica los medios. Si bien es cierto que los objetivos profesionales y educativos que se ha trazado en su vida fueron alcanzados, eso no significa que la forma de llegar a ellos no haya sido pensada. Así como tampoco es casual su forma de ver el futuro de la producción Argentina, siendo los conceptos de eficiencia y tecnología, los que, según él, tienen que ser el foco para pensar de aquí en más a los sectores de producción energética e industrial.
“Hoy la capacidad industrial de la Argentina está en el 60%, lo que da una idea de que se puede producir mas con las cosas tales como están”, dice Marrazzo. “Sin embargo, aún existen procesos costosos y muchas paradas no programadas, los que dificultan que la productividad sea más alta. Por ejemplo, a principios de 2016 el ministro de Energía Juan José Aranguren dijo que en el sector de generación en CABA casi el 50% de las paradas no eran programadas, es por ello que hay un montón de cosas que tienen una oportunidad enorme de mejorar. Nosotros trabajamos tanto sobre los sistemas de control como sobre los arranques de motor con arquitecturas y software conectados justamente para que eso ocurra”.
El gerente de Rockwell cree que la búsqueda de mayor productividad tiene una unión profunda con los avances en tecnología: “Esto es necesario para bajar los costos, y es por eso que nosotros podemos aportarle mucho a esta necesidad de producir más gastando menos sin la necesidad de prescindir de gente. Hay procesos que tienen maquinaria vieja, por ejemplo, o intercambios de datos que no se concretan porque no hay la infraestructura de red adecuada”. Sin embargo, también aclara que este problema no es nuevo, pero que ahora el paradigma es otro: “Esto está pasando hace muchos años, sólo que antes los márgenes y presiones eran otros. Hoy los costos suben y las condiciones de borde se achican”, completa.
En tanto al rol de Rockwell Argentina, Marrazzo explica de qué forma la empresa opera para trabajar junto al área energética. “En tanto al petróleo, aún hay costos asociados a pozos que paran y sólo vuelven a funcionar varios días después, y eso es un problema cuya solución está en el plano tecnológico. Se trata de incorporar nuevos sistemas de control y potencia sumados a una lectura en detalle de las características del pozo para entender su comportamiento y así generar un algoritmo de control que permita producir parando menos.” Sin embargo, el ingeniero entiende el porqué de que muchos pozos aún no cuenten con esta herramienta: “Esta tecnología es relativamente nueva”.
En tanto al rubro del gas, Marrazzo cree que va a haber una mayor posibilidad de concretar negocios dado que, según sus propias palabras, Argentina está apostando allí: “Todo el polo petroquímico de Bahía Blanca, por ejemplo, necesita mayor suministro de gas, sin contar con la gran esperanza que hay respecto a Neuquén”, introduce y resalta: “Tenemos una estrategia a nivel compañía alrededor solamente de Vaca Muerta. Hay empresas locales y extranjeras implicadas. La experiencia que tiene Rockwell en Upstream es enorme y esto es aplicable a todas las operadoras’”.
No obstante la importancia de las industrias de Oil&Gas, el gerente de Rockwell Argentina no pierde de vista a la minería, con todo lo que ello puede aportar tanto a su empresa como al país. “Hay un yacimiento de litio muy importante a nivel mundial que comprende los territorios de Bolivia, Chile y Argentina. Los países ya están viendo quién empieza con las inversiones para su extracción, ya que el litio se posiciona como un componente importantísimo en todo lo que son baterías de larga duración. Estamos vislumbrando que el litio puede llegar a escalar varios planos de la mano de los autos eléctricos; de hecho YPF está anunciando la instalación de cargadores eléctricos para automóviles en sus estaciones de servicio. Si bien aún el del litio es un negocio incipiente, la inversión será fuerte ahí, y Rockwell tiene una enorme cantidad de cosas para poder suministrar”, aclara y enumera, “Sistemas de control, todo lo que sean grandes motores, molinos, y en general para todos los equipos de baja y media tensión, que en minería se usan mucho”.
Por último, Marrazzo concluye con los fuertes que tiene Rocwell Argentina y cuáles son sus estrategias. “Nosotros tenemos mucha presencia en todo lo que sean sistemas de control, pero en potencia también hemos avanzado mucho. Lo interesante de poder incursionar en ambas secciones es que hoy la potencia se integró al sistema de control, y dejarla afuera del análisis es un error estratégico de quién hace el control de la planta. Hay un montón de información con la que contamos actualmente y que antes no conocíamos”, explica. “A nivel estratégico Rockwell cree mucho en lo que es la integración de toda la gama productiva, hablo de todas las gamas del control. Y esto es tal vez uno de los puntos centrales: cómo hacer para que los sistemas de control se entiendan como uno en general. No son una parte de la empresa, sino que son la empresa toda, y las decisiones que se tomen deben sí o sí partir de los datos que arroja el sistema de control en su conjunto”, finaliza.