El precio del gas en Europa vuelve a subir fuerte en la jornada del jueves y marca un nuevo récord. En el Dutch TTF se registraron contratos a futuro por € 94/MWh, un nuevo precio histórico, equivalente a más de US$ 31 por millón de BTU. El precio refleja la competencia feroz con Asia por los cargamentos de GNL. En Bruselas insisten en que la respuesta a los altos precios de la energía en Europa es adoptar más energías renovables, pero la crisis preocupa cada vez más a los gobiernos nacionales, que solicitan a la Comisión Europea tomar medidas al menos para reducir el impacto de la escalada de precios en los hogares europeos.
“La solución, a largo plazo, es el despliegue acelerado de energías renovables y la mejora de la eficiencia energética”, dijo ayer el jefe de integración de sistemas de energía y energías renovables de la Comisión Europea, Lukasz Kolinski. “Debemos seguir invirtiendo en energía eólica y solar para tener más días en los que las energías renovables marquen el precio. La situación actual subraya que tenemos que limitar nuestra dependencia de los combustibles fósiles extranjeros lo antes posible”, marcó en un evento organizado por Eurelectric.
El comentario sigue la línea marcada días atrás por el vicepresidente primero de la Comisión Europea, Frans Timermans. «En lugar de estar paralizados o ralentizar las cosas debido al aumento de precios en el sector energético, deberíamos acelerar las cosas en la transición a la energía renovable para que la energía renovable asequible esté disponible para todos», dijo el funcionario, también responsable de llevar adelante la agenda europea de la transición energética.
Los altos precios de la energía serán tema de discusión en una reunión de líderes de los 27 países de la Unión Europea pautada para el 20 y 21 de octubre. La Comisión Europea anunció que presentará una “caja de herramientas”con las medidas que los Estados miembros disponen a corto plazo para hacer frente a la suba de los precios de la luz.
Crisis de abastecimiento y giro al carbón
Pero el problema para Europa no es solo de precios sino de abastecimiento. Algunos países buscan incrementar la generación a carbón para evitar los altos precios del gas y la incertidumbre sobre su abastecimiento de cara al invierno en el hemisferio norte. Las existencias de gas en almacenamiento en Europa están en el 73,9% de la capacidad total, frente a un 94,8% en el mismo período del año pasado, según datos de AGSI+.
La posibilidad de importar más gas desde Rusia parece limitada al menos hasta diciembre. El gobierno ruso dijo que la prioridad es inyectar gas en sus almacenes, una operación que completaría en noviembre y que limita sus exportaciones a Europa. El ingreso en operación del gasoducto Nord Stream 2 podría acelerar la provisión de gas, pero falta una licencia de las autoridades reguladoras de Alemania, que estimaron que podría estar lista para diciembre. Son elementos que suman incertidumbre a la importación de gas y que están conduciendo a muchos países a girar más hacia el carbón.
No obstante, la producción de la materia prima en Europa no alcanza a cubrir la demanda y las compañías generadoras están intentando importar más carbón desde Rusia, según informa Bloomberg. No le será fácil: China también busca importar más carbón ante los problemas en la producción doméstica del insumo.
Problemas en España e Irlanda
En España, un conflicto político en el Magreb podría complicar el panorama del abastecimiento. Argelia y Marruecos rompieron relaciones diplomáticas en agosto, una situación que preocupa a España desde entonces debido al gasoducto que transporta gas desde Argelia y que pasa por territorio marroquí. Los ministros de Exteriores de España y Argelia se reúnen este jueves en una cumbre para renovar y blindar los contratos de provisión, que vencen el próximo 31 de octubre. El gasoducto de Magreb-Europa tiene una capacidad de transporte de más de 9000 millones de metros cúbicos de gas por año. El gasoducto es la principal alternativa de abastecimiento para España y Portugal ante la caída en las importaciones de GNL.
En Irlanda el gobierno “no puede estar completamente seguro” de que no habrán cortes de luz en el invierno. Así lo afirmó el ministro de Ambiente, Eamon Ryan. «Va a ser difícil en los próximos tres o cuatro años, es una situación bastante difícil porque necesitaremos una nueva planta de generación más flexible que pueda adaptarse al viento de manera más efectiva”, dijo Ryan, en relación a la necesidad de combustibles fósiles para complementar la producción de energía eólica. EirGrid, la empresa estatal que opera la red eléctrica nacional de alta tensión, dice que este invierno será “desafiante” y que habrá advertencias periódicas de un déficit en el suministro de energía.