Las cámaras de los tres segmentos que componen el sector eléctricos —distribuidoras, transportistas y generadoras— participaron ayer de una audiencia convocada por el Ministerio de Trabajo para encauzar la negociación salarial que impulsa Luz y Fuerza, el gremio que conduce Guillermo Moser.
El sindicato reclama un aumento del 29,5%, apenas por encima de la pauta inflacionaria que definió el gobierno a principios de año. Sin embargo, las compañías respondieron en bloque que no se sentarán a negociar sueldos hasta que el Ejecutivo defina qué pasará con las tarifas de electricidad. Así lo confirmaron a EconoJournal fuentes privadas y sindicales.
Federico Basualdo, subsecretario de Energía Eléctrica, indicó esta semana que aún no está definido cómo se resolverá la cuestión tarifaria. “Las tarifas de Edenor y Edesur directamente pueden no aumentar o subir un 7% o un 9%”, declaró en diálogo con este medio. Frente a esa incertidumbre, las empresas nucleadas en Adeera (distribuidoras), Ageera (generadoras) y Ateera (transportistas) expresaron ayer en la cartera que dirige Claudio Moroni que no están en condiciones de ofrecer una propuesta de mejora salarial hasta no tener en claro qué sucederá con sus ingresos. A raíz de eso, se pasó a un cuarto intermedio hasta el jueves próximo.
Objetivos
El planteo de las empresas tiene, al menos, dos objetivos, uno de máxima y otro de mínima. En el mejor de los casos, apuntan a que el sindicato pueda ser un factor que ayude a destrabar el aumento tarifario. “No es un nuestro rol discutir tarifas con los gobiernos, ni en los años en que las empresas ganan mucha plata ni en los más complicadas”, sostuvo Moser ante la consulta de EconoJournal.
De mínima, los privados apelan a incluir al gobierno en la discusión de paritarias con Luz y Fuerza. Durante el segundo gobierno de Cristina Kirchner, como las tarifas llevaban años de congelamiento, las subas de salarios se cubrieron, por momentos, con aportes directos del Estado o mediante la autorización oficial para financiar la suba de sueldos incrementando la deuda de las distribuidoras con Cammesa.
Para los generadores con centrales viejas es más complejo, porque la remuneración que perciben está congelada desde febrero de 2020. Por eso, aseguran que están difiriendo mantenimientos obligados en los ciclos y advierten que no tienen fondos para otorgar aumentos de salarios.
¿Qué es lo que reclama Moser?
El titular de Luz y Fuerza tiene abiertas unas 70 negociaciones paritarias a nivel nacional. Salvo en Capital y en la Patagonia, tiene a su cargo la discusión con empresas ubicadas en todo el país. Asegura que el año pasado, el aumento salarial fue de un 31 por ciento, por debajo de la inflación registrada pero bastante por encima del aumento alcanzado por la mayoría de los gremios.
En febrero de este año, Luz y Fuerza firmó una paritaria salarial con Nucleoeléctrica Argentina (NASA), que opera las centrales nucleares, para aumentar un 29,5% los sueldos de los trabajadores enrolados en esa compañía estatal.
Al resto de las compañías eléctricas, el gremio les propuso lo mismo: una recomposición de salarios en tres o cuatro cuotas. Pero hasta la semana que viene no habrá novedades al respecto.