A lo largo de sus 45 años de vida, Meip Ingeniería pasó por diferentes negocios, pero todos tuvieron como común denominador la industria del gas. A mediados de los 70, surgió como una empresa proveedora de obras para gas industrial, y en la actualidad cubre una amplia gama de servicios que van desde la fabricación de equipos de proceso de petróleo y gas para plantas compresoras y reguladoras de gas y centrales térmicas hasta la realización de gasoductos, poliductos y puesta en marcha de instalaciones. Horacio Pino es uno de los tres socios de esta Pyme fundada por el abuelo de su esposa, que lleva más de 100 obras ejecutadas en Argentina y países limítrofes. «A lo largo de estos años, hemos pasado por distintas etapas del negocio del gas. Hemos instalado estaciones de GNC, construimos plantas compresoras de manera completa, obras civiles eléctricas, entre otras actividades. Actualmente, trabajamos para todas las distribuidoras y transportadoras en lo que tiene que ver con obras industriales de gas y gasoductos», asegura Pino.
Una de las características que distingue a Meip de sus competidores es que dentro de su estructura de producción incluye ingeniería, fabricación y montaje. «Hay pocas empresas que puedan hacer todo el proceso», señala el directivo. Esta posibilidad de contar con tres sectores le ha permitido a Meip diversificar su matriz y no depender de una sola actividad. «Podemos crecer de manera satelital en cada sector. Por ejemplo, en la parte de obra podemos tener varias al mismo tiempo y contratar gente mientras duren esas obras. A su vez, la producción de equipos fabricados creció y ahora estamos en un proceso de mudanza a una planta más grande que la actual. Por eso hemos contratado a un especialista para que haga un diseño lo más funcional posible», señala.
Como sucede en muchas otras empresas del sector, en Meip entendieron que era necesario diversificarse para seguir brindando servicios a sus clientes. La oportunidad y la veta a explorar la encontraron con la llegada de Miguel Galuccio a YPF y la decisión de la petrolera estatal de sustituir importaciones. «Nos sugirieron que nos metiésemos en la fabricación de calentadores eléctricos», recuerda Pino. Fue así como ingenieros de la compañía estudiaron los equipos que hasta ese momento importaban otras empresas y comenzaron a fabricarlos en Argentina. «Hasta los mejoramos», asegura orgulloso el directivo. A partir de la elaboración de estos calentadores eléctricos, desde Meip decidieron crear una nueva empresa, llamada Tecnoheater SRL, dedicada exclusivamente a esta línea de producción. «Desarrollamos este producto para cada yacimiento. Es como si fuera un pantalón a medida. El petróleo de Comodoro Rivadavia es distinto del de Loma Campana o el de Yancanelo, que parece miel. Entonces, para cada lugar producimos un prototipo que se adecue a las necesidades particulares», asegura. A su vez, remarca la importancia de que se implemente un esquema inteligente de protección para las pequeñas y medianas empresas. «Las Pymes petroenergéticas entendemos que para un desarrollo rápido de Vaca Muerta es necesaria la importación de equipos y materiales que no se fabrican en el país, pero nos preocupa la importación indiscriminada sin control ni protección de los fabricantes locales. La mejor protección que pretendemos no es únicamente cubrirnos con aranceles a la importación, sino que los gobiernos escuchen nuestras necesidades para bajar costos y aumentar la productividad», sostiene.
¿Los gasoductos que ustedes construyen pueden llegar a ser de grandes extensiones?
—Hemos llegado a construir gasoductos de hasta 60 kilómetros, pero de 10 o 12 pulgadas. Si se supera ese diámetro, ya no somos tan competitivos por el equipamiento que requiere la elaboración de gasoductos más anchos. Ahí pasamos a otra escala de costos. Hay que tener en cuenta que, hoy por hoy, la empresa se financia con la utilidad de los socios. No tenemos alguien afuera que nos financie, ni tampoco podemos acudir a un banco con las actuales tasas que ofrece el mercado. Entonces, la única forma de financiarnos es cuando las obras tienen anticipo y a partir de ahí podemos ir avanzando. Lo importante que tienen que entender los gobiernos es que las Pymes somos las empresas nacionales que más trabajo damos en la industria petroenergética y no tenemos financiación externa. Por lo tanto, necesitamos del gobierno de turno créditos subsidiados para comprar equipos, vehículos y ampliarnos en general. De esa manera podremos ser más eficientes y competitivos. En nuestra empresa capacitamos a todos los niveles de nuestro personal, innovamos, mejoramos la productividad, pero para seguir creciendo y bajando costos es necesario ampliarnos; eso, sin créditos ni apoyo oficial, es muy difícil.
Pino destaca que estos equipos permitieron solucionar problemas habituales generados en los ductos con el componente de parafina que contiene el petróleo. «En la industria tradicional existen varias alternativas para sacar la parafina. Una es introducir agua caliente para diluirla. Cuando se tapa la cañería, la opción es introducir cotoil, esto es, vapor a presión que directamente hace el efecto de destapador. En cambio, nuestro producto es preventivo. No se necesita ponerle químicos porque el petróleo se calienta con el mismo petróleo», afirma. La posibilidad de fabricar equipos «a medida» del cliente le permite a Meip brindar una versatilidad que no es frecuente en el mercado.
Pino relata un caso puntual que pudieron resolver, a pesar del escepticismo de quienes los contrataron. «En una ocasión nos llamaron de Loma Campana porque tenían el problema de que las parafinas les tapaban las varillas y las cañerías, y si introducían químicos para eliminarlas debían parar la producción. Fuimos con nuestros gerentes a estudiar el caso y les dijimos que podíamos solucionarlo sin necesidad de introducir químicos ni parar la producción. La verdad es que mucha confianza no nos tenían, pero igual pusimos el proyecto en marcha. La característica que se da en Loma Campana es que hacen cuatro pozos en un mismo rectángulo. Entonces, diseñamos un equipo que toma el petróleo de esos cuatro pozos y va limpiando todo el pozo. Como se trata de un equipo móvil que está sobre ruedas, lo llevamos a otro rectángulo para que haga el mismo proceso. Desarrollamos ese equipo específico para ese cliente y le solucionamos el problema, sin tener que recurrir a la utilización de químicos para limpiar varillas y cañerías».
A pesar de los vaivenes económicos de la historia argentina reciente, Meip no paró de crecer. Para Pino, la clave de los buenos resultados estuvo en la decisión de los socios dueños de la empresa de crear un nivel intermedio de empleados con la autonomía suficiente para proponer nuevas ideas y proyectos. «Este nivel intermedio involucra a ingeniería, obra, calidad, seguridad, administración y venta. Lo más traumático en una Pyme sucede cuando el dueño o los dueños tienen que concentrar la toma de decisiones y solucionar todos los problemas. En cambio, crece cuando encuentra un equipo que brinda soluciones y que siente el respaldo de la conducción de la empresa», señala.
A su vez, entiende que para alcanzar el éxito se requiere tanto la calidad profesional como humana. «A nuestro nivel intermedio le inculcamos el criterio de que tenemos buena gente y que somos buena gente. Estamos convencidos de que desde la generosidad y la confianza se logran los mejores crecimientos. Tener alrededor gente más inteligente que uno ayuda a que crezcamos todos. Antes los ingenieros éramos solamente los socios y eso está mal. Hoy tenemos un equipo de 10 ingenieros de altísimo nivel. Cuanto más capacitada sea la gente que te rodea, más va a crecer la empresa. Y cuanta más autonomía y responsabilidad tenga, mejor. Pero muchas veces eso es lo más difícil de lograr si no hay confianza y generosidad», asegura Pino.
¿Cómo visualiza el futuro de Meip dentro de 5 o 10 años?
—Creo que la empresa va a seguir creciendo por el contexto que tiene el país. Pero no solo por Vaca Muerta, sino porque va a ser necesario hacer gasoductos, generar distribución. Pienso que en el sector de energía va a haber mucho crecimiento. De acá en adelante Meip tiene que armar alianzas para seguir creciendo; alianzas con empresas que tal vez sean más grandes. Porque técnicamente nosotros tenemos mucho conocimiento, pero falta la parte financiera. Eso es lo que veo en el futuro. Todos los años fuimos creciendo y duplicando la facturación. Pero para seguir haciéndolo, e incluso incursionando en otros rubros, las alianzas van a ser el futuro de la empresa.
Da la impresión de que Meip es una isla dentro del universo Pyme porque tiene una perspectiva de crecimiento que no se avizora en otras empresas. ¿El mundo Pyme está tan golpeado como se advierte en general o hay algunos sectores en los que aparecen mejores perspectivas?
—Me parece que hay que separar el sector
Pyme que está en la parte de petróleo y gas del sector Pyme en general, que
tiene graves dificultades. Dentro de lo que es petróleo y gas, toda Pyme que
innovó y mejoró su eficiencia está aprovechando realmente el crecimiento que
hay. Las empresas petroleras saben que tener Pymes proveedoras locales
es bueno. Algunas cuentan con estructuras para el desarrollo de proveedoras, lo
cual es muy útil para las Pymes, pero lo más importante son los contratos marco
a largo plazo. Eso permite la planificación, capacitación, ampliaciones y el
desarrollo de inversiones. Y redunda en
beneficios directos a las petroleras, proveedores confiables, mejor calidad,
mejores costos, mejores plazos de entrega. Por definición, si se diera un
desarrollo no habría capacidad de Pymes para abastecer el mercado. Entonces,
aquellas que aprovechan inteligentemente la situación van a crecer. No
solamente nosotros, no es que Meip
sea una isla. ×