Javier Martínez Álvarez, vicepresidente institucional del Grupo Techint, analizó el potencial de Vaca Muerta y remarcó que ofrece una oportunidad para desarrollar valor agregado. A su vez, advirtió sobre la complejidad que supone un mundo en plena transformación geopolítica y llamó a tomar distancia de China y alinearse con Estados Unidos.
“La integración con Estados Unidos me parece absolutamente sabia. No tengo ninguna duda. Es el camino correcto por motivos políticos, de valores, de compartir valores de democracia y respeto a derechos individuales, pero también por motivos comerciales”, aseguró en el Energy Day organizado por EconoJournal. Luego fue más allá y subrayó: “Veo el problema en China y la oportunidad en Estados Unidos”.

Oportunidad para desarrollar valor agregado
El ejecutivo recordó que sigue de cerca la industria desde hace varios años y que esa trayectoria es la que le permite advertir riesgos y oportunidades. “Tengo la credibilidad de venir hablando de Vaca Muerta desde hace una década. Habíamos visto todo el desarrollo americano que se había dado en los shale de Texas y veíamos todo el potencial que tenía Argentina. Desde esa autoridad moral es que me permito ahora tratar de señalizar los temores que tengo y las cosas que creo que faltan”.
Según Martínez Álvarez, el entorno internacional presenta condiciones favorables, pero también amenazas que deben ser consideradas. “A Vaca Muerta hay que cuidarla. Tenemos un entorno estructural favorable. La transición energética ha perdido protagonismo frente a la asequibilidad y la seguridad energética. Esto es una noticia buena para el largo plazo de la industria”.
Sin embargo, advirtió que también hay riesgos. “Uno ve hoy un gobierno americano que es muy probable que quiera y necesite un petróleo más bajo, por lo menos hasta las elecciones de medio término que son en noviembre del año que viene. En el corto plazo hay algunas fuerzas que pueden actuar en contra”.
El ejecutivo celebró la reconfiguración de expectativas tras las elecciones en Argentina, aunque pidió evitar triunfalismos: “No hay duda de que el resultado electoral ha abierto oportunidades, vuelve a resetear expectativas, hay noticias favorables, la baja del riesgo país es absolutamente clave, pero quiero transmitir esta idea de cuidarlo. Veo muchos gobernantes que manifiestan defender la industria en general, y la energética en particular, y, sin embargo, cobran tasas. Estos entes provinciales y subnacionales cobran tarifas a la producción local. Esto preocupa”.

Noruega o Nigeria
El ejecutivo insistió en que Vaca Muerta no debe limitarse a la producción primaria, sino convertirse en un motor de industrialización. “La verdadera oportunidad de Vaca Muerta es la oportunidad de desarrollar valor agregado”.
Para ilustrarlo, contrastó dos modelos internacionales: “Me gusta jugar con el ejemplo de Noruega y Nigeria, dos países petroleros que producen cantidades similares de petróleo. Hicieron dos cosas muy distintas con su desarrollo petrolero. Uno hizo un desarrollo deliberado de industrias de servicio y de producto y hoy son sofisticadísimos proveedores del offshore mundial, el otro no hizo nada, es un desarrollo offshorizado donde vinieron empresas, instalaron toda la infraestructura, hoy tienen una producción petrolera, pero esto no transformó el país. Acá hay una oportunidad extraordinaria”.
Y añadió: “El anterior desarrollo petrolero argentino dio luz a Siderca, que hoy emplea de manera directa a 9000 personas y otras 10.000 o 15.000 personas de manera indirecta. Hay unas 30.000 familias argentinas que viven alrededor de ese evento. Si pudiésemos replicar diez Siderca, ahí tenés 400.000 puestos de trabajo de calidad en Argentina que te generan divisas de exportación y empleo sofisticado. Eso es desarrollo. La verdadera oportunidad de Vaca Muerta es la oportunidad de desarrollar valor agregado. Yo prefiero en lugar de más impuestos, más desarrollo de industrias que van a quedar”.
“Con Vaca Muerta no alcanza”
Martínez Álvarez buscó moderar las expectativas alrededor del potencial macroeconómico del yacimiento. “No se puede sin Vaca Muerta, pero con Vaca Muerta no alcanza”, afirmó.
Presentó comparaciones de recursos naturales por habitante para dimensionar el desafío: “Argentina exportó en 2023 unos US$935 per cápita de recursos naturales. Canadá exporta US$7000, Australia US$17.000, Noruega US$28.000”. Aun sumando petróleo, gas y minería, estimó que “Argentina podría llegar a US$1800 o US$2000 por habitante”.
El ejecutivo enfatizó que el desarrollo integral de la cuenca requiere coordinación institucional. “El proyecto excede a un gobierno. Tiene que ser un proyecto nacional. Es responsabilidad de la industria, de las gobernaciones, de los municipios y de gobiernos nacionales”.
Y remarcó que la estabilidad no depende únicamente de la macroeconomía: “La industria debería trabajar en esto porque la hace más fuerte a la propia industria. Las amenazas siempre van a estar al costado de la ruta. Una industria que además de traer divisas para el país, provee desarrollo y tiene una cadena de pymes que acompaña el desarrollo, hace más fuerte a la industria y la protege cuando venga el lobo feroz”.
Competitividad e integración
Consultado sobre el posicionamiento internacional de Argentina, Martínez Álvarez fue explícito. “Estamos viviendo un momento interesantemente dramático de transformación en el mundo. La organización comercial que se vio después de la Segunda Guerra Mundial está siendo detonada. Todas las reglas de comercio están siendo cambiadas. La semana pasada Paolo (Rocca) usó una metáfora muy interesante, lo citó a Von Clausewitz. En su libro de la guerra, él hablaba de «The fog of war«, la niebla de la guerra, para describir este momento. Está cambiando todo, la organización comercial, se cierran acuerdos, se erigen barreras. Qué difícil es mirar a través de esa niebla de la guerra cómo va a quedar todo. Sin duda estamos viviendo momentos dramáticos en la organización del comercio. Nos preguntábamos con quien integrarnos. Creo que algunas cosas que está haciendo el gobierno nacional van en la dirección absolutamente correcta. El RIGI es un proyecto muy inteligente y si el RIGI es una señal que se generaliza al resto de la economía y de la industria del país, que creo que es la intención, sin duda vamos en el sentido correcto”.
Consideró que el gobierno acierta en buscar integración con Estados Unidos: “La integración con Estados Unidos me parece absolutamente sabia. No tengo ninguna duda. Es el camino correcto por motivos políticos, de valores, de compartir valores de democracia y respeto a derechos individuales, pero también por motivos comerciales”.
–Pero algunos levantan la voz y dicen que Estados Unidos es el mayor exportador de petróleo y gas del mundo, tiene proyectos de GNL y si Argentina quiere tener el deseo de entrar en ese lote de exportadores de GNL, ahí no hay complementariedad sino competencia. Es una mirada muy lineal, no digo que sea así, pero algunos levantan la voz y señalan eso. -le remarcó Nicolás Gandini.
–Estados Unidos no es un neto exportador de petróleo, además es un bien bastante fungible. En gas uno podría mirar la competencia, pero yo la veo complementaria. No tengo ninguna duda. Miremos a los países consumidores. Hoy los grandes proveedores de gas son seguramente LNG, que es donde puede estar la competencia nuestra: Estados Unidos y Qatar. Yo diría que Argentina es recontra complementario. Para cualquier nación tener una monodependencia de Estados Unidos no es bueno. Alemania antes dependía del gas ruso. Pasar a depender del gas americano no me imagino que sea la mejor estrategia y la que estén pensando los alemanes. Nosotros somos complementarios”
Finalmente, marcó diferencias claras con China: “El mundo invitó a China a participar del comercio mundial. Es aceptada en la OMC con cierta inocencia, pensando que entraba China, se desarrollaba y los habitantes de China iban a demandar derechos individuales y democracia, pero no pasó nada de eso y ellos siguen como están. Han generado un pseudo capitalismo donde toma lo que le sirve del sistema y se pasa el resto por donde sabemos de manera muy efectiva. Esto ha detonado sectores industriales enteros en Estados Unidos y Europa. Ahora estamos viendo una reacción a todo esto. La amenaza la veo con China””.
Por último, destacó que Argentina tiene una ventana estratégica: “Yo veo el problema en China y la oportunidad en Estados Unidos. Veo los desarrollos que han hecho Canadá, México, Corea, Japón, todos países que han exportado y generado industrias, integrándose comercialmente con Estados Unidos. Estados Unidos está en este camino de friendshoring. Creo que es una absoluta oportunidad absoluta para la Argentina de desarrollarse. Veo una complementariedad absoluta”.





















