“No va a haber directamente inversión en la extracción petrolera o de gas, pero las empresas suizas pueden abastecer fundamentalmente a ese sector con tecnología, como ya lo han venido haciendo”, aseguró a EconoJournal el vicepresidente de la Comisión de Política Exterior de Suiza, Carlo Sommaruga, al ser consultado sobre cómo puede impactar en el sector energético el Acuerdo de Libre Comercio que el Mercosur firmó el 16 de septiembre con los cuatro países europeos que integran la EFTA (Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein).
“La economía argentina va camino a ser más abierta y desregulada de lo que era antes. Las empresas suizas ya están, lo que están requiriendo es más flexibilidad y más facilidades para poder avanzar”, agregó el presidente de la Comisión suiza Marco Chiesa en un breve encuentro con periodistas realizado el miércoles en la Embajada Suiza.

El tratado abre canales comerciales, tecnológicos y de inversión con países que tienen fuerte presencia en ingeniería, servicios industriales, maquinaria, tecnología y trading de energía, sobre todo Suiza y Noruega.
Suiza no es un productor de petróleo, pero sí un exportador global de tecnología industrial, equipos de alta precisión, bombas, sistemas de control, servicios de mantenimiento y soluciones de eficiencia energética. Una de las firmas mencionada por los legisladores fue Sulzer que aporta tecnología clave para midstream, refinerías, manejo de fluidos y plantas de tratamiento. ABB es otra de las firmas con capitales suizos que ofrece “soluciones integradas de electrificación, automatización y digitalización” para la industria energética.
Además, en la reunión se destacó el caso de Mercuria que viene invirtiendo en Vaca Muerta a través de la subsidiaria Phoenix Global Resources y ahora pugna por quedarse con la red de estaciones de servicio de la marca Shell, que controla la brasileña Raízen.
Chiesa destacó que Suiza tiene inversiones en Argentina por 3000 millones de francos suizos (unos 3700 millones de dólares) y genera unos 11.600 puestos de trabajo.
¿Qué dice el acuerdo?
Tras ocho años de negociaciones y 14 rondas, el acuerdo de libre comercio se firmó finalmente el pasado 26 de septiembre en Río de Janeiro. Se trata del primer tratado de libre comercio con países desarrollados, que abarca no solo el intercambio de bienes, sino también servicios, inversiones, compras públicas, propiedad intelectual y sostenibilidad.
El acuerdo prevé que, al término de los períodos transitorios, alrededor del 96% de las exportaciones suizas con destino a los Estados del Mercosur estén totalmente exentas de aranceles. A su vez, Suiza concedió 25 contingentes de importación bilaterales a los Estados del Mercosur para productos agrícolas sensibles, especialmente la carne. En temas de sustentabilidad, las partes asumieron compromisos vinculantes sobre los principales temas de sostenibilidad relacionados con la actividad económica, en particular el cambio climático, la gestión sostenible de los recursos forestales y marinos, la biodiversidad y la protección de los trabajadores.
Gracias a su esquema de entrada en vigor escalonado, conocido como aplicación “por pares”, el acuerdo Mercosur – EFTA permitirá que las preferencias comerciales comiencen a aplicarse de manera bilateral desde 2026, a medida que cada Estado Miembro complete su proceso de ratificación parlamentaria. Esto significa que bastará con que un país de cada bloque notifique su ratificación para que, tres meses después, se activen las ventajas arancelarias entre ese binomio.
Los representantes suizos señalaron que el parlamento de ese país podría ratificar el acuerdo en junio de 2026. A su vez, durante su visita a la Argentina los miembros de la comisión mantuvieron una reunión con el canciller argentino Pablo Quirno, quien les aseguró que el gobierno trabaja para que el tratado sea ratificado por el Congreso argentino. Además, los senadores señalaron que el presidente Javier Milei fue invitado al país helvético y podría llegar a viajar en junio del año próximo.
La visita oficial
La delegación visitó también el Club Suizo de Buenos Aires ubicado en la localidad de Tigre; celebraron un almuerzo de trabajo en la Cámara de Comercio Suizo-Argentina (CCSA); se trasladaron a General Rodríguez para una visita a Just, empresa suiza de productos cosméticos que desde su planta argentina exporta a todo América; mantuvieron un intercambio con integrantes de la organización Poder Ciudadano en torno al estado de la democracia en Argentina; y visitaron el Parque de la Memoria, donde la Embajada de Suiza en Buenos Aires apoya una muestra especial a 40 años del Juicio a las Juntas.

Según detallaron desde la embajada suiza, los senadores se interesaron particularmente por el Parque de la Memoria y por los ciudadanos suizos desparecidos durante la última dictadura, muchos de los cuales eran jóvenes estudiantes al momento de su desaparición. Como cierre del recorrido por el muro con las inscripciones, se acercaron a la barandilla, junto al cauce, y arrojaron flores blancas en homenaje a las víctimas del terrorismo de Estado. Luego recorrieron la muestra “Señores jueces: nunca más. Del juicio a las Juntas Militares al presente”, un proyecto producido por el Parque de la Memoria y la organización Memoria Abierta, con acompañamiento de las Embajadas de Suiza, Francia y Alemania.
Además de por Chiesa y Sommaruga, la delegación estuvo integrada por Tiana Moser (Partido Verde Liberal, Zúrich), Beat Rieder (Partido del Centro, Valais), Daniel Jositsch (Partido Socialdemócrata, Zúrich) y Andrea Anastasi, jefe del Departamento de Asuntos Internacionales del Parlamento Suizo.




