La senadora nacional Lucila Crexell presentó un proyecto de Ley para regular las emisiones de metano en la industria petrolera. La intención es reincorporar a este componente al sistema para reducir el efecto invernadero. El texto, al que accedió Econojournal, establece un mecanismo de incentivos y penalidades para las compañías del sector.
El proyecto de Ley de Prevención y Control Integral de Emisiones de Metano en el Sector de Hidrocarburos establece una “hoja de ruta” para que las empresas petroleras incorporen de manera paulatina -pero obligatoria- la recuperación de fugas y el control de emisiones de metano (CH4), que es el componente principal del gas natural. Su efecto en el calentamiento del clima equivale a más de 80 veces el del bióxido de carbono (CO2) y es el responsable del 25% del calentamiento global, según señala la senadora neuquina en los fundamentos de la iniciativa.
El metano es un gas que puede ser utilizado nuevamente en el proceso de generación de energía. El proyecto obliga a las petroleras a adaptar sus instalaciones para que puedan realizar la recuperación de CH4.
Fija un mecanismo de premios y castigos para las compañías que realizan las actividades de exploración y extracción de hidrocarburos; tratamiento, refinación y almacenamiento de petróleo; y, también, procesamiento, comprensión, licuefacción, descompresión y regasificación, así como el transporte por ducto, almacenamiento y distribución de gas natural.
Crexell, que en diciembre abandonó Juntos por el Cambio en el Senado y armó un bloque unipersonal, expresó en diálogo con Econojournal que “como neuquina vivo esto como una oportunidad, no sólo para mi provincia sino para todo el país. No existe desarrollo energético en el largo plazo si no se realiza de manera sustentable y respetuosa del ambiente”.
El proyecto tiene 94 artículos. La autoridad de aplicación sería la Subsecretaría de Hidrocarburos de la Nación, aunque deja abierta la posibilidad para crear una autoridad específica.
“Resulta fundamental regular las emisiones de metano provenientes del sector, en función de las repercusiones que este gas tiene sobre el calentamiento global y la calidad del aire; en línea con lo que vienen haciendo otros países en el mundo, con el liderazgo de México en nuestra región”, resaltan los fundamentos del proyecto.
Estados Unidos es otro país que implementó la obligatoriedad para que las compañías petroleras instalen los sistemas para la reutilización de metano. Lo implementó el expresidente Barack Obama, aunque Donald Trump flexibilizó esa regulación el año pasado.
Articulado
Los artículos 7° y 8° remarcan que las compañías “deberán implementar las acciones que les resulten aplicables en los equipos, así como en las operaciones en pozos” y las que cuenten con instalaciones nuevas “deberán incorporar, desde la etapa de diseño, lo previsto en la presente ley”.
El artículo 9° subraya que las empresas “deberán elaborar un diagnóstico de las emisiones de metano que se presenten en los equipos”, el cual abarca la identificación, clasificación y cuantificación de las emisiones de metano.
El artículo 15° describe que las petroleras “cuantificarán las emisiones de metano que se generen anualmente” y el artículo 66° indica que “deberán elaborar un programa de detección y reparación de fugas para cada instalación del proyecto que será implementado cada tres meses a todos los equipos y sus componentes”.
En resumen, el proyecto:
• Crea un esquema regulatorio para la industria, por el cual se penaliza la fuga sin control y se premia la recuperación.
• Crea una autoridad de aplicación con la fuerza legal para generar incentivos, interpretar las normas y aplicar sanciones.
• Le brinda a la industria una hoja de ruta para la transformación.
Costos para el sector
En cuanto a la demanda económica que implicaría la norma, sostiene que “no se trata de un camino costoso para la industria” porque “genera un beneficio ambiental con un costo prácticamente nulo en el largo plazo”. “Las acciones que eliminan o reducen las pérdidas de metano a la atmósfera son altamente costo-efectivas, ya que una menor cantidad de emisiones se traduce en más productos en la tubería.
De acuerdo con datos de la Agencia Internacional de la Energía (IEA por sus siglas en inglés) la industria del petróleo y el gas puede reducir de manera costo-efectiva hasta el 75% de sus emisiones; y el 50% de las reducciones mundiales de metano se puede realizar a un costo neto nulo”, señala la senadora en los fundamentos.
Además, destaca que “actualmente existen alternativas de acción altamente costoefectivas para disminuir estas pérdidas. Se requiere de instalaciones de exploración y extracción de hidrocarburos con óptimo mantenimiento, así como reportes estrictos por parte de los emisores, para que dichos cálculos tengan mayor aproximación a la realidad”.
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Me parece buena iniciativa la de la Senadora Nacional. Sería una buena medida pero demasiado tarde; se ha quemado muchísimo gas a lo largo de décadas, sin re-inyección a los yacimientos o recuperación del mismo.