La Cámara de Empresas Argentinas de Gas Licuado (CEGLA) manifiesta su creciente preocupación por la grave situación actual ante los injustificados atrasos en la actualización de los precios de referencia que lleva a que la actividad de fraccionado del gas envasado se encuentre ante una situación de déficit insostenible. “El desfasaje producido por la falta de actualización de precios genera una situación crítica en un mercado de 18 millones de consumidores y de una actividad que da empleo directa e indirectamente a más de 9.000 personas”, describió Pedro Cascales, director de CEGLA.
En efecto, el atraso es tan grave que mientras la estructura de costos obliga a un precio mayorista (sin impuestos) de $ 354 por cada garrafa de 10 kg. en planta de fraccionamiento de zona central del país y de $ 400 en el norte, el precio de venta determinado por la Autoridad de Aplicación, dependiente de la Secretaría de Energía de la Nación, es de apenas $ 185 de manera uniforme para todo el territorio nacional. Es decir, los precios actuales no alcanzan siquiera al 50% del valor que se necesita para operar con normalidad.
El retraso es alarmante y coloca a la actividad en una situación totalmente irregular. Comparando con otras alternativas, el precio al público se encuentra muy por debajo del equivalente a la energía eléctrica e incluso en el AMBA por debajo del precio del gas natural.
Es importante resaltar, además, que se trata de un sector que exige cuantiosas inversiones para el mantenimiento de un parque de 18 millones de envases en poder del público, así como para la conservación de la flota de transporte y de la infraestructura de plantas de fraccionado, almacenaje y equipos especiales.
Es interesante ilustrar que en otros países de la región con precios regulados (Uruguay, Perú y Colombia) los márgenes establecidos y consolidados de las tareas de fraccionamiento y distribución se ubican en promedio por encima de los US$ 6 por carga de 10 kg. Ese valor está en el orden de los márgenes históricos en nuestro país. Sin embargo, en la actualidad, y como consecuencia de la acumulación de retrasos en la determinación de precios de referencia, la Secretaría de Energía de la Nación impone precios que ubican ese margen por debajo de los US$ 2.
Es por todo esto que las empresas fraccionadoras vienen reclamando con insistencia al Gobierno nacional que se cumpla con el artículo 34 de la Ley 26.020 y se resuelva la grave e insostenible situación de un sector con enormes inversiones y que brinda un servicio de excelencia en todo el territorio nacional. “Ofrecemos un producto de muy elevada eficiencia, con altos estándares ecológicos y de seguridad. Necesitamos que se establezca un precio de referencia para el GLP en envases que sea coherente con la estructura de costos actual tal como se estipula en la ley”, finalizó Cascales.