La reforma del sector eléctrico que impulsa el Gobierno abre un proceso de transición que podría redefinir el funcionamiento del sistema argentino en los próximos años. Juan Cruz Azzarri y Marcos Blanco, socios de MHR Abogados, en diálogo con EconoJournal, analizaron los fundamentos del nuevo esquema, el rol de Cammesa, las condiciones necesarias para atraer inversiones y las perspectivas hacia 2027.
Para Azzarri y Blanco, la Resolución 400/2025 implica “una señal positiva porque avanza sobre tres ejes centrales. El primero es la recuperación de un esquema marginalista y de mercado, tal como plantea la Ley 24.065, distorsionado desde la crisis de 2001. Esto implica retomar la lógica de competencia y eficiencia es muy positivo para el futuro del sector”.
Los abogados destacaron también que la reforma establece un período de transición hasta diciembre de 2028, en línea con la finalización del Plan Gas. “Esto muestra el compromiso del Gobierno de no romper los acuerdos asumidos”, puntualizaron.

“El tercer punto es el relativo a la asignación de costos a quien utilice el sistema y consuma energía. Esto resulta esencial, porque al trasladar al usuario los costos reales de la energía promueve el consumo racional y evita que el Estado tenga que asumir gastos excesivos que no le corresponde asumir”, remarcaron.
Reducción del rol de Cammesa
El Gobierno prevé que Cammesa deje de ser un actor comercial relevante y vuelva a concentrarse en el despacho del sistema. Para los socios de MHR Abogados, la medida es clave: “Dejar oferta y demanda en manos privadas evita precios artificiales e instrucciones regulatorias que afecten la competencia”, advirtieron.
Sin embargo, destacaron que Cammesa conservará un rol residual ya que “podrá convocar licitaciones de energía si se detecta escasez de generación y esta flexibilidad es positiva para el período de transición desde un mercado muy intervenido hacia uno más libre”.

Condiciones para atraer inversiones
Para que la apertura del mercado derive en nuevos proyectos, los abogados señalaron dos frentes fundamentales. Por un lado, la normalización tarifaria y fortalecimiento de las distribuidoras ya que para Azzarri y Blanco “las empresas distribuidoras deben volver a ser agentes de crédito”. En ese sentido, propusieron mecanismos temporales que garanticen los pagos por la energía contratada en el Mercado a Término (MAT).
Por otro lado, consideraron que será importante impulsar la expansión del sistema de transporte puesto que advirtieron que “la red de transmisión requiere obras urgentes y un esquema de garantías que reduzca los riesgos para los inversores. Un modelo posible es replicar el esquema del RenovAr, adaptado a las necesidades actuales”.
“La Argentina aún presenta riesgos para el recupero de la inversión. Dar certezas es vital para atraer capital”, consideraron.
Escenario posible en 2027 y regulaciones pendientes
Con la reforma en marcha, el panorama hacia 2027 dependerá de medidas complementarias. Los especialistas señalaron tres temas clave: regulación definitiva del régimen tarifario, avance en obras de transmisión y redefinición del reconocimiento de potencia para renovables.
Sobre este último punto, consideraron que el sistema debería reconocer la disponibilidad de parques renovables, tal como ocurre en otros países, por ejemplo, Chile. “No es lo mismo tener un parque renovable listo para despachar que no tenerlo. Su reconocimiento sería muy positivo”, marcaron.

Baterías y almacenamiento
Azzarri y Blanco celebraron la licitación AlmaGBA, destinada a reforzar nodos críticos del AMBA mediante sistemas de almacenamiento. “Es una iniciativa muy positiva y un caso de éxito que podría ser replicado por distribuidoras del interior para estabilizar sus redes e incluso evitar inversiones mayores”, destacaron.
“El uso de baterías permite: integrar renovables de forma más eficiente; almacenar excedentes y liberar energía en los picos de consumo; mitigar la intermitencia del recurso; optimizar la operación en tiempo real. Las baterías son esenciales para mejorar la flexibilidad y estabilidad del sistema”, subrayaron los especialistas.
Verano 2026: un sistema todavía vulnerable ante olas de calor
De cara al verano que se aproxima, los abogados advirtieron que podrían darse “situaciones de estrés en el sistema eléctrico según la temperatura. Las redes de distribución requieren inversiones y el proceso de normalización apenas comenzó”.
Aun así, Azzarri y Blanco aclararon que “si hay episodios no deseados, serán consecuencia de distorsiones del pasado, no de las medidas recientes. Se deben acelerar obras de transporte y distribución para apuntalar la capacidad del sistema frente a altas temperaturas”.





















