CGC, la petrolera que preside Hugo Eurnekian, es una de las cuatro compañías que presentaron ofertas dentro del proceso de venta a cargo del Banco Santander en Chubut, que posee un mandato de YPF para encontrar un comprador para Manantiales Behr, el mayor campo convencional de crudo que conserva la petrolera bajo control estatal. Las otras tres empresas que están en carrera por el activo —cuyos nombres ya habían sido publicados por medios locales— son Pecom; brazo energético del holding que encabeza Luis Perez Companc; Capsa, uno de los principales operadores de campos maduros del país, que es controlada por la familia Gotz; y San Martín Energía, un grupo creado en 2024 integrado por empresarios locales e inversores norteamericanos con operaciones en Canadá y EE.UU.
A diferencia de otras áreas que desinvertió YPF bajo el paraguas del Proyecto Antes que perdían plata por sus altos costos operativos, la explotación de Manantiales es un negocio rentable para YPF. Por eso, la compañía que preside Horacio Marín espera recaudar al menos unos US$ 300 millones por la venta del bloque. Fue el Grupo San Martín quien, de forma indirecta, le puso precio al área cuando el año pasado presentó una oferta no solicitada (non-solicit offer) a YPF para adquirir el campo en una cifra cercana a ese valor.
Los candidatos por Manantiales Behr
Pecom y Capsa eran candidatos naturales para disputarse la titularidad de Manantiales Behr, un yacimiento que produce más de 4000 metros cúbicos diarios (m3/d) de crudo Escalante, que por su condición de crudo pesado —cuya producción declinó fuertemente en los últimos cinco años— es muy requerido por las refinerías locales.

La empresa del grupo Perez Companc adquirió a principios de este año la operación de El Trébol y Campamento Central, dos campos maduros de YPF cuya explotación —comercial y estratégicamente— sólo hace sentido con un salto de escala mediante la incorporación de un yacimiento rentable y mucho más grande como Manantiales Behr.
Para Capsa, que opera Diadema en Chubut, el campo convencional con mayor experiencia en la implementación de proyectos de recuperación terciaria a través de polímeros del país, la incorporación de Manatiales Behr, un campo lindero a su explotación en Chubut, es sinérgica y hace total sentido operativo porque le permitiría eficientizar aún más la actividad.
A esos dos actores que previsiblemente participan del proceso que gestiona el Banco Santander, que deberá estar concluido antes del 31 de diciembre de este año, se le sumó el Grupo San Martín Energía, que surgió como alianza entre Ríos Bassenave, una empresa de servicios locales con experiencia en el tendido de líneas de superficie y provisión de insumos para la industria hidrocarburífera, y Archer Exploration Corp, una operadora independiente que produce unos 21.000 barriles de petróleo por día (bbl/d) en Canadá, y Element Technical Services, una compañía de servicios que desarrolló soluciones específicas para la explotación de campos maduros en Norteamérica. La apuesta de la organización que lidera Matías Ríos Bassenave, un empresario que también presente en el negocio de la construcción Rada Tilly, localidad lindera a Comodoro Rivadavia, consiste en edificar una empresa operadora 100% enfocada en la explotación de Manantiales Behr. Aunque a priori parecen correr por detrás de Pecom y Capsa en cuanto a capacidad financiera, fuentes cercanas a la empresa indicaron que cuentan con acceso al mercado financiero locales y norteamericano para cerrar la operación en los montos que pretende YPF.
CGC, que posee el respaldo de Corporación América, el holding de Eduardo Eurnekian, que controla Aeropuertos Argentina 2000, entre otros múltiples negocios, es el cuarto jugador en carrera. La compañía, que en el primer semestre del año cerró un acuerdo con YPF para ingresar en Vaca Muerta al adquirir el 49% del área de Aguada del Chañar, es el mayor productor de petróleo en Santa Cruz, donde opera un conjunto de áreas en el flanco norte de la provincia, en la cuenca del Golfo San Jorge. La adquisición de Manantiales Behr robustecería su presencia en el hub de petróleo pesado.

A fines de julio, YPF abrió una tercera ronda del Proyecto Andes liderado por el Banco Santander que contempla la cesión de 16 bloques tanto operados como no operados, en los que se incluyó Manantiales Behr, junto a otras áreas agrupadas los clúster Chachahuen y Malargüe, ambos en Mendoza, Agua Salada (Río Negro), NOA (Salta) y otro no operado en Mendoza.
Activo estratégico
La petrolera que preside Horacio Marín cerró la primera etapa del Proyecto Andes con la cesión de 28 activos convencionales ubicados en las provincias de Chubut, Mendoza, Neuquén y Río Negro; tiene en pleno desarrollo una segunda fase y acaba de abrir a recepción de ofertas la tercera que sería el final de la salida del convencional.
En la industria se destaca que Manantiales Behr no es solo una venta de activos, sino una transferencia de producción, tecnología y oportunidad, al considerarse que lo más relevante no es su volumen actual, sino su potencial. Este campo logró revertir su declino natural e incluso alcanzar máximos históricos de producción, gracias a la implementación de proyectos de recuperación terciaria por inyección de polímeros. En ese proceso, el bloque tuvo un 40% de aumento de productividad para llegar a los actuales 26.000 bbl/d, de los cuales 8.000 bbl/d son por EOR.
La dinámica del sector convencional con recuperación asistida permite más jugadores y más producción, dentro de lo cual el área Diadema que opera Capsa-Capex volvió a superar en julio los 2.066,3 bbl/d (de unos 12.000 bbl/d totales) tras dos años, y es el tercer bloque más productivo en este tipo de explotación, detrás de Manantiales y Chachahuén Sur, esta última también en proceso de desinversión por parte de YPF.
Manantiales Behr es, a su vez, un complejo energético híbrido, a partir de su parque eólico y la central termoeléctrica que opera YPF Luz, combinando producción convencional con soluciones sustentables, en línea con la transición energética.





















