IMPSA espera reactivar la fabricación y exportación de grúas portuarias a partir de una serie de licitaciones que comenzarán este año en los Estados Unidos. La estrategia para destrabar esa oportunidad incluiría la construcción de una instalación en territorio estadounidense para el montaje final de las grúas, según pudo saber EconoJournal. El contexto para la reactivación del negocio de grúas es propicio en la medida que el Congreso estadounidense y la administración de Donald Trump están avanzando en leyes y decretos para reemplazar las grúas de origen chino en los puertos.
Directivos de la empresa metalúrgica mendocina que fue adquirida este año por el consorcio IAF, cuyo socio principal es la empresa estadounidense Arc Energy, concluyeron la semana pasada un road show en los EE.UU. con una agenda comercial e institucional orientada a fortalecer su presencia en el país, especialmente en el mercado de grúas portuarias en el estado de Florida y en la costa Este. También mantuvieron reuniones con autoridades federales en Washington DC.

El plan de IMPSA
La empresa está apuntando a participar en licitaciones para la instalación de grúas en los puertos de Miami Dale y Jacksonville, en Florida. La presentación de los pliegos está pautada para septiembre y la presentación de las ofertas sería a finales de este año.
IMPSA fabricará las grúas en sus instalaciones en Mendoza, aunque algunos materiales serían importados de los EE.UU. para cumplir con la normativa Build America, Buy American (BABA), incluida en la Ley de Infraestructura Bipartidaria sancionada en la administración de Joe Biden. La normativa aplica sobre los proyectos de infraestructura que reciben fondos federales.
Adicionalmente, los dueños de IMPSA están evaluando la construcción de una instalación en los EE.UU. para la terminación final de grúas. La instalación sería construida en Florida.
Legislación portuaria inminente
IMPSA no es un jugador nuevo en el mercado estadounidense. En puertos de New Orleans, Houston y Jacksonville aún se pueden ver operativas algunas de sus grúas fabricadas hace más de 30 años. Pero la empresa mendocina se vio progresivamente desplazada de este negocio por la competencia asiática y de China en particular. Sin embargo, existe un decreto presidencial de Trump y avanza en el Congreso legislación que podría frenar el ingreso de grúas chinas y forzar el reemplazo de las existentes de origen chino por motivos comerciales y de seguridad nacional.
Trump firmó en abril una orden ejecutiva con el objetivo de relanzar la industria de construcción naval. El decreto sugiere imponer aranceles a las grúas barco-tierra y a los equipos de manipulación de carga fabricados en o vinculados con China en virtud de una investigación realizada a partir de la Sección 301 de la Ley de Comercio. También instruye al asesor de Seguridad Nacional a presentar en un plazo de 210 días a partir de la firma del decreto un Plan de Acción Marítima, que podría incluir los aranceles sugeridos.
En paralelo, algunos proyectos de ley vinculados con la industria naval y su cadena de suministros podrían ser aprobados en el Congreso en los próximos meses, como el proyecto «Shipbuilding and Harbor Infrastructure for Prosperity and Security for America Act» (SHIPS) o el proyecto «Maritime Supply Chain Security Act«.
Plan de pagos a los acreedores
Además de avanzar en la agenda comercial, IMPSA presentó la semana pasada en la Justicia de Mendoza su propuesta para reestructurar su deuda de US$ 570 millones con distintos acreedores. La propuesta será sometida a la aprobación de sus acreedores el 15 de octubre. La principal deuda es con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Otros acreedores relevantes son el Banco Nación, el BICE, y el grupo Moneta.
La empresa propuso reprogramar el cronograma de vencimientos de la deuda, sin quitas de capital. El capital de la deuda se amortizará en nueve cuotas anuales, comenzando el 31 de diciembre de 2036 y con vencimiento final el 31 de diciembre de 2044.
IMPSA consideró que el plan de pagos propuesto «permitirá preservar la continuidad de la empresa, su tecnología de primer nivel mundial en áreas de gran relevancia estratégica desarrollada durante sus más de 100 años de existencia, los puestos de trabajo para los más de 600 empleados directos y la actividad de las más de 100 PyMEs que trabajan con la Compañía».