LA DE MANUEL SANTOS URIBELARREA es una historia que combina, de manera virtuosa, la tradición con el cambio. Por apellido, su identidad está íntimamente vinculada al negocio del campo. Su familia es fundadora y propietaria de MSU Agro, una empresa dedicada a la producción agropecuaria en la Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil. Es, de hecho, una de las tres mayores jugadoras del agro local. Su curiosidad y, por qué no, su hiperactividad lo impulsaron, sin embargo, a encarar nuevos desafíos: explorar el mundo de la energía. En esa clave creó MSU Energy, una firma que recientemente desembarcó en el segmento de generación de energía termoeléctrica y hoy tiene proyectos en marcha por alrededor de u$s 900 millones.

«Agro es un tema familiar, es parte de mi historia. Con mi padre le dimos una vuelta de timón a un negocio que ya estaba en marcha y armamos MSU, que comenzó con tres personas en 1998 y hoy cuenta con 380 empleados directos. Empezamos a vender campos y construimos una plataforma de crecimiento horizontal de producción agrícola de gran escala», comenta Uribelarrea.

El ejecutivo recibió a Revista TRAMA en sus oficinas del Bajo porteño, sobre la calle Cerrito. En un edificio lindero acaba de instalar la base administrativa de MSU Energy; esta generadora operará tres centrales termoeléctricas que en 2019 inyectarán 750 megawatts (Mw) en el sistema eléctrico.

«Hace cinco años empezamos a analizar cuáles eran los sectores que en la Argentina ofrecían oportunidades de crecimiento o aquellos en los que más nos interesaba participar», recuerda Uribelarrea, que nació hace 39 años. En ese análisis, agrega, divisaron dos segmentos que presentaban una clara oportunidad: «Uno era el sector energético, y el otro, el de infraestructura. Dos negocios que en la Argentina registran atrasos en algunos aspectos, donde hacen falta muchas inversiones. Especialmente en el caso de la energía, analizamos el potencial de Vaca Muerta, y la oportunidad en materia de gas y petróleo es enorme», destaca el ejecutivo, que se formó en la universidad como agrónomo pero que profesionalmente adquirió un vasto conocimiento y poderoso networking del sector financiero.

LA ELECCIÓN

A partir de esa lectura, Uribelarrea puso en marcha un proceso para determinar cuál era la mejor oportunidad –dentro del amplio arco de posibilidades que ofrecer el sector– para desembarcar en el negocio energético. La elección recayó en el área de generación de energía.

«Charlando con operadores, tanto extranjeros como locales, concluimos que la generación sería un segmento estratégico en los próximos años. Tanto por la necesidad de inversiones como por la posibilidad de asociarnos con tecnólogos, que nos podían apalancar para entrar fuerte y con escala a ese mercado. Es decir, nosotros contamos con el know-how de hacer todo el delivery, el desarrollo de los proyectos. Podemos definir dónde ubicar la planta, cuáles serían los nodos y la capacidad de conexión eléctrica y de gas, analizar el impacto ambiental y todos los demás requisitos que implica el diagnóstico de un proyecto», repasa Uribelarrea.

En 2016, MSU Energy estableció una alianza con General Electric (GE), uno de los grandes fabricantes de tecnologías de generación de energía a nivel global, que a su vez está interesado en incrementar su market share en el país.

LA EJECUCIÓN

Actualmente, MSU Energy tiene dos empresas de energía: UENSA SA y UGEN SA, que funcionan bajo un mismo paraguas accionario. El proyecto fue estructurado como project finance y demandó, en una primera etapa, una inversión total de u$s 450 millones para construir tres centrales de ciclo abierto. La ingeniería financiera de las obras se concretó a partir de créditos sindicados otorgados por un conjunto de bancos: Industrial and  Commercial Bank of China (ICBC) de Argentina, Banco Galicia, Banco Hipotecario, Banco de Crédito y Securitización, y Banco Macro. El monto está destinado al desarrollo de tres plantas termoeléctricas a gas. Dos están en la provincia de Buenos Aires –en San Nicolás y en Benito Juárez–, y la tercera, en Villa María, Córdoba.

«Una planta ya está en operación y las otras dos entrarán en operación comercial en breve. Las pruebas de primer fuego de las turbinas están muy avanzadas, al igual que todo lo referente a sincronización. Lo que viene es la etapa de cierre de ciclos de las tres plantas», adelantó el empresario.

Por si te lo perdiste, mira también:

CAMMESA dejó de cobrarle el costo de transporte a los generadores

Cuando el proyecto esté finalizado, en el segundo semestre de 2019, las tres plantas generarán un total de 750 Mw. El cierre de ciclos, y el proyecto de instalar una cuarta turbina, requerirán más inversiones. Por eso, a principios de 2018, MSU planea lanzar un bono internacional en busca de u$s 550 millones. La colocación se realizará bajo el paraguas de la Regla 144ª, que fue promulgada por la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (Securities and Exchange Commission, SEC) en 1990, y elimina el período de tenencia de dos años para los títulos de propiedad privada, cuando un comprador institucional calificado le vende a otro comprador.

OPCIONES

Aunque ya cuenta con una interesante masa crítica de proyectos, Uribelarrea visualiza el futuro desde un crisol ambicioso. «Mi sueño es darle un poco más de volumen a esta compañía, hacer una Oferta Pública Inicial (Initial Public Offering o IPO, en inglés) y armar una gran empresa argentina de generación eléctrica. Sobre todo, porque los negocios están separados: MSU Energy se maneja en forma independiente de MSU Agro, lo único que compartimos son accionistas y algún director», dice entusiasmado. En esa clave, el ejecutivo quiere balancear su porfolio de generación térmica incorporando plantas renovables. La empresa presentó proyectos en la Ronda 2 del programa RenovAr, que estimula la instalación de tecnologías alternativas de generación. La empresa presentó un proyecto para instalar un parque eólico de 200 Mw, con posibilidades de extenderlo hasta 600 Mw. ×

Tres plantas

El proyecto de generación de energía termoeléctrica de la empresa MSU Energy contempla el desarrollo de tres plantas, mediante un esquema de construcción «llave en mano» de General Electric (GE).

La empresa, impulsada por Manuel Santos Uribelarrea, tiene a Benjamín Guzmán como gerente general. Está acompañado por otros seis gerentes principales, todos con experiencia en el mercado energético.

Cada una de las tres plantas que construye y opera la empresa ofrece 150 Mw de potencia. Entre todas proveerán 450 Mw de ciclo abierto y 300 Mw más de ciclo cerrado.

Una de las plantas –llamada Central Termoeléctrica Rojo– está ubicada en la ciudad bonaerense de San Nicolás, en el norte de la provincia. La Central Termoeléctrica Barker se sitúa en Benito Juárez, en la provincia de Buenos Aires, cerca de Tandil. Y la tercera, la central Villa María, está emplazada en la ciudad homónima cordobesa.