Fernando Pini, director Legal y Regulatorio del Grupo DESA, que controla las distribuidoras EDEA, EDELAP, EDEN y EDES en Buenos Aires y EDESA en Salta, analizó la reforma eléctrica que impulsa el gobierno y cómo impacta en el sector de distribución. El directivo advirtió en Renewables & Electricity Day, organizado por EconoJournal, que “la mochila del pasado la están cargando las distribuidoras y esto lo tenemos que resolver para poder ser más flexibles y agiles al momento de poder contractualizar con generadores y grandes usuarios”.

Pini reclamó que el Estado nacional y las provincias tienen que afrontar las negociaciones por los pasivos y activos regulatorios para alivianar el balance financiero de las distribuidoras para que puedan acompañar la reforma eléctrica.
El director de DESA, que distribuye energía a casi dos millones de usuarios de electricidad, afirmó que “venimos de un proceso de congelamiento tarifario dictado por el gobierno nacional y adaptado por las provincias que nos llevaron a las distribuidoras a ser un colchón de impacto sobre los precios finales que, en definitiva, terminaron siendo un problema como distribuidores para el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM)”.
“Restringimos nuestra rentabilidad y capacidad de operación a partir de que la economía regulada no nos permitió la remuneración correcta. Frente a esto, se acumuló mucha deuda con el MEM que va a ser un peso que nos impedirá adaptarnos a las nuevas normas si no lo resolvemos antes de tiempo”, afirmó Pini. Y añadió que, a partir de la reforma eléctrica, “los contratos van a ser en dólares y las tarifas en pesos y no va a estar el fondo de estabilización que en la década de 1990 nos permitió compensar”.
Pini participó del panel Nueva Regulación, impacto en distribución y el almacenamiento como una alternativa de abastecimiento junto a Pablo Pérez, director de Operaciones y Servicios de Edenor; Marcelo Álvarez, director de Estrategia de Coral Energía; y María Fernanda Martínez, directora de Desarrollo y Evaluación de Proyectos de Andina Energies.
Reforma
El directivo de Edenor, Pablo Pérez, sostuvo que “los cambios regulatorios requieren análisis. Faltan cosas. La distribuidora es la cara hacia el cliente y, para poder llevar adelante todos estos cambios, es importante una regulación clara y una compensación acorde para poder hacer todas las adecuaciones necesarias para poder concretar la reforma eléctrica”.
“El objetivo principal de Edenor, que como distribuidora tiene el contacto directo con el cliente, es lograr mayor eficiencia apoyándonos en bajar el costo operativo. La potencia instalada y las redes de Edenor están adaptadas a las necesidades de la demanda. Pero estamos en un límite en cuanto a la disponibilidad de potencia por las limitaciones en las redes de transporte y en generación. Edenor viene cumpliendo planes de inversión ambiciosos y por eso logró la adaptación de la red a la demanda”, describió Pérez.
Además, afirmó que” la Revisión Quinquenal Tarifaria (RQT) que tuvimos este año, y que fue la segunda desde la privatización, fue importante porque nos fijó la pauta para un futuro previsible”. Y describió que “en Edenor en la actualidad llegamos a un récord de duración y tiempo de cortes desde que iniciamos la concesión que tiene que ver con medidas estándar sobre la calidad de servicio. Pasamos de 33 horas de corte por cliente en 2013 a 7 horas de corte por cliente por año”.
En tanto, Fernando Pini advirtió que “la inacción va a terminar siendo muy cara porque el espacio de la demanda no cubierta por la demanda asignada será cubierta por los precios spot. Y esto nos lleva a pensar que el spot se va a incrementar de una manera en que nosotros no vamos a poder hacer con nuestros entes reguladores un pass through”.
“El sector de distribución es consiente que los cambios ya comenzaron. Los sistemas eléctricos tienen que ser resilientes, la medición inteligente es mandatoria. Si nosotros no tenemos una estructura tarifaria, una buena ecuación económica-financiera para poder adaptar nuestros sistemas e incorporar la medición inteligente y establecer parámetros de calidad que tienen que ser muy diferentes a los que estamos teniendo, no vamos a poder acompañar la transición energética”, sentenció el directivo de DESA.
Por su parte, María Fernanda Martínez afirmó que “el desafío del sector de distribución es la descentralización” y que “las distribuidoras estamos muy ocupadas pensando en generación distribuida, en los nuevos comportamientos de la demanda y el consumo bidireccional y la gestión de la demanda”.
Además, desató que “si en transporte eléctrico estamos pensando en expansión, en distribución estamos pensando no solo en energía segura, confiable y asequible, al mismo tiempo, tenemos nuevos roles como la demanda, que no es tradicional porque tenemos una demanda activa y otros modelos de negocio que requieren una estructura tarifaria más dinámica”.
Marcelo Álvarez, que describió el proyecto de almacenamiento de energía que Coral está llevando adelante a partir de la adjudicación en la licitación AlmaGBA, señaló que “la transición que propone la reforma eléctrica es con renovables y gas, en ese orden, y con un proyecto exportador de gas y el mercado interno más barato con renovables”.
También subrayó que “hace falta un modelo de marco regulatorio para generación distribuida en redes de distribución de escala intermedia. Si bien la actual ley de generación distribuida es hasta 12 MW, es de autogeneración con venta de excedente. En realidad debería ser con venta de energía contractualizada”.
“Hay un montón de distribuidoras públicas y privadas en las provincias que están esperando señales del mercado para ver cuánto sale la energía y en el medio no contratan. Por eso creo que todavía hay un problema de señales de mercado para poder contractualizar a largo plazo y ahora tengo contratos en dólares a largo plazo y, por otro lado, tengo una tarifa en pesos”, concluyó Álvarez.
