El Ministerio de Energía modificó en noviembre los criterios de distribución de los costos del transporte de electricidad. A través de la resolución 1085-E se dejó de lado el método de “áreas de influencia”, que calculaba el factor de uso que los operadores hacían de las líneas de transmisión del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), y se lo reemplazó por otro de prorrateo en función de la energía demandada y/o aportada por cada agente del sistema. En las audiencias públicas algunos de los participantes advirtieron que el cambio abría las puertas para que los generadores dejaran de pagar los costos de transporte, trasladando todos los cargos a la demanda. El gobierno negó que ello fuera a ocurrir. Sin embargo, EconoJournal revisó el Documento de Transacciones Económicas del MEM y pudo confirmar que, desde que se publicó la resolución, no solo subió sustancialmente lo que pagan industrias, comercios y hogares sino que la Compañía Administradora del Mercado Eléctrico Mayorista (CAMMESA) directamente dejó de cobrarles los costos de transporte a los generadores porque el Ministerio de Energía todavía no determinó qué valor tienen que desembolsar.
En el Anexo 1 de la resolución 1085-E, la secretaría de Energía Eléctrica (ahora subsecretaría) redujo en noviembre el cargo de transporte que deben pagar los generadores al establecer que “será un valor representativo de los costos de operación y mantenimiento del equipamiento de conexión y transformación dedicado a su vinculación al sistema, considerando el nivel de tensión y sus características”.
El Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) establecía regularmente una tarifa que le correspondía cobrar a la transportista por la operación y mantenimiento ordinario de la conexión y el transformador, la reparación de eventuales desperfectos y la remuneración del capital. Sin embargo, en la nueva resolución se explicitó que “los valores correspondientes serán determinados por la secretaría de Energía Eléctrica del Ministerio de Energía y Minería de la Nación a través de una evaluación de ´costos standard´ y comunicados al organismo encargado del despacho para su aplicación”. De este modo, se desplazó al ENRE de esa tarea.
La secretaría no determinó aún esos “costos standard”. Por lo tanto, CAMMESA no le está cobrando a los generadores la porción que deben desembolsar por el cargo de transporte, el cual desde diciembre es afrontado por el propio Estado Nacional.
La decisión de reemplazar el “método de áreas de influencia” trajo mayor equidad entre los demandantes de energía porque hasta diciembre los usuarios de las provincias pagaban sustancialmente más que los del Área Metropolitana de Buenos Aires. Edenor y Edesur abonaban cargos de transporte solo por el uso de las redes de alta tensión de Transener que están dentro del área de las distribuidoras. Ahora, en cambio, el pago se prorratea en función de la energía demanda por cada agente, pero en un escenario donde tanto los usuarios de las provincias como los de Buenos Aires pagan más para beneficio de los generadores eléctricos, que desembolsan menos.
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En el último documento de transacciones económicas de CAMMESA previo al cambio en los criterios de distribución del costo de transporte podía verse que de 716 agentes que participaban del pago del transporte 450 eran agentes generadores y 264 agentes demandantes. El costo absorbido por los generadores para el transporte en toda el área de Transener era de 43% y el 57% restante correspondía a la demanda nacional. Si a las redes de alta tensión de Transener se le sumaban las redes de las distribuidoras troncales, como Transnoa, Transnea, Distrocuyo, Transcomahue, Transba y Transpa, la porción que abonaban los generadores se reducía al 30,2% y el 69,8% restante lo afrontaba la demanda. La comparación entre el 57% que pagaba la demanda por el uso de las redes de alta tensión de Transener y el 69,8% al que trepaba cuando se consideran las distribuidoras troncales, evidenciaba la disparidad que existía entre la Capital y el interior en este punto.
Ahora esa disparidad se redujo, pero la demanda en ambas zonas paga más porque los generadores solo deben hacer un aporte por los costos de operación y mantenimiento del equipamiento de conexión y el transformador que los vincula al sistema. El mayor impacto es sobre los clientes de Capital Federal y Gran Buenos Aires.
En la audiencia pública del 17 de noviembre de 2017 el secretario de Energía Eléctrica, Alejandro Sruoga, detalló que a los usuarios de Edesur y Edenor hasta ese momento les correspondía pagar 6 pesos por MWh por cargo de transporte y que con el cambio de sistema esa cifra se iba a elevar a 34 pesos por MWh. Eso daba un costo adicional de 28 pesos por MWh, pero en los hechos la suba iba a ser mayor porque sólo estaban pagando cerca de un peso por MWh, ya que el resto estaba subsidiado. Ahora el subsidio se terminó. Por lo tanto, deberían haber pasado de 1 a 34 pesos. Sin embargo, el gobierno se quedó corto en el ejemplo porque el monto terminó siendo todavía mayor. Según el Documento de Transacciones Económicas, en octubre del año pasado un cliente de Edenor pagaba 6,36 pesos por MHw por cargo de transporte y en enero de este año la cifra se elevó a 45,08 pesos.
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En el caso de los hogares del AMBA, esto significa que a la suba de 640 a 876 pesos por MWh correspondientes a la energía mayorista hubo que sumarle un 7% adicional, que no estaba contemplado dentro de los aumentos aplicados en diciembre. Sobre los 1077 pesos que se pagan desde febrero por la energía mayorista esa cifra representa un 4,2%, aunque luego de sumar el Valor Agregado de Distribución y los impuestos la incidencia en el total de la factura termina siendo menor.