La reversión del Gasoducto Norte es una obra clave para abastecer en el corto plazo a las provincias del noroeste afectadas por la declinación productiva del gas en Bolivia. Además, a futuro será determinante poder llegar con gas de Vaca Muerta a Brasil. Para esto, el gobierno está tratando de cerrar la ingeniería para financiar la obra, que suma una inversión total de US$ 713 millones, según indicó la secretaria de Energía, Flavia Royón. La funcionaria destacó que US$ 540 millones los aportará la Cooperación Andina de Fomento (CAF), el Banco de Desarrollo de América Latina, pero resta alrededor de un 25% de financiamiento que el gobierno todavía no cerró. Según Royón, los fondos para cubrir el total del financiamiento podrían salir del Estado, pese a la falta de dólares en las reservas del BCRA.