El consorcio liderado por José Luis Manzano, Daniel Vila y Mauricio Filiberti deberá desembolsar apenas US$ 55 millones para tomar el control de Edenor y otros 40 millones en 2021, cuando se cumpla un año de la fecha de cierre de la operación. El monto sorprendió al mercado porque Edenor es la distribuidora eléctrica más grande del país con cerca de 3 millones de clientes. Además, el acuerdo incluyó una llamativa cláusula donde se aclara que el comprador deberá desembolsar “un pago contingente en caso de cambio de control de la compradora o de Edenor durante el primer año luego del cierre de la transacción o mientras se mantenga adeudado el saldo de precio por el 50% de la ganancia generada”.
EconoJournal consultó sobre este punto a dos experimentados abogados pertenecientes a grandes estudios, habituados a participar en este tipo de operaciones, y ambos coincidieron en que nunca vieron algo así en una operación de semejante escala. “Son cláusulas que se suelen ver en los contratos de los futbolistas, pero no en este tipo de ventas”, remarcó una de las fuentes. En Pampa Energía, en cambio, prefirieron no realizar comentarios sobre el tema.
Desde hace meses Edenor venía pidiéndole al gobierno alguna señal de que estaba dispuesto a encarar una recomposición tarifaria que permitiera encauzar el negocio. También le expresaron a fuentes oficiales que si la idea era nacionalizar o someter a la compañía a un estricto control de dirección por parte del ente regulador que también les avisaran porque en ese caso estaban dispuestos a ponerle un moño a la compañía y refugiarse en el segmento de generación. La falta de un guiño oficial es lo que explica la salida de Pampa Energía, quien ya no quería lidiar con años de congelamiento tarifario como los surfeó en la posconvertibilidad.
Lo que no termina de estar claro es cuáles son las motivaciones de Manzano, Vila y Filiberti. “Es un acto de confianza en el país, creemos que habrá un acuerdo con el FMI y que la macroeconomía se va a estabilizar», explicó a EconoJournal uno de los tres compradores. Sin embargo, la cláusula incluida por Pampa Energía deja entrever la sospecha de que Manzano y sus socios estén solo de paso por la empresa, en una operación de tipo financiero, como las que suelen hacer los fondos de inversión que adquieren compañías en problemas para luego venderlas a un precio mayor obteniendo una jugosa diferencia en poco tiempo. Pampa habría incluido esa cláusula para no quedar marginado de esa operación.
Además, el precio de venta incluye un pago en especie consistente en 21.876.856 acciones Clase B de Edenor, representativas del 2,41% del capital social y los votos de Edenor. De este modo, Pampa conservará una participación en la distribuidora.
3 Responses
La cláusula no es extraña. Lo que es extraño es que nadie diga nada de un Gobierno que obliga a un empresario a vender una empresa. Claramente a Midlin lo apretaron para que vendiera. Un asssscccoooo el Gobierno, un asssssccccoooo el empresariado…
Mindlin fue uno de los que más capitales blanqueó, así que qué otra cosa se podría esperar…
Lo raro es que el gobierno . No compre Edesur, sabiendo que tiene concesión por 100 años en caba.y 55 millones es un vuelto para el estado.