El desarrollo en modo factoría de los hidrocarburos no convencionales de la formación de Vaca Muerta requiere ir superando obstáculos en la curva de aprendizaje. Ganar competitividad respecto a otras cuencas no convencionales a nivel mundial, como Permian en Estados Unidos, es la clave para que Vaca Muerta continúe desarrollándose para adquirir mayores volúmenes de producción y exportación. Uno de los desafíos técnicos que atraviesa la industria tiene que ver con superar el efecto Parent – Child (Padre–Hijo), que son las interferencias de fracturas en pozos contiguos que provoca una pérdida de productividad.

Pablo Bizzotto, CEO de Phoenix Global Resources, resaltó dos aspectos que tiene que tener en cuenta la industria para mitigar el efecto negativo en los pozos. En primer lugar, “lo que tenemos que hacer es perforar un pad y volver al inmediatamente vecino antes de un año para que, cuando fracturo el nuevo pad, al vecino, que ya estaba en producción, no lo encuentre tan depletado. Esto tiene que ver con cómo planifica el desarrollo del yacimiento”.
En segundo lugar, Bizzoto destacó “la customización del frac plan (plan de fractura) dentro del mismo pad: para reducir interferencias, el pozo que está lindante a un pad viejo no puede ser fracturado de la misma manera que el pozo del otro lado que da contra roca virgen”.
“El Parent – Child ahora está pasando el costo, pero es un fenómeno que lo conocemos desde hace siete u ocho años”, describió el CEO de Phoenix en el Supplier Day, evento organizado por EconoJournal sobre la cadena de valor de la industria energética.
Impacto negativo
El efecto Parent – Child en la industria de oil & gas se produce cuando la presión de las fracturas de un pozo activo (child) provoca perturbaciones y afecta la producción en un pozo adyacente pasivo (padre) que fue perforado y completado y está productivo. Es decir, es el efecto negativo de las fracturas de un pozo nuevo perforado al lado de otro ya existente que está en producción.
Bizzotto remarcó que, por el fenómeno Parent – Child, “en el Permian está habiendo afectaciones entre el 30% y 40% de pérdida en el EUR (Estimated Ultimate Recovery o Recuperación Final Estimada). Este efecto se produce cuando uno viene a perforar al lado de un pozo existente mucho tiempo después que el primer que fue puesto en producción y esa zona está depletada”.
Las interacciones entre los pozos no convencionales no necesariamente son negativas. Incluso sirven para que no queden recursos sin drenar por las fracturas. Así como existe el efecto negativo Parent – Child, también está la interacción Child – Child (hijo – hermano), que sirve para obtener información para la terminación de los pozos y el espaciamiento entre cada uno y el diseño de fracturas, entre otros aspectos.
“La condición para las interacciones entre pozos hijos parece ser diferente que para las interferencias padre-hijo. Generalmente, las child-child se pasan por alto, quizás porque no están directamente asociadas con efectos negativos (ningún daño evidente para el pozo pasivo o activo)”, señala el artículo Análisis de interferencias por fractura entre pozos hermanos (Child-Child) y sus aplicaciones con casos de estudio de campo, publicado en 2022 por Petrotecnia, la revista del Instituto Argentino de Petróleo y Gas (IAPG).
Vaca Muerta
El CEO de Phoenix Global Resources sostuvo que la mitigación del efecto Parent – Child es un tema que la industria está trabajando en la actualidad en Vaca Muerta. Y señaló que “en general el efecto se da de una manera muy negativa cuando el yacimiento se delineó con conceptos convencionales y no se siguió un barrido de pozo”.
“Cuando no haces bien las cosas tenés impactos grandes. Pero cuando planificás mejor, customizás tu frac plan y evaluás todos los aspectos, uno puede minimizar (el impacto del Parent – Child). Esto es lo mismo que la deformación de casing, que hace unos años hablábamos que era un riesgo para Vaca Muerta y hoy la industria aprendió a convivir con eso. Creo que hay cosas con las que hay que convivir y trabajar para dejarlo en su mínima expresión”, sintetizó Bizzotto.
Por último, advirtió que “lo peor que podemos hacer, y lo digo porque en algunas ocasiones hasta se intentó, es sacar regulaciones en la provincia para decirnos dónde tenemos que poner los pozos para deriskear toda el área. Eso es lo mismo que una hipoteca. Es decir, hipotecamos zonas del yacimiento hacia el futuro”.