Según se espera en el sector, en pocos días saldrá la reglamentación de la Ley de Generación Distribuida 27.424, que va a permitir a los usuarios residenciales y comerciales de electricidad generar e inyectar su propia energía proveniente de fuentes renovables a la red. Más allá del impacto en lo inmediato, en el mediano y largo plazo esto generará movimientos en las compañías eléctricas y en su gestión sobre el servicio, en los sistemas de facturación y cobranza y en el control y administración de los medidores inteligentes. Habrá un salto en el sistema eléctrico porque por primera vez se revertirá -con el tiempo- el sentido unidireccional del flujo de electricidad. A fin de cuentas, esto impactará en el modelo de negocios de las empresas distribuidoras.
Así lo afirmó el colombiano Jesús Sánchez, ingeniero de sistemas y vicepresidente de Marketing de Open, una firma que ofrecer soluciones tecnológicas a empresas de servicios públicos de energía, gas y agua: “Tradicionalmente en la Argentina el eléctrico ha sido un sector estático, es decir, las empresas siempre llevaron energía hacia los clientes. La generación distribuida va a cambiar los procesos de gestión de las compañías y habrá un impacto en el sistema de facturación y en los nuevos modelos de negocio. Seguramente también impactará en cómo se va a reconocer la energía inyectada a la red por los clientes, en cómo se va a cobrar la energía auto-consumida y en cómo se va a gestionar”.
En diálogo con EconoJournal, el ejecutivo de Open, que participó de un evento en Buenos Aires organizado por la asociación de empresas distribuidoras ADEERA, sostuvo que “para poder desarrollar la generación distribuida en la Argentina se necesitan varias herramientas que aporta la tecnología. Desde una parte dura aparecen los medidores inteligentes, las baterías de almacenamiento y los paneles solares (aunque se podrá generar energía también desde otras fuentes renovables) que tienen costos cada vez más baratos. Pero desde la parte blanda están los software, que tienen que aportar gestión comercial a los sistemas y equipos”.
Open es una firma que ofrece servicios de CRM (gestión de relaciones con los clientes, por sus siglas en inglés) para empresas. Aplica sistemas y software para gestionar las relaciones con sus clientes. Es decir, ofrece soluciones tecnológicas para lectura y gestión de medidores inteligentes, de procesos de facturación y cobranza, sistemas especializados en la administración de cuadrillas de calle y plataformas inteligentes (como por ejemplo, apagado y encendido de equipos de manera remota), entre otros servicios.
Con el desarrollo de la generación distribuida, la idea de prosumidores será cada vez más común en la Argentina. Se trata de usuarios residenciales, oficinas, comercios y pequeñas industrias que se convierten en generadores de energía renovable y pueden inyectar electricidad a la red. Es decir, usuarios que podrán comprar y vender energía en la red.
En este sentido, en la Argentina “van a crecer los sistemas de inteligencia artificial en la gestión del sector eléctrico”, subrayó Sánchez. En este sentido, “va a haber un gran impacto en cómo las empresas van a poder atender a sus clientes con estas nuevas tecnologías de medición y de generación distribuida”, agregó.
“Se trata de una demanda creciente que va a haber en cuanto a productos y servicios para administrar la inyección de energía renovable a la red por parte de los usuarios. Ahí aparece el mecanismo ´netmetering´, que es el reconocimiento del balance neto (entre lo que se consumió y lo que se generó), que debe ser soportado por los nuevos modelos de negocios y administrados por las compañías eléctricas”, explicó el vicepresidente de Marketing de Open.
En concreto, la idea es que con los medidores inteligentes las empresas eléctricas ofrezcan a sus clientes un mejor control sobre el estado del servicio, el consumo y la generación de electricidad. “Esta tecnología facilitará el desarrollo de la generación distribuida para poder regular las curvas de consumo y manejar mejor la demanda”, explicó Jesús Sánchez.
“Las empresas deberán renovar sus tecnologías y sistemas, invertir en software y en soluciones tecnológicas para poder reconocer el balance neto de cada usuario (o prosumidor), para poder gestionar mediciones automáticas y controles a distancia”, remarcó Sánchez.
En cuanto el propio desarrollo de la firma en el país, Jesús Sánchez señaló que “desde Open vemos a la Argentina con grandes posibilidades. Tenemos oficinas instaladas y nuestro plan es crecer en el país, en particular en el sector eléctrico. Ya tenemos como cliente a la empresa Cablevisión, donde aportamos también soluciones tecnológicas”. “Tenemos confianza en que el sector va a invertir y parte de esa inversión será en tecnología”, comentó.
Cambios en el modelo de facturación
Con la generación distribuida y el desarrollo de los prosumidores, el seguimiento que podrán hacer las compañías de todo el proceso de distribución, consumo, generación e inyección de energía a la red por parte de los clientes será muy cercana al tiempo real.
“Los cambios en los procesos y sistemas de facturación de las distribuidoras serán grandes”, sostuvo Sánchez, quién explicó además que la Argentina está en la antesala de un cambio radical en el sector. “Open ofrece nuevos modelos de gestión en el proceso de facturación que es flexible y que maneja estructuras tarifarias complejas, la posibilidad de gestionar las tarifas por hora y el mejoramiento en el trabajo de campo a partir de integrar todo en una sola solución”, describió.
Una de las claves de lo que está por venir pasa por los medidores inteligentes, que pueden ofrecer información minuto a minuto. Así, una distribuidora podrá saber cada escasos minutos la temperatura de un medidor, la potencia generada (sobre todo para el uso industrial), las cantidades consumidas y las producidas y establecer relaciones entre las variables.
Según el ejecutivo de Open, estos cambios tecnológicos en la gestión pueden incrementar los ingresos anuales a las empresas en más del 3%. “La inversión en este tipo de tecnologías eficientes para las empresas eléctricas es un beneficio”, resaltó Sánchez.
La empresa Open, operativa en 18 países, está orientada a ofrece productos vinculados a la generación distribuida y el desarrollo de los prosumidores. Trabaja con compañías como Sempra Energy, que opera en el sector del gas natural en Estados Unidos, y también en Chile con la distribuidora eléctrica Chilquinta. En Colombia ofrece servicios para la compañía Empresas Públicas de Medellín (EPM), que tiene más de 3 millones de clientes, y a la firma Promigas, de distribución de gas y electricidad. En México, Ecuador y Colombia trabaja en el servicio de agua con la empresa Veolia, un grupo global de origen francés.